A los integrantes del gabinete de primer nivel no les preocupa tanto, porque la mayoría de ellos pueden quedar bien colocados a pesar de que el Partido Acción Nacional (PAN) pierda la mayor parte de los espacios de elección. Pero hay figuras de menor rango escalafonario que se sienten con un pie fuera.
Tienen un ingreso modesto y a diferencia de sus jefes, están ahí por alguna recomendación o "apadrinamiento" que pudiera terminar con la elección de nuevas autoridades en la justa del año entrante.
Es por eso que aún arriesgándose a perderlo todo de manera anticipada, algunos de ellos hace rato que comenzaron a hacer negocios en el ámbito de sus competencias y se sigue mencionado al director general de Servicios, Herminio Ocampo Mejía.
Pero para poder lograr mejores dividendos generalmente se requiere de aliados y todo indica que los ha encontrado en otras áreas que de alguna manera tienen relación con la suya.
Además de estar a cargo de la Dirección General de Servicios, el señor conformó una pequeña empresa que con ayuda de algunos "compañeros" en Palacio ha obtenido contratos de obra interesantes. Es quien remodeló lo que fue Salón Morelos, hoy Bicentenario, y continúa trabajando en otras dependencias en torno al programa de Áreas de Trabajo Dignas (ATDs).
Bueno, se menciona que los trabajos que en este momento desarrolla fueron derivados de contratos logrados con el apoyo del secretario técnico del gobernador.
Casi podemos sostener que de ello el jefe del Poder Ejecutivo no sabe nada. Son tantas las cosas que hay que atender desde ese nivel de mandato, que se quedan muchos hilos sueltos de los que los subalternos se pueden aprovechar.
Pero independientemente de contratos de obra "en familia", hay otras irregularidades que habría que aclarar y de las que incluso el propio Herminio presume.
Por lo menos la mayoría de quienes laboran en esa Dirección General sabe que Ocampo Mejía viajó con todos los gastos pagados de parte del director general de Presupuesto, Óscar Jesús Arenas Silva, área dependiente de la Secretaría de Finanzas y Planeación. Pero igualmente estamos seguros de que el titular, Alejandro Villarreal Gasca, desconoce los enredos en que anda su subalterno.
Y ¿a honras de qué esos financiamientos para pasear? Pues el propio Ocampo Mejía se ha encargado de referir que por favores que le viene haciendo a Arenas Silva.
Hace poco, comentó uno de los empleados de la Dirección, durante una reunión de convivencia, "el jefe dijo que ya Óscar Jesús le debía otro viaje porque le acababa de firmar un cheque de 400 mil pesos por supuestos gastos para la planta de luz en la boda de un hijo de un alto mando, efectuada en el salón de eventos Rojo Azafrán, ubicado en la cercanía del área residencial de Santa Fe en Xochitepec".
Luego agregaría que como éste le viene firmando y legitimando supuestos gastos por cientos de miles de pesos, como agradecimiento, lo manda a vacacionar periódicamente.
Quejas respecto a presunto lavado de dinero en la Dirección General de Servicios han existido siempre. En su oportunidad dimos fe de acusaciones contra Ocampo Mejía, porque el ex coordinador de Comunicación Política, Javier López Sánchez, a través de él legitimaba la liberación de recursos en torno a visitas presidenciales y supuestos gastos por contratación de grupos musicales o sonido que nunca existieron.
Lo extraño es que no se ha sabido de una investigación al respecto por parte de la Contraloría General de Gobierno, la interna de cada dependencia o de Gestión e Innovación que son competentes en la materia.
Se aprecia pues que más que los mandos superiores, son los de medio pelo los que han venido evidenciando acciones de desvío de fondos públicos que en su oportunidad podrían poner en graves problemas a sus propios jefes, porque finalmente son ellos los responsables de lo que pase en sus espacios de competencia.
Lo que comentan algunos empleados de esas áreas es que se trata de un negocio entre Ocampo Mejía y Arenas Silva que no ha trascendido hacia esferas superiores de mandos, pero que puede detonar en cualquier momento, porque las sumas que se vienen distrayendo son importantes.