De cualquier manera, la prevista no está del todo mal. Siempre consideramos al ya ex secretario de Salud, Víctor Manuel Caballero Solano, como un elemento que los panistas no podían desaprovechar si es que quieren ir con posibilidades serias de disputarle al Partido Revolucionario Institucional (PRI) la hegemonía. Al de la Revolución Democrática (PRD) francamente lo seguimos viendo lejos.
Pero igualmente estimamos que Acción Nacional ha enseñado sus cartas y los adversarios pueden calcular con mayor precisión a quiénes deben enviar para poder sacar mayores ventajas.
Pensándolo bien, por lo menos en lo que toca a la disputa por los tres escaños del Senado, los tres grandes partidos pueden ir con buenas mancuernas. Los azules ya tienen a Caballero y Bernardo Pastrana Gómez; ambos generaron clientelismo interesante al interior del estado, el primero orientado hacia el seno familiar mediante programas y obras relacionadas con la atención a la salud, el otro con el denominado voto verde, los hombres del campo que todavía son muchos.
Bueno, antes de que renunciara, se había anunciado que cerca de 40 organizaciones de corte rural iban a "destapar" a Pastrana Gómez como aspirante a gobernador. Finalmente debieron conminarlo para que desistiera por la búsqueda de una senaduría.
Pero los dos traen capital social fresco. En lo que corresponde al tricolor, de entrada, consideramos que deberían incluir en la fórmula a la diputada federal Rosalina Mazari Espín; ella cuenta con liderazgo interesante en toda la región sur de la entidad. Se entiende que quien quede fuera de la disputa por la candidatura a gobernador entre Manuel Martínez y Amado Orihuela irá también por el Senado; entonces se conformaría una dupla bastante competitiva.
En lo que se refiere al PRD, prevemos que quienes integrarán esa fórmula serán el diputado local Rabindranath Salazar Solorio y el ex candidato priista a gobernador, Juan Salgado Brito.
La verdad es que tampoco serán hueso fácil de roer. JSB es por lo menos un hombre conocido en todos los rincones de la entidad, lo único que requiere es de una campaña de recuperación de imagen, y en el caso de Rabin su liderazgo es regional, fue alcalde de Jiutepec, pero igual y genera expectativas.
Independientemente de factores adicionales que pueden incidir a favor de alguna de esas tres fórmulas, nosotros las vemos bastantes parejas. Así que va a ser muy interesante atestiguar la lucha constitucional.
Con base en la tendencia a su favor que sigue trayendo el priismo con Enrique Peña Nieto, se sigue pensando que lleva ciertas ventajas, pero en las últimas elecciones se ha observado un voto diferido: en el 2006 los panistas conservaron el gobierno estatal con Marco Adame Castillo, a pesar de que a nivel de la presidencia de la república aquí ganó de calle el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
Visto aisladamente, Caballero y Pastrana no se antojan mala dupla. La interrogante sería ¿qué pasará si les mandan de candidato a gobernador a un panista sin gracia?, porque ello sigue latente. Entonces tendrían que cargar con ese lastre que les dificultaría la victoria.
A la primera magistratura siguen en la lucha tres: el secretario de Finanzas, Alejandro Villarreal Gasca, que sin contar hoy con gran presencia puede crecer mucho, sobre todo si se le apoya publicitariamente; el titular de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Demetrio Román Isidoro, que sigilosamente desarrolla un trabajo de base a través de las inversiones y tiene presencia territorial, y el senador Adrián Rivera Pérez al que estimamos que pudiera ser el peor abanderado de los azules.
Pero además, con posibilidades de provocar desbandada interna, casi todo Palacio de Gobierno se abriría y no jalaría por ahí. Es más, acabarían buscando refugio en otros partidos para jugar las contras. De ese tamaño puede ser una mala decisión en el caso que nos ocupa.
Pero todavía habremos de esperar hasta iniciado el 2012 para conocer algunas decisiones electorales de los tres partidos grandes y sólo entonces se verá con mayor claridad por dónde va la jugada.