La justa electoral del 2009 la ganó de calle el Partido Revolucionario Institucional, se llevó 15 de los 30 legisladores locales, la mitad de las 33 alcaldías y todas las diputaciones federales, con ese dominio territorial debió cogobernar el estado, como lo hizo el Senado de la República y el Congreso de la Unión a nivel federal, sin embargo sus conflictos internos echaron a perder tan incomparables ventajas.
El Poder Legislativo era suyo, agregando a los socios históricos, Verde Ecologista e incluso Nueva Alianza, reunían el número de representantes populares para contar con mayoría absoluta, nunca se pusieron de acuerdo y están acabando divididos en pequeños grupos que sirven a intereses de corrientes.
Desde el gobierno estatal se supo aprovechar muy bien las diferencias para alimentar el conflicto y así fue, tuvieron en sus manos la procedencia de un juicio político en contra del Ejecutivo y lo dejaron perder, porque estaban totalmente penetrados.
En concreto, el PRI tenía todo para empezar a gobernar y establecer pleno dominio electoral desde hace tres años y lo desperdició, porque no pocos de los integrantes de su fracción optaron por negocios económicos con palacio e incluso jugaron a las contras alimentando la división.
Hoy, encarrilados por la batalla de las candidaturas, el escenario es el mismo, golpes bajos entre ellos por todos lados, si el CEN no interviene oportunamente, como lo hizo hace tres años para alinear a los rebeldes, se van a continuar dando y poniendo en peligro lo que ya muy anticipadamente festinan: la recuperación de Morelos y de la Presidencia de la República en julio del presente año.
Pero tampoco son los únicos. En Acción Nacional el ambiente en casi similar, la absoluta mayoría de los colaboradores de Marco Adame Castillo no juegan con el proyecto del senador Adrián Rivera Pérez como su candidato a la gubernatura.
Incluso, neo panistas, que fueron los que llevaron al poder a los azules, en el 2000 tomarían distancia e incluso buscarían refugio en otras trincheras como sucedió en la elección del 2009.
En concreto, las huestes del ex gobernador Sergio Estrada Cajigal sólo apoyarán el proyecto panista si el candidato es el ya ex secretario de Finanzas y Planeación Alejandro Villarreal Gasca, si no es así, serán una fortaleza, pero en contra.
Y así súmele lo que trae el otro aspirante Demetrio Román Isidoro y otros funcionarios, como el de Desarrollo Económico Rafael Tamayo Flores, a menos que desde la dirigencia nacional se les obligue a replegarse, pero de todos modos no harán mucho por agregar a los suyos a otro proyecto, así se viene desarrollando el proceso en lo referente a la candidatura por el Gobierno de Morelos.
Batalla aparte es la referente a la fórmula por la capital estatal, Cuernavaca, aunque aquí se asegura que quien tiene prácticamente el lugar reservado es el ex secretario de Turismo Marcos Manuel Suárez Gerard.
Incluso había dos o tres más que apretaban en la lucha por esa candidatura y de pronto pareciera que "se bajaron del caballo", entre ellos los subsecretarios de Ingresos Oscar Cano Mondragón y de Gobierno Javier Bolaños Aguilar, por eso se ha empezado a dar crédito a la hipótesis de que Suárez Gerard la tiene amarrada.
El señor desciende de una familia política, su padre Marcos Manuel Suárez Ruiz ocupó diversos cargos en el Gobierno, estuvo a un pelito de ser gobernador del estado y sabe cómo se manejan estas cosas, seguramente debe estar orientando al Marcos júnior.
Pero en el perredismo el entorno tampoco se antoja el mejor, la mayoría asume que el senador Graco Ramírez Garrido será el candidato, no obstante, el enojo y los golpes arrecian contra el tabasqueño.
En mayor o menos grado, todos entrarán en un proceso de resta, en lugar de suma de activos electorales, el que salga menos raspado llevará buenas ventajas para la constitucional y en mucho las figuras que definirán los triunfos entre priistas, perredistas y panistas serán tres, el candidato a la Presidencia de la República, el aspirante a la gubernatura del estado y el que encabece la fórmula por la Presidencia Municipal de Cuernavaca, de ellos dependen los triunfos o derrotas de muchos otros cuadros, no hay más.