Estos días los dedicas precisamente para ir armando estrategias y preparando o consolidado los equipos de trabajo, porque serán muy pocos espacios los que tienen para poder convencer al electorado.

¿Cómo arrancan en Morelos? Los únicos datos que tenemos son las encuestas que colocan al priista Amado Orihuela Trejo como puntero, luego viene el tabasqueño Graco Ramírez Garrido en segundo lugar y en el tercero el panista Adrián Rivera Pérez.

Ya veremos cuál es el rumbo que toman las campañas y los aspirantes en escasos dos meses de proselitismo, sin embargo habría que valorar las debilidades y potencialidades de cada uno de ellos.

En lo que tiene que ver con la rentabilidad electoral, Orihuela Trejo pareciera ser el único que dispone de cierta fortaleza en las zonas rurales, especialmente al sur de la entidad. En Cuernavaca vemos claro que su carta fuerte es el candidato a la alcaldía Jorge Morales Barud.

En relación a Graco, el PRD no es un partido de áreas urbanas, ellos más bien dan la batalla en provincia.

En lo que se refiere a Rivera Pérez, se supone que su presencia debería estar en la capital del estado, porque finalmente el panismo nace aquí, crece con base en la eterna primavera y es de donde emergen hacia la conquista de la Presidencia Municipal y luego al Gobierno estatal.

Sin embargo, los desaciertos cometidos durante su gestión como edil le han costado mucho desprestigio y sin un acompañamiento más o menos importante en los cuatro distritos electorales, dan como resultado un pobre apoyo popular que difícilmente incrementará.

En esas condiciones están en este momento, pero queda muy claro que Rivera va a beneficiarse de recursos públicos, mediante el apoyo de programas asistenciales a través de distintas dependencias tanto estatales como federales.

Es más, ya lo viene haciendo, durante los trabajos de precampaña hubo indicios de que recurrieron a las arcas oficiales para sacar ventajas, aún en contra de contendientes internos de sus respectivos partidos políticos.

En la batalla constitucional ocurrirá lo mismo, esa podría considerarse una ventaja frente a Orihuela Trejo que dependerá del financiamiento propio, del apoyo de algunos amigos y de las prerrogativas que en este caso le envíe el CEN de su partido.

Por eso pudiera tornarse interesante la elección, pero seguimos considerando que quien difícilmente podrá remontar las desventajas que trae es el panista Rivera Pérez, porque además no consideramos que pueda sumar a componentes importantes como los neopanistas y el grupo que jala con el gobernador Marco Adame Castillo.

Frente a todo esto ¿cuál podrá ser la estrategia? Se comienza a evidenciar la denostación, los azules cancelaron el cobro de la tenencia vehicular con fines electorales y ya lo vienen usando, han colocado espectaculares aduciendo que el priismo lo impuso y ellos lo anularon.

Pero se requerirá mucho más que eso para poder levantar vuelo y acercarse siquiera a ciertas posibilidades de ganar, a menos que algo muy fuerte ocurra con sus adversarios, no le vemos más que la disputa por un nada honroso tercer lugar tomando en cuenta que son Gobierno.

LUIS, OTRO ASUNTO

Y en otro tema, pues desde el interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se sigue lamentando el que se permitiera el acceso de personas non gratas a los cuadros de competencia por cargos de elección popular, en Cuernavaca la inclusión de Luis Flores Ruiz, que seguramente acabará perdiendo el espacio de manera vergonzosa.

Simplemente es inconcebible y reproducen esquemas viciados como los que padece el Partido Acción Nacional con la Sagrada Familia, que todo indica volverá achicarse como antaño y a conformarse con una representación mínima en el recinto legislativo local y una que otra alcaldía.

Hoy mismo podríamos preguntarnos ¿dónde tiene serias posibilidades de ganar el PAN? Siendo honestos, no vemos donde, porque en esta capital el que lleva todas las ventajas es Jorge Morales para el tricolor.

Pero a estos extremos pueden llegar los priistas si no cuidan ni valoran a sus cuadros, hay gente de valía y de trabajo en sus filas a los que se sacrifica por entregar plazas a advenedizos y oportunistas, que tampoco faltan en los otros institutos políticos, pero que aquí son muy notorios y sólo se entienden como producto de componendas internas y acuerdos indecorosos, que en otros momentos les han causado tanto daño.