El propósito es claro, vienen a seguir cobrando su dieta y otras muchas prestaciones que ellos mismos se auto aprueban y que son la principal causa de que el Poder Legislativo se encuentre prácticamente en quiebra. Desafortunadamente son precisamente ellos quienes impulsan y modifican leyes y normas, y desde luego se han asegurado de cuidar muy bien sus intereses, posibilitando incluso que puedan buscar otro hueso sin siquiera dejar su posición en la cámara. Ya lo vemos a nivel de candidatos federales, hay dos senadores que no han pedido licencia al Senado de la República, quienes continúan sangrando al erario público, -porque el dinero que cobran es parte del presupuesto- y andan en campaña, ¿Cómo puede ocurrir esto que resulta a todas luces inmoral y anti ético?, pues porque las cámaras conservan leyes a modo.
Pero regresado al tema de nuestros legisladores locales, vergüenza les había de dar a esos que no pudieron lograr un espacio en sus respectivos partidos políticos, y que con la cola entre las patas, se reinstalan, impidiendo que sus suplentes reciban por lo menos tres o cuatro meses de beneficios. Entre quienes ya están de vuelta, se encuentra la priista Lilia Ibarra, su compañero Javier Mújica y otros más que se quedaron sin oportunidad para ir en busca de otra chamba, y por lo tanto, pudieran formar parte de la banca una vez que termine esta desafortunada legislatura. Pero hay otro punto mucho más preocupante, y que da fe de la manera como se han comportado algunos legisladores locales, se prepara una demanda penal ante las instancias legales competentes, a fin de que aquellos diputados que tras irse con licencia, se llevaron autos y equipos de comunicación del Congreso local.
A esto solo se le puede llamar robo descarado y eso de plano es el colmo, sin embargo es real, no estamos alucinando. Uno de los que no ha querido devolver la copa es el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia municipal de Puente de Ixtla, Julio Espín Navarrete. El señor sigue manteniendo tres unidades vehiculares propiedad del honorable congreso, la personal, una que utilizan sus hijos y familia en general y otra que ya la tenía destinada desde que era presidente de la Mesa Directiva del recinto legislativo, para llevar y traer a un pariente enfermo a la Ciudad de México. ¿Cómo puede haber tanto descaro?, ese es el nivel y calidad moral de la clase-política que nos gobierna, claro, tampoco todos son así, pero si la gran mayoría, la avaricia, voracidad y deseos de poder y dinero fácil los lleva a cometer toda clase de rapiñas, por eso, este país y esta entidad andan de cabeza.
Nos encontramos en una excelente coyuntura para valorar a quienes ya nos han representado, y de ningún modo permitir que se sigan burlando de nosotros como gobernados, ese tipo de personajes debería incluso estar tras las rejas, sus delitos no son menores, porque además lo hacen con toda premeditación y ventaja. Sin embargo, todo está cuadrado para que nada suceda, los políticos cuidan todos los flancos y no se arriesgan, acaso enfrentan algunos hechos de escándalo, pero como ya han perdido el pudor y la pena, no les interesa. Hemos sido testigos de decenas de actos de corrupción y de grado mayor y hasta el momento, no encontramos un solo político o ex funcionario tras las rejas, si hay que rendir cuentas, siempre habrá un “chivo expiatorio” que pague las culpas para que los realmente responsables sigan sumando poder y riqueza, a costa de un empobrecimiento gradual de los mexicanos o en este caso, de los morelenses.
La pregunta sería ¿Y hasta cuándo vamos a aguantar y tolerar a estos delincuentes de cuello blanco?, porque ha sido nuestra tolerancia y falta de organización en la defensa de nuestros derechos, lo que ha posibilitado todo este desastre. Buena parte de los diputados locales son hoy un ejemplo de la deslealtad y ausencia de compromisos con el ciudadano, sabedores de que pueden hacer lo que quieran y no pasa nada, llegan al extremo en el abuso y arbitrariedades, es urgente empezar a reflexionar a quien le damos nuestro voto y confianza para ocupar un cargo público. Porque ya ha quedado demostrado en elecciones pasadas, que el sufragio puede ser un arma efectiva para intentar depurar a quienes sin vocación de servicio, vienen acumulando fortunas con base en la rapiña al presupuesto público.
Como estado o nación ya nos encontramos al borde del abismo, la economía social continúa en retroceso, crece el desempleo, la falta de ingresos lleva a generaciones de jóvenes a buscar salidas fáciles, enrolándose en un creciente fenómeno delictivo que es hoy causa de más de 60 mil muertes; la mayoría absoluta de jovencitos sin rumbo ni destino, porque además tampoco tienen posibilidad de estudio, debido a su precaria economía. Todo lo anterior ha sido posible, por tanta irresponsabilidad de aquellos que llegan a representarnos en los diversos poderes y niveles de gobierno, ya es tiempo de poner un límite, o acabaremos en luchas armadas de mayores consecuencias, ¿No le parece?