Claro, una consulta suele ser válida con un porcentaje menor de sufragios, aquí con dificultades se alcanzó el 10 por ciento y con serias dudas respecto a la transparencia, porque se afirma que algunas urnas fueron trasladadas a domicilios privados por la amenaza de ser robadas o destruidas.
Con base en una pobre asistencia de menos de tres mil votantes, más de esa cantidad, de acuerdo al Gobierno estatal, ya se da por descontado que el proyecto va, particularmente tratándose de Tepoztlán, siempre se tendrán que manejar las cosas con humildad y respeto. Ahí, cualquier intento del uso de la fuerza es contraproducente y vemos que a pesar de alguna resistencia, la determinación es ir con todo con la obra.
También hemos dejado constancia de que esa ampliación vial es fundamental, tal vez no tanto para los lugareños, mucho más para quienes suelen transitar continuamente desde la parte de Puebla, Cuautla y otras poblaciones de la zona, hacia Cuernavaca o el Distrito Federal, es un problema cuando se encuentra uno en el camino a algún vehículo pesado, simplemente no hay manera de rebasarlo por tanta curva.
Es decir, nos queda clara la ventaja de lograr hacer de ese tramo una verdadera autopista, porque en realidad no lo es, aunque se cobre por pasar por ahí. Sin embargo, parece ser que son los tepoztecos los que tienen la última palabra y lo de la consulta como que no convenció a muchos.
Ahora bien, el Gobierno estatal da por válido el resultado a favor y advierte que se hará la inversión, incluso aclarando que se “aplicará la ley a quienes se opongan”, expresiones algo fuertes que pudieran más bien despertar inconformidades, porque reiteramos, en esta zona hay que ser muy cuidadosos con lo que se habla.
Hay quienes mencionan que los personajes fuertes, con mayor liderazgo social estuvieron a favor de la obra, que los opositores son unos cuantos. Sin embargo, precisamente en este tipo de controversias, aquellos que no se ajustan al sentir colectivo mayoritario, pueden perder ese respeto y liderazgo, ojalá que no sea así en esta ocasión.
El propio Gobernador, quien rechazó cierta similitud con las actitudes de Jorge Carrillo Olea cuando buscó construir un club de golf, destacó que “muchos ya festinaban que éste sería mi Waterloo y sigue la termoeléctrica porque también la mayoría lo aprueba”.
Mientras no veamos que los trabajos avanzan sin mayores contratiempos, tenemos que guardar las reservas, nada está decidido, estamos a favor de la modernización carretera, ya era necesario, pero con el consentimiento social, la imposición de proyectos no es aconsejable.
REBELIÓN DE CUSTODIOS
Y en otro tema, más de medio centenar de custodios del sistema penitenciario estatal se presentaron ayer en busca de audiencia con funcionarios del Gobierno estatal, porque sostienen que están siendo despedidos con el argumento de que no aprobaron los exámenes de confianza, a pesar de que llevan muchos años laborando ahí en el caso de la mayoría.
Los quejosos buscan la reinstalación, que difícilmente se les concederá, porque esto mismo viene aconteciendo en diversas áreas de la administración pública. Recordemos que estamos empezando una nueva gestión gubernamental y esto pasa cada seis años, una serie de cuadros nuevos llegan a ocupar espacios y a costa de lo que sea, por eso le apostaron a un proyecto electoral.
Luego de una charla con funcionarios de la Subsecretaría de Gobierno, salieron inconformes, porque sostuvieron que no era lo que esperaban, les dieron otra cita para continuar con el tema, sin embargo, de entrada, esos cerca de 70 elementos de seguridad carcelaria andan sin chamba.
Esto de los exámenes de confianza viene siendo un instrumento ideal para descalificar el desempeño laboral de muchos empleados o funcionarios de la administración pública, porque los resultados no son explicados a nadie, simplemente se sacan de la manga números negativos o también pueden ser positivos, si así lo necesita la autoridad.
Esto lo tienen claro los custodios, a ellos sólo les notificaron que ya no son aptos para continuar laborando ahí y por lo visto no hay nada que hacer, sin embargo, en buena medida, ese tipo de despidos es lo que nos lleva a un clima de inseguridad y delincuencia creciente y es que el personal de seguridad del sistema carcelario es preparado para el manejo de las armas y algunas otras instrucciones de defensa personal.
O sea, gente que sin trabajo pudiera tener que refugiarse en la delincuencia y para ello tienen como proceder. Claro, si efectivamente hay sustento para quitarles el empleo, está bien, pero ellos se dicen víctimas de una ola de despidos, que ya lo dijimos, es recurrente en el inicio de cada administración.
Claro, hablamos de unos 70, pero a decir de algunos elementos, deben ser muchos más, porque por ahora sólo se trata de custodios de Atlacholoaya, hay otras cárceles distritales donde debe estar pasando lo mismo, Cuautla, Jojutla, Tetecala, Puente de Ixtla, aunque son espacios menores. Si por lo menos los liquidaran conforme a derecho, sin embargo, suelen cometerse muchas injusticias en ese sentido, aprovechándose de la indefensión en la que se encuentran.