La cosa es que no ha sido por un buen comportamiento en el manejo financiero de las alcaldías, en la mayoría de los casos siguen inmersas en una serie de conflictos presupuestales, por el evidente derroche que contrasta con la escasa o nula inversión pública. Ahí está el caso Temixco, no ha logrado pagar al cabildo salarios de enero y febrero, las escasas obras que hay son producto de fondos de la federación, muy especialmente del ramo 33 y de hábitat, que por cierto conjuntaron en una acción que permite apoyar a colonias con alto grado de pobreza, pero deja sin oportunidad a núcleos sociales de medio nivel.
Ojalá que en el caso de Puente de Ixtla no se trate de una decisión poco transparente, porque había voces que advertían de “negociaciones” de algunos legisladores con el edil, pero en lo oscurito, o sea, en busca de un apoyo recíproco de esos que suelen darse cotidianamente en los que todos salen ganando.
Y sigue llamando la atención que sea Cuernavaca a la que no aceptan siquiera darle la oportunidad de reestructurar su deuda, porque como está planteada la petición, con un crédito mediano el presidente municipal, Jorge Morales Barud, podría bajar el nivel del débito, no representaría mayor carga, por el contrario, posibilidades de contar con un mayor porcentaje del presupuesto anual para obras, porque como andan hoy las cosas buena parte de las participaciones van a pago por los servicios de la deuda.
¿Cuáles son los criterios para ese trato diferenciado?, es lo que no se logra entender, pero sobre todo cuando a Puente de Ixtla sí le estarían dando la posibilidad a pesar de antecedentes muy delicados del alcalde, en materia de recursos públicos y no a la capital, que como quiera que sea viene intentando superar la adversidad. Claro, ya no son los 18 y hasta 20 años de plazo que pedían los ediles para pagar los contratos de adeudo, sería a seis años, de todos modos es casi seguro que le heredarán todo el peso de los compromisos a quienes hereden el cargo en el 2015, es decir, la pesada carga sólo la vienen empujando al que sigue y no hacen nada por amortiguar el capital, por el contrario, cada vez el endeudamiento es mayor.
Pero desde el propio Poder Legislativo nunca ha habido un esfuerzo serio por regular y acotar los márgenes de maniobra que, en el uso presupuestal, tienen los ayuntamientos, los alcaldes, regidores y síndicos se asignan ingresos descabellados, se pagan todo tipo de prestaciones y tienen beneficios enormes a pesar de que se encuentren en quiebra económica.
Por todo lo que ha pasado, la enorme rapiña que sufren las alcaldías cada tres años, ya se debería contar con un tabulador de salarios mínimos y máximos, a los cuales tendrían que ajustarse los cuerpos edilicios, pero como que desde el Congreso se permiten los excesos porque si no fuera así ya habrían muchos ex presidentes municipales tras las rejas, pero no hay nada; Gustavo Rebolledo Hernández, ex alcalde de Zacatepec, fue detenido pero no por robarse el dinero del erario, sino por otras cosas y mire que se manejó con descarado desaseo.
Qué decir del ex edil panista de Cuautla, Sergio Valdespín Pérez, a quien le encontraron tremendos desfalcos; se dijeron muchas cosas sobre el caso, pero jamás se actuó conforme a derecho, por eso decimos que simplemente no hay interés de los diputados locales de combatir las lagunas legales que facilitan el robo del dinero del pueblo, lo que lleva a considerar que hay complicidades.
En lo referente a Manuel Martínez Garrigós y Rogelio Sánchez Gatica, ex presidente municipal de Cuernavaca, ya poco se habla de tantos problemas que heredaron, una vez que inicie el proceso preelectoral, todo quedará atrás y los expedientes comenzarán a archivarse, así es la política en el país y en el estado.
Al final, sólo hay un pagano que sigue aguantando todo, el ciudadano, ese contribuyente cautivo que no tiene más remedio que seguir pagando sus impuestos aunque no le traigan beneficio alguno, pueden pasar décadas para que le retribuyan a través de alguna prestación de servicio, parte de lo que ha pagado.
Y ¿cómo le hacen los políticos y servidores públicos para seguir haciendo de las suyas?, podemos intuirlo pero aún en estas condiciones tan desafortunadas de insuficiencia de recursos, síndicos, regidores, alcaldes y legisladores, mejoran increíblemente su economía en sólo tres años, claro, se incluyen también a los funcionarios y lo decimos porque conocemos de casos muy concretos, políticos de barrio que de la nada se hacen de diversas propiedades, generalmente casas y terrenos, autos y otros lujos tras haber formado parte de alguna administración municipal y se trata de alcaldías de mediana estatura, hay que imaginar las de mayor rango.
Por eso es imperante que se establezcan reglas y normas, algunos límites que por lo menos ayuden a transparentar el uso de fondos públicos y aplicarle la ley a quienes se pasen de la raya, pero si en lugar de eso seguimos permitiendo el manejo a voluntad, estamos perdidos, la vocación en el servicio público se perdió hace muchos años.
Padecemos el aventurerismo de generaciones de políticos que ya no atienden ni a militancias de partidos, hoy son amarillos, mañana tricolores, después azules porque se van hacia donde consideran que tienen más posibilidades de acceder al ejercicio del poder, de ninguna manera para trabajar por los ciudadanos. Cuando se instalan, desconocen a todo mundo, incluso a sus amigos de infancia porque piensan que les van a pedir algo y quieren todo el pastel para ellos, y de eso se queja el ciudadano todos los días.
Radiografia del Poder
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Aflojaron los diputados
Así sea a un corto plazo el compromiso de pago, finalmente los diputados locales aflojaron y están autorizando por ahora el endeudamiento de siete municipios más y con la posibilidad de que le permitan al edil de Puente de Ixtla, Julio Espín Navarrete, hacer lo propio sólo para reestructuración de débitos.
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