Lo hemos venido sosteniendo, si su fracción en el Congreso local no le entra al quite a su favor, ni tampoco su partido, lo van a seguir acorralando y minando. Ya por lo pronto sus adversarios presumen de que su imagen ante la ciudadanía es de debilidad, y por ahí le andan buscando para desacreditarlo.
Pero también necesita reforzar todos los frentes de trabajo y sobre todo cuidarle las manos a más de un funcionario que, se advierte, le está pegando con todo al peligro. Un líder de una agrupación de comerciantes decía al reportero que “hay entrega de permisos que se negocian por ciertas cantidades y éstas no se entregan en tesorería”.
Pero más que eso, también señales de que mucha gente cobra sin desarrollar tarea laboral alguna, y sobre eso, señaló que “hay dos o tres personas a las que he seguido para confirmar que son aviadores, en efecto, llegan a checar tarjeta a las ocho de la mañana y se van a desarrollar tareas que nada tienen que ver con la comuna”.
Particularmente se habla de espacios donde la inactividad es cosa de todos los días, como en el Instituto del Deporte, ahí hay decenas de jóvenes que cobran sin hacer prácticamente nada y algo similar se da en la dirección de mercados, es decir, que serían los dos “focos rojos” en los que se debería poner mucha atención.
La cosa sería menos grave si se tratara de una comuna en bonanza, pero así como están las cosas, se necesita poner más atención y darle seguimiento a las observaciones que se hacen.
Reiteramos, son tantos frentes qué atender y se deben sortear tantos golpes, que sus enemigos políticos le vienen lanzando que seguramente no puede estar en todos lados, no obstante, es indispensable poner la mirada hacia el interior para no darles más pretextos a sus adversarios para que lo sigan cuestionando.
Y aquí también se habla de algunos regidores que estarían llevando agua a sus molinos, abundando en recomendados y en entrega de plazas que no tienen razón de ser, para acabar pronto, contribuyendo al desajuste cuando el momento es otro, hay que sacrificarse para poder revertir la tendencia desafortunada que heredaron.
Esa indefensión es parte del abandono en el que lo tiene el partido y sus diputados, que poco o nada hacen por él.
Ya está prácticamente decidido, aceptará el alcalde que el Mando Único se haga cargo de la seguridad de su municipio, con la promesa de que sólo de esa manera se logrará abatir el alto índice de delitos, pero en medio de todo eso se arriesga mucho, ya que no controlar las fuerzas públicas propias es como vivir con el enemigo al interior de su casa.
Esos elementos pueden ser utilizados para desarrollar todo tipo de trabajos, incluso con las manos en la cintura y así como se han dado las cosas, en reiteradas ocasiones, desde ahí mismo le pueden cuadrar dos o tres travesuritas y sobre todo, contar con información confidencial para usarla en su contra o filtrarla cuando sea necesario.
Y nos aproximamos a épocas muy características en ese sentido, tiempos en los que se desarrollan campañas negras y guerras sucias entre partidos, políticos y poderes, por eso no es sólo el asunto de la inseguridad lo que lleva a Capella a buscar el control total de las corporaciones de prevención del delito, hay muchos otros aspectos de trascendencia que van implícitos y si no, al tiempo, ya veremos que también usarán ese poder para otras cosas relacionadas con el terreno electoral.
No obstante, hacemos énfasis en que en Cuernavaca se necesita darle una sacudida al árbol, revisar nóminas y plantillas de trabajadores en todas las áreas, porque todo indica que hay muchos que se vienen despachando con cuchara grande, cobros por permisos, por revisiones en materia de seguridad en negocios y otros establecimientos, que más encuadran en el ámbito de la extorsión. Y quienes nos daban datos decían que “a una compañera la extorsionaron, le pidieron dos mil pesos por validarle algunas fallas en su negocio, el dinero jamás llegó al municipio, le ofrecimos acompañarla para denunciar el hecho pero dijo tener temor y mejor prefirió dejar las cosas como están”.
Es imposible, desde el ámbito de su competencia, poder estar en todo, necesariamente algunas cosas fallan, algunos “colaboradores” lo saben y se aprovechan de las circunstancias, eso es lo que vemos porque sabemos que Morales sería incapaz de permitirles tales excesos, tendrá que apoyarse en algunos de sus más cercanos para ir aplicando una limpia y sanear las nóminas que parecen abultadas y sobrecargadas. Claro, esto pareciera denominador común en la mayoría de los ayuntamientos, pero eso tampoco puede ser un consuelo, se debe eliminar todo aquello que se pueda para reducir gasto corriente y poder eficientar resultados en este año que es determinante.