Ayer por la mañana, algunos ayudantes, entre ellos Luis Dorantes de Alpuyeca y otros más, acompañaron al agredido para ofrecer una rueda de prensa a los medios informativos en conocido restaurante del Centro Histórico, pero Tapia López parece haber enviado también una avanzada para saber de qué se trataba y anunciar que llegaría para responder de inmediato a los señalamientos. Y así fue, todavía Karim estaba ahí cuando arribó personal de prensa del presidente municipal para mencionar que “ya viene por El Polvorín, por favor esperen muchachos” y en efecto, unos minutos después entró acompañado por el director municipal de Seguridad Pública, pero para ello ya los otros habían optado por retirarse, considerando que sería poco propicio juntarse a un debate público porque pudiera haber agresiones.
El ayudante, quien en efecto presentaba diversos moretones en el rostro, aseguró que el 17 de abril, por la tarde noche, sin más argumentos, varios policías lo detuvieron acusándolo de generar desorden público, que lo subieron a la unidad y le empezaron a propinar senda golpiza, trasladándolo a una cárcel municipal. Incluso, agregó que “el alcalde andaba fuera del estado, pero por vía telefónica estuvo ordenando la agresión, por eso se ha iniciado la denuncia con la carpeta de investigación número SJOI/4358/2014, ante la Procuraduría General de Justicia (ahora Fiscalía General de Justicia), además de una queja en la Comisión de Derechos Humanos de Morelos (CDHM) y posteriormente en la Comisión Nacional”.
Bueno, los ayudantes que le acompañaron agregaron que el secretario del gobierno municipal, Horacio Rojas Alba, los había amenazado a fin de que no acompañaran a Karim al encuentro con los medios. El propio funcionario en referencia llegó al lugar, acompañando al “compadre” y se dijo sorprendido por las acusaciones. Y el edil reviró las cosas, argumentando que “el suceso efectivamente ocurrió, pero fue luego de que una camioneta estaba atravesada en la avenida causando problemas viales. Llegaron los elementos de la policía y trataron de retirarla, pero en ese momento llegó el ayudante en estado de ebriedad a defender al que provocaba desorden. Sí se lo llevaron en la patrulla porque causaba conflicto, pero de ninguna manera lo agredieron, incluso contamos con los certificados médicos respectivos, además, él mismo le dijo al doctor que el golpe que traía en la nariz se lo había provocado al caerse”.
Sin embargo, señaló, “nosotros somos los más interesados en que la denuncia continúe, más aún apoyaremos que así sea porque deberá demostrar con pruebas lo que afirma. Nosotros ya tenemos las nuestras y si al final hay culpables del lado de la seguridad, pues que se proceda, pero también si no es cierto, que se deslinden responsabilidades con el señor”.
Para acabar pronto, el chisme creció, pero la verdad es que fue muy hábil Tapia López, por lo menos buscó equilibrar la información para salir menos raspado porque una reacción tardía daría efectos muy diferentes, en eso sin duda se vio inteligente.
Ya entrado en la polémica, Tapia López agregó que Rojas Mendoza ha protagonizado ya algunos acontecimientos similares más en el pasado reciente, por su inclinación al consumo de alcohol. “En una ocasión estaba con amigos tomando en una tienda, el dueño de la misma les pidió que se fueran porque ya estaban muy tomados, él simplemente contestó que era la autoridad en el lugar y que por sus pantalones le iban a seguir vendiendo. También nos llegó el reporte de la directora de una escuela en la Unidad Morelos, sosteniendo que en diversas ocasiones se presentó en el lugar muy borracho para decir que ahí no se haría obra alguna si él no lo autorizaba, que por eso era el ayudante”.
Hasta aquí la versión oficial porque todo parece indicar que detrás del choque continuo entre alcalde y ayudante, hay intereses políticos, es decir, que serían de militancia partidista diferente, por eso nunca se pondrán de acuerdo. Se le dijo a Tapia López si había algo más que lo que se señalaba públicamente y sólo dijo, “en efecto, hay un asunto de carácter político que en su oportunidad lo daremos a conocer, como que hoy no es el momento”.
Intentamos profundizar al respecto con algunos de los colaboradores que lo acompañaban, pero sólo pudimos saber que “lo que pasa es que Leonardo Rojas viene sirviendo a los intereses de un diputado local, es quien lo mueve y busca siempre enfrentarlo con el alcalde, piensan que no nos damos cuenta, pero sabemos todo”.
El caso es que las diferencias están llegando a los tribunales, los quejosos piden entre otras cosas la remoción de Rojas Alba como secretario del Ayuntamiento, también la del jefe policíaco, posiciones, que diría el edil, “no pienso ceder por ahora, primero se debe saber el resultado de las investigaciones, por eso vamos a ir al juicio y ahí se definirá quién está mintiendo”.
Lo extraño es que sí logró atraer el apoyo de unos cuatro o cinco ayudantes más que reforzaron sus quejas, aunque también hay que señalar que ellos no esperaban que el propio Rodolfo Tapia se hiciera presente de inmediato, como que los agarró de sorpresa porque rápidamente se fueron, ya incluso habían invitado a los reporteros a desayunar o tomar un café, pero ni la cuenta pagaron porque no les dio tiempo, ya fue el presidente quien completó el pago por el consumo, por eso decimos que sí estuvo medio extraño el movimiento porque nos da la impresión de que lo que deseaba el alcalde, era llegar en plena rueda de los ayudantes, como que quería confrontación y careo directo.