Reiteramos, son pocos los que sobreviven a un ambiente poco amable y de nula sensibilidad, porque en su desempeño llegan a ser objeto de todo tipo de maltrato y hasta desprecio por parte de los mandos superiores que, incluso, inducen al vicio, la extorsión y la componenda, enfermedad tan generalizada hoy en día.
Abordamos este tema porque ciertamente nos pareció ingrato enterarnos de que un elemento que se ha convertido en símbolo del ejemplar desempeño en la actividad policíaca, esté a punto de dejar las armas porque ya tiene la presión encima de quienes extendieron sus dominios en el control de corporaciones, aquí en Cuernavaca, con esa modalidad del Mando Único.
Ya que nadie parece darse por enterado, en este espacio le hacemos un pequeño reconocimiento al oficial Rodolfo Nájera González, para ello buscamos algunas referencias para conformar su transparente comportamiento y nos dio alegría recibir sólo buenas expresiones de quienes, incluso, lo conocen sólo por el trato que les da.
El señor comenzó su desempeño como policía en el año de 1972, según refiere, “inicié bajo el mando de Moisés Maislin Leal, aquel que fue jefe policíaco en el gobierno de Lauro Ortega Martínez, pero cuando estuvo en ese mismo cargo, en Chiapas, siendo gobernador Manuel Velázquez Sánchez”. Es decir, que haciendo cuentas lleva en el servicio, algo así como 42 años, toda una vida entregada al cuidado de los demás.
Algunos años se desempeñó como custodio cuando el penal se encontraba en lo que hoy día es el parque Acapantzingo, era hombre de confianza del entonces director del reclusorio, Carlos Villavicencio de la Rosa, pero fue, tomando en cuenta la larga trayectoria, un espacio relativamente pequeño, el mayor tiempo lo ha pasado en la calle.
Últimamente y por su vocación de servicio y sensibilidad, lo designaron como coordinador de la corporación de la Policía Turística en Cuernavaca, donde se da la bienvenida a los visitantes, sobre todo extranjeros, porque además habla -así sea lo elemental- distintos idiomas como inglés, francés, italiano y portugués. Pero una vez que asumió el control policíaco de la capital Iván Hernández Salgado, en la modalidad de Mando Único, lo removió de esa responsabilidad y sólo lo dejó como simple policía.
Pero no sólo eso, sabemos que el hombre ha decidido pedir su jubilación, que hace ya más de una década la merecía, pero que a pesar de ello quisiera seguir ayudando porque tiene una serie de presiones de los jefes recién llegados, que ciertamente lo que menos tienen es sensibilidad y vienen con otros intereses, para acabar pronto, lejos de reconocerlo lo están echando.
Sencillamente lo que menos desean es agentes honestos, con vocación de servicio y entrega en su trabajo, porque les estorban en sus intereses. Se nos hace una ingratitud porque al menos debieran estar pensando en entregarle un reconocimiento por tan linda trayectoria, sería una manera de estimular a las nuevas generaciones que ya son otra cosa muy distinta, sin embargo no va por ahí el asunto.
Y el Ayuntamiento capitalino no tiene el control de las corporaciones policíacas, se las arrancó a presión Jesús Alberto Capella Ibarra; sin embargo, muchos años Nájera González sirvió a la alcaldía capitalina y el presidente municipal de Cuernavaca, Jorge Morales Barud, debería hacerle algún homenaje, porque nos consta que es un elemento que ha puesto el ejemplo, sobre todo por su verticalidad y de esos, quizás no encontremos dos o tres más.
Por cierto, hace todo lo que a su alcance está para ofrecer una agradable recepción a los turistas en Catedral, que, sostiene, “es la puerta de entrada a Morelos, aquí llegan todos y parten a distintos rumbos, la primera impresión nunca se olvida, por eso hay que tratarlos muy bien a su llegada”. Pues si la actitud de sus jefes no cambia, está en días de dejar el uniforme.
¿Solución verde?
En otro tema, a finales del año anterior durante la realización del foro “Green Solutions”, el gobernador del estado, Graco Ramírez Garrido Abreu, y ejecutivos de Nissan Mexicana, firmaron un acuerdo para hacer realidad la primera línea de autos eléctricos o sustentables, a fin de ir resolviendo el difícil problema de la contaminación por emisiones de gases al medio ambiente.
Todo indica que las cosas se aceleran, ya cada una de las partes comenzó a desarrollar las tareas que le corresponden, es decir, Nissan arranca la fabricación de estas unidades y el gobierno estatal la instalación de lo que se llamará “corredor eléctrico”, consistente en la instalación de centrales de carga de energía para dichos autos.
Ya el anuncio oficial es que entre el Distrito Federal y nuestra entidad, habrá cuatro estaciones de carga: uno en la caseta de cobro saliendo del la capital, otra en la glorieta Zapata en Cuernavaca, una más en Acapantzingo y la otra en el Centro de Convenciones World Trade Center (WTC), es decir, que la cosa ya va avanzada.
Es una acción innovadora, si pega, las cosas cambiarán radicalmente en materia de contaminación por hidrocarburos y seríamos el ejemplo a seguir para el resto de las entidades en el país, no es cosa menor, pero hay que ver el costo de las unidades, por ahí pudiera venir el primer inconveniente, que no estén al alcance de la economía media y sólo unos cuantos puedan adquirir sus autos eléctricos que no emiten ningún gas al aire. Pero ya para que la empresa Nissan le esté entrando al proyecto, es porque debe tener estudios de mercado y éstos muestran rentabilidad, de otra manera no arriesgaría capital.