Si se alcanza el quórum, como ya se advierte, pudiéramos pronosticar que sería algo así como un antes y un después, es decir, en una nueva estrategia de seguridad, Ramírez Garrido llevaría el acompañamiento de la sociedad en su conjunto, lo que validaría muchas acciones y pudiera llegarse a mejores resultados, finalmente ese es el fin de todos los esfuerzos hasta ahora desarrollados, pero que enfrentan cierta crítica popular porque se trata de decisiones unilaterales.
La protesta universitaria tuvo sus repercusiones y, en cierta forma, movió consciencias, incluyendo las de servidores públicos estatales, es a partir de ahí que se piensa ya en ir a una mesa de discusión en la materia para corregir aquello que pueda ser perfectible, sin embargo, también tendría que decirse que ahí se concentraron mayoritariamente aquellas voces que han tenido cierta disidencia con el gobierno de Graco, incluso a ello atribuiríamos que el mandatario optó por no enviar ninguna representación, ya que habría sido sólo para recibir señalamientos, quejas y hasta insultos.
Pero ahora es el propio Ejecutivo el que está haciendo el llamado, eso muestra que ya está dispuesto a poner a consideración de muchos otros su estrategia de combate al delito, hay la voluntad para hacer modificaciones, que necesariamente tendrán que dar resultados más alentadores.
Y no será un encuentro al vapor, porque la invitación alcanza prácticamente a todas las esferas, desde el punto de vista ciudadano, hasta la representación de los poderes públicos, partidos, universidades, centros de investigación y para que nadie se diga excluido, la misma Iglesia, seguramente en sus distintas modalidades tendrá un lugar en esa gran mesa de discusión.
Dada la dimensión de la convocatoria se ha considerado llevar el tema con calma, tanto, que aún no hay una fecha precisa del magno evento, pero seguramente se dará por ahí a mediados de junio, ya buena parte de los convocados han confirmado su participación y todo eso, simplemente dará legitimidad a lo que se deba hacer en adelante, porque derivará de conclusiones de consenso, es lo menos que se puede esperar.
Pero analizando a profundidad el asunto, podemos apreciar alcances mucho más allá del tema de la seguridad, es simultáneamente una plataforma mediante la cual, en particular, la figura del gobernador logrará otros objetivos igualmente trascendentes, proximidad con la comunidad morelense en su conjunto.
Ya para comenzar, estuvo conviviendo con legisladores locales, algo que había descuidado hace mucho, lo que sabemos sobre esa reunión es que en algunos casos se suavizaron las relaciones con representantes populares de fuerzas políticas antagónicas, hay mejor entendimiento y esto se irá reproduciendo con cada una de las representaciones invitadas al diálogo.
Porque a decir del mismo Graco, la idea es ir sosteniendo encuentros con todos para llegar a la fecha decisiva, ya con coincidencias en diversos temas relacionados al aspecto de la seguridad y la justicia, pero insistimos, en esa ruta se van a resolver muchas diferencias y a consensar temas de toda naturaleza, porque además las condiciones lo facilitan.
Este proceso, desde luego, desactivará muchas bombas de tiempo en lo relacionado a protestas, manifestaciones y reclamos, por eso sostenemos que sus alcances van más lejos que el sólo tema de la seguridad y ese debe ser el objetivo de la misma estrategia gubernamental, porque la vemos muy articulada.
Si para llegar a asumir el cargo de gobernador, Graco debió cultivar muchas redes y acuerdos con el universo de la representatividad colectiva, por algún motivo durante estos 19 meses de ejercicio, buena parte de las relaciones se perdieron, a tal grado que no pocos de quienes apostaron por su proyecto, se fueron a la retaguardia, precisamente por falta de acercamiento y diálogo, por eso sostenemos que Ramírez Garrido va a aprovechar esta oportunidad para recuperar la ascendencia que, además, necesita para apaciguar ánimos desbordados que no dejan de ser molestos para los gobernantes.
Y si de paso se logra una buena estrategia para poder vencer a la delincuencia, ya es ganancia, sería tanto como cerrar el círculo, por eso es que consideramos que este diálogo por Morelos significará mucho para el régimen en turno, en algunos aspectos, algo así como el volver a reiniciar, pero en condiciones más favorables porque ya se lleva un tramo en el gobierno, ya hay conciencia de lo que se quiere y hacia donde se va, porque ha pasado el período de aprendizaje.
El ofrecimiento ha sido, además, incluir a todos, es decir, también a aquellos que han mostrado actitudes de confrontación con la administración gubernamental, aunque dudamos que acuda la representación de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC), que encabeza Gerardo Becerra Chávez de Hita, aquellos grupos sociales que continúan oponiéndose al desarrollo de proyectos como la ampliación de la autopista la Pera-Oacalco o de los que rechazan la construcción de la termoeléctrica y el gasoducto en la región oriente del estado. Estamos seguros que se mantendrán en la retaguardia, pero de cualquier manera se trata de corrientes muy colaterales, por lo que se ve, la gran mayoría de los invitados a la gran mesa, parecen ir confirmando que llegarán.
La postura del gobernador hasta hoy, ha sido de cambiar algunas reglas de juego en la batalla anticrimen, pero mantener a los mismos responsables de esas áreas, o sea, al comisionado estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra y al fiscal general de Justicia, Rodrigo Dorantes Salgado, habrá que esperar cuál es el resultado del consenso de la mesa, igual y la petición va en el sentido de que la nueva estrategia se aplique con nuevas figuras.