Y causa cierta sorpresa la expresión del legislador federal, ya que el señor representa a las fuerzas de la izquierda, llegó a esa representación por la vía del gran frente amplio que encabezara Andrés Manuel López Obrador, en su aspiración presidencial.
Pues aseguró que no es un relleno sino un tiradero a cielo abierto que viene derramando lixiviados por todos lados, provocando contaminación que puede llevar a epidemias contra quienes viven cerca.
El problema, de acuerdo con lo que dijo, es que enfrenta una sobrecarga, ya que diariamente llegan más de 60 tráileres del Distrito Federal a depositar ahí su basura, eso independientemente de la de Cuernavaca, la de Cuautla y de otros municipios que también están vaciando ahí.
Eso parece que se viene convirtiendo en un conflicto social porque las consecuencias son ya mayúsculas, el asunto es que el titular de Desarrollo Sustentable minimizó totalmente las observaciones, simplemente respondió: “Ha sí, pero no hay ningún problema, todo está bien, el asunto lo viene manejando la Federación, muy concretamente la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, ellos lo están revisando”.
No desconocemos que en efecto, dicha instancia federal tiene competencia en ese aspecto y todo aquello que tenga que ver con ecología y medio ambiente, pero de ninguna manera significa que las dependencias del estado en esa materia se desobliguen del asunto, por el contrario, es su responsabilidad directa verificar el cabal cumplimiento de normas sanitarias en casos como éste y en todo caso apoyarse con la Profepa, pero no es posible que insinúe que no es responsabilidad de la SDS.
La misma posición del funcionario nos pareció poco adecuada, porque está obligado a velar por el interés social en el estado, y aquí no importa que en efecto fuera un ámbito de competencia federal, aún recordamos acciones de gobernadores como Lauro Ortega Martínez, quien en situaciones en las que en verdad era la Federación la instancia en algún asunto con incidencia local, el señor le entraba con todo con la justa decisión de que “todo lo que ocurra en mi estado es de mis facultades y más aquello que nos afecte”.
Pero es verdad que venimos apreciando cierta pasividad y descuido de rubros bastante delicados en materia de medio ambiente y ecología, todavía no vemos acciones relevantes en la lucha por rescatar el río Apatlaco, ya declarado cuenca desde la administración anterior.
Las 15 o 20 plantas de tratamiento construidas, a fin de sanear las aguas residuales para poder darle uso a esos afluentes naturales en materia agrícola y hasta de hortalizas, siguen sin operar en su mayoría, continúan siendo “elefantes blancos”, cuya cuantiosa inversión se está desperdiciando, mientras comunidades importantes no cuentan todavía con sistema de drenajes.
Pero qué decir del trabajo de combate y prevención de la tala de monte en los bosques del norte del estado, todo el corredor Ajusco-Chichinautzin, no estamos enterados de algunos operativos, ya que siempre fueron el instrumento para combatir a los traficantes de maderas frescas.
El saqueo a gran escala se viene dando desde fuera de la entidad, algunos aserraderos que procesaban el producto proveniente de Morelos estaban domiciliados en Tlalpan, Distrito Federal, y otros del Estado de México. En su momento se les obligó a cerrar, por considerarse clandestino, y se desmantelaban bandas en forma recurrente, hoy desconocemos cuál es la labor sobre el tema.
Más allá de lo que puedan argumentar los responsables de las áreas de competencia, sí se nos antoja que en el caso del tiradero de Cuautla, el legislador federal tiene razón, no puede permitirse el exceso y menos cuando puede ser un factor de afectación a población abierta.
TAMBIÉN LO DEL ALCALDE GONZÁLEZ OTERO
Sin embargo, se ve que el señor venía muy filoso porque al mismo tiempo se fue con todo en contra del presidente municipal de La Heroica, Jesús González Otero, aplaudió la determinación del Congreso local de no haberle aprobado la solicitud de un crédito superior a 160 millones de pesos, porque sostuvo: “El municipio está de cabeza, hay un terrible desaseo en el manejo financiero y lo menos que se debe hacer es permitir que se endeuda más a la comuna”.
Aseguró que no hay inversión pública, que los pasivos ahogan las finanzas internas y no se ve un esfuerzo serio por resolver el problema, calificó a esa administración como de desastre, donde la inseguridad sigue sin límite y control con la complacencia de los diferentes niveles de Gobierno.
Igualmente causa sorpresa porque el alcalde González Otero es un presidente municipal surgido de las izquierdas, de donde proviene Rodríguez Montero. Sin embargo, la posición del diputado federal viene siendo muy crítica, hace ya meses que descalificó el trabajo del estado en materia de seguridad, dando datos y referencias de casos específicos de secuestro, extorsiones, desapariciones en toda la región oriente, en un contraste de números con el Gobierno estatal.
Pero ahora vuelve a aparecer con argumentos igualmente preocupantes de lo que pasa en ciertos aspectos de la actividad gubernamental, pero además aporta elementos que le dan veracidad a sus declaraciones. Y como buscando mostrar que no quería sorprender a nadie, invitó a compañeros reporteros a verificarlo en campo. “Yo los invito a que vayan a hacer un reportaje de lo que pasa en ese tiradero de Cuautla, se van a ir de espaldas, me estoy quedando corto en las apreciaciones, aquello es un muladar y mucha gente puede ser afectada por los fuertes olores que despide”.