Decimos esto porque el pasado sábado el tricolor tomó protesta a consejeros y delegados en cada uno de los 33 municipios. Para tal efecto, se organizaron asambleas y eventos que fueron o debieron ser conducidos por enviados del CDE y el dirigente municipal en cada territorio.
En la mayoría se cumplieron los objetivos, menos en Miacatlán, porque ahí los históricos caciques representados por las familias Rivera Bello y León y Vélez dieron muestras del salvajismo político y de los inadmisibles métodos que se practican todavía en plena alternancia del ejercicio del poder.
Primera falla: que el dirigente estatal, Jorge Schiaffino Isunza, enviara como responsable de conducir la asamblea, a Bernardino León y Vélez, hermano de Francisco y primo de Ángel Rivera Bello, personajes de oscuros antecedentes y repudiado proceder desde hace muchos años. No obstante que las normas y estatutos partidistas establecen claramente que la reunión tenía que ser en un espacio público, no en uno privado, ésta se llevó a cabo en la casa de Dulce Benhumea, cuñada de Ángel Rivera.
Pero además, en esas reuniones, los únicos facultados por el partido para hablar, eran el dirigente municipal y el enviado del CDE, pero aquí el principal orador, sin que tuviera vela en el entierro, fue Francisco León y Vélez y lo hizo para destaparse como aspirante único a la alcaldía. No obstante lo grave pasó después. Tratándose de un acto público, el doctor Hipólito Jaimes Jaimes, por cierto, otro aspirante a la comuna, comenzó a tomar video, como lo hacían otros concurrentes.
Desde el templete, León y Vélez le pidió no hacerlo. Se entiende que no quería que se diera testimonio en imagen por las irregularidades antes señaladas. Hipólito le dio la cámara a su nuera Giovanna Shantal Sánchez para que lo siguiera haciendo, pero fue ahí cuando unos cuatro sujetos, además de Francisco, se le fueron a golpes a ambos, les quitaron el equipo y los echaron del evento. La asistencia era controlada por los caciques antes referidos. Ya los afectados iniciaron las denuncias correspondientes en la carpeta de investigación FTC/422/2014 y desde luego, impugnación respecto a la asamblea ante el partido, pero lo penoso es que la misma sociedad siga tolerando a estos delincuentes y sobre todo, permitiéndoles todavía acceder a cargos públicos, debieran estar tras las rejas.
SEDESOL, UTILIDAD ELECTORAL
En otro tema, son muchos los señalamientos que se viene haciendo respecto a que el delegado estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Jorge Meade Ocaranza, viene utilizando los diversos programas asistenciales y de apoyo colectivo para generar expectativas electorales propias al corto plazo. No sólo eso, que buena parte de quienes colaboran en esa dependencia se vienen despachando con la cuchara grande en lo que se refiere a concesiones para instalar guarderías y, por supuesto, auto asignarse recursos federales para supuestos proyectos, convirtiéndose en juez y parte.
Ni siquiera se trata de fortalecer las estructuras del Partido Revolucionario Institucional al que pertenece Meade Ocaranza y la mayoría de los que lo acompañan en la delegación. No, el proyecto es orientado a acrecentar sus activos electorales de manera directa, porque el hombre va por una posición partidista en las elecciones del 2015.
Ha venido simulando contender por la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca, sin embargo, quienes están cerca de él sostienen que en realidad va por una diputación local o federal, pero por la vía de la representación proporcional, consciente de que ganar en las urnas no es nada fácil , además de que se necesita invertirle mucho dinero. El asunto es que desde el interior de la dependencia hay quienes hacen señalamientos en relación a que en buena medida, el trabajo de asignación de apoyos lleva una elevada dosis de clientelismo político, distorsionando la nobleza de los programas asistenciales.
ROSALINA, NO ESTARÍA MAL
Y sobre el proceso de relevo en la coordinación de la fracción parlamentaria del tricolor en el Congreso local, se ha considerado que pudiera ser la diputada Rosalina Mazari Espín quien se quedara al frente, una vez que Isaac Pimentel Rivas fuese relevado. No estaría mal, es muy buen elemento, y de ello ha dado muestras constantemente.
Conocemos parte de su trayectoria: como diputada federal desarrollo un intenso trabajo de gestión para sus representados en la zona sur, bueno, fue la que gestionó y no teniendo representación alguna en ese tiempo, el distribuidor vial que está a la entrada de Puente de Ixtla. Debió incluso aventarse un tiro con el ex gobernador Marco Adame, que le saboteó y le retrasó el proyecto.
Es además vista como una legisladora responsable y honesta. Cuando se ha requerido levantar la voz para señalar arbitrariedades, lo ha hecho. Trae a salto de mata al alcalde de su tierra, Julio Espín, porque es realmente un rufián. Hay que ver cómo se desarrolla el proceso de reestructuración de mandos en la coordinación partidista, pero sería interesante que le permitieran asumir esa responsabilidad, haría buena labor, y mire que el partido lo necesita.
Esa posición es muchas veces utilizada de mala manera, para hacer acuerdos y hasta negocio con los otros dos poderes estatales. Lo hemos visto en reiteradas ocasiones, traicionando la confianza popular.
La conducta de Rosalina no va por ese camino, sabemos de la rectitud que la caracteriza y por eso estimamos que al mismo partido y al grupo les conviene, porque necesitan mejorar su imagen en todos los sentidos y ella abonaría en buenas acciones, pero no van a faltar inconvenientes, de eso estamos seguros, conociendo a muchos de los miembros de la fracción.