Ella se metió casi a la fuerza a la candidatura por el Gobierno estatal en el 2006 y sabe perfectamente que ese solo hecho le representa grandes dividendos, aunque en las urnas sea apabullada.
Es muy sencillo, para un aspirante a la administración pública estatal, el partido que lo ampara destina millones de pesos para todo tipo de promociones y gastos de campaña, al final la mayoría de los recursos no son utilizados y ello económicamente redunda en beneficio del candidato.
Pero en el caso de Maricela, su paso por la presidencia del instituto político fue lo que le dio grandes beneficios, las prerrogativas casi íntegras se las quedaban ella y Guillermo del Valle Reyes, que fue asimismo el dirigente que la sustituyó cuando ella terminó su periodo.
Lo menos que se afirma es que la señora cuenta con diversas residencias en esta capital estatal, tiene franquicias de gasolineras y algunos salones de eventos, en Tepalcingo o Axochiapan, donde residió por muchos años tras arribar de su estado natal, Puebla, cuando era niña.
Pues la poblana ya se volvió a apuntar en la lucha por la candidatura al Gobierno de Morelos para el 2012. ¡Claro! sabe que para esta ocasión las condiciones son muy distintas que las del 2006, sin embargo, tanto ella como otros acelerados no son la mejor opción para los intereses electorales de sus respectivos partidos.
Y decimos que otros, porque tanto en el Partido Acción Nacional (PAN) como en el de la Revolución Democrática (PRD), igualmente existen aquellos que andan haciendo precampaña desde hace meses.
Nos referimos a un Adrián Rivera Pérez por parte de los azules, el hombre tiene ya una buena carrera y formación, desde líder municipal de partido, diputado local, diputado federal y ahora senador.
Pareciera además cercano al presidente Felipe Calderón Hinojosa, es decir con todas las posibilidades de alcanzar sus sueños, porque además tampoco hay cuadros fuertes al interior del panismo que le disputen esa posición.
Del lado del PRD el que anda muy acalorado desde hace tiempo es el tabasqueño Graco Ramírez Garrido, igual que Adrián, tiene mucho contacto con el líder nacional Jesús Ortega, más aún, se aprecia que fueron cómplices en el conflicto interno cuando se reestructuró la presidencia nacional del instituto para no dejar pasar a Alejandro Encinas, entonces también parece ser el más cercano.
Pero los tres, Maricela, Graco y Adrián no son garantía alguna de triunfo, cualquier otro podría dar más la pelea y ser mejor contendiente que ellos en sus respectivas trincheras, todos sufren de un impresionante desgaste por circunstancias diversas, como decíamos, la poblana se fue recio con los dineros cuando pasó por el CDE, eso lo tienen en mente la mayoría de priístas, además ya viene de una lamentable derrota, fue tercer lugar en la contienda, pero muy lejos, porque Marco Adame ganó, pero Fernando Martínez Cué fue quien se le acercó mucho.
Adrián tiene una serie de conflictos internos en su propio partido, hace buen rato que no comparte eventos con el mandatario estatal, porque se habla de diferencias de fondo. Eso sería lo de menos, pero no cuenta con el apoyo de la mayoría del panismo, sería una candidatura de alto riesgo.
En lo que corresponde al tabasqueño nunca podrá borrar su pasado, aquellos viejos tiempos en que cobraba en el Instituto Mexicano del Café (Inmecafe) en la administración del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez.
Claro, después pasó a la nómina de la Lotería Nacional, porque el director general era un paisano suyo y que decir del trabajo que le hizo a Ernesto Zedillo para que pudiera destituir a Jorge Carrillo Olea como Gobernador de Morelos en 1988.
Eso lo saben casi todos los líderes activos del PRD, en ocasiones lo disimulan, pero de ninguna manera están dispuestos a que un avecindado, con poco trabajo real para el estado, sea el agraciado. Si eso se diera, habría ruptura interior, por eso decimos que andan acelerados, pero ninguno de los tres son garantía de triunfo, así que mejor deberían permitir que emerjan nuevos cuadros.