Sin duda que el haber sacado de en medio a quien fuera oficial mayor, César Cruz Ortiz, es un gran paso, a este personaje se le atribuían una serie de acciones de dudosa legalidad, sobre todo en aspectos como el de la seguridad pública, pero se necesita mucho más que eso para poder corregir algunas deficiencias que empiezan a pesar en el desempeño integral de esa gestión.
En estos días se habló mucho de una nueva limpia de estructuras en lo que se refiere al capital humano, porque un alto porcentaje de quienes siguen en las nóminas obedecen a intereses políticos distintos a los del propio alcalde, pero de pronto se afirma que se dio marcha atrás y que no se mueve nada, ¿porque estas indefiniciones?
El asunto es que los enemigos del edil se multiplican, van encontrando muchos elementos para arremeter en su contra y no están perdiendo el tiempo, los medios informativos dan fe día a día de lo que aquí referimos, parece que el buen trato se está terminando.
Para acabarla de amolar, algunos de los muy anunciados proyectos de obra de mucho interés como el segundo nivel de Plan de Ayala, sufren reveses desde esferas federales como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que habla de insuficiencias en la elaboración del proyecto.
Se requiere de forma urgente desarrollar algún proyecto importante, se nos antoja que sea en materia de vialidad, para poder recuperar terreno, porque por todos lados lo comienzan a obstaculizar.
El problema es que el mismo alcalde no acaba de definir su posición frente al proceso de reestructuración del CDE del Partido Revolucionario Institucional (PRI), algunos se están colgando de su figura para llevar agua a su molino, como Víctor Manuel Saucedo Perdomo.
Por cuestiones de antecedentes en su desempeño en cargos públicos, Saucedo sigue trayendo una pesada carga de animadversión en su contra, cuando se cuelga de la solapa de Manuel, lo único que hace es salpicarlo, de ahí que sea casi impostergable que se sacuda a ese personaje que asegura tener su apoyo para buscar la presidencia del tricolor.
No vemos otra salida que una profunda reestructuración de mandos en la comuna a fin de darle fuerza al equipo de trabajo y poder enfrentar los embates de los adversarios políticos que irán subiéndole de tono a la crítica para desgastarlo en sus aspiraciones por la gubernatura del estado.
En tanto eso no ocurra, continuará con mucha desprotección, porque ni el partido ni la fracción parlamentaria en el Congreso local sacarán la cara por él y mire que lo está requiriendo.
Pero como que también ha faltado idea y estrategia para responder a las campañas negativas contra la alcaldía y ponderar las cosas buenas que esté desarrollando la administración.
Se aprecian una serie de inconsistencias e indefiniciones en materia política y de gobierno, eso nos lleva a considerar que hacen falta verdaderos asesores, que se antepongan a los inconvenientes y con razonamientos conduzcan al edil por el camino correcto para no continuar con determinaciones ambivalentes que muestran determinaciones erráticas.
Dadas las favorables condiciones bajo las cuales llegó a la presidencia Manuel Martínez, era para que a estas alturas no hubiera ninguna duda de su liderazgo en todos los espacios y terrenos, incluyendo a su propio partido.
Más aún, fuente obligada a consultar para cualquier decisión relacionada con la posición de grupos en el Congreso local o la elección de cuadros para la búsqueda de la presidencia del PRI.