Se pronostica por lo tanto una baja concurrencia, el abstencionismo ronda por todos lados, derivado de tantos incumplimientos, pero sobre todo las complicidades con las que se vienen conduciendo los representantes de los tres poderes de gobierno: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El estado de cosas en el que vivimos es en buena medida, producto de todo este mal comportamiento que exhibe una pérdida de ética, de vocación de servicios, de honestidad de los políticos, que sin embargo, pareciera que le apuestan a la ignorancia y a la insuficiencia de información. En concreto, piensan que nos toman el pelo y que no nos enteramos de todos los arreglos y componendas a las que llegan cuando la situación lo amerita.
Podemos decir que la mayoría de las instancias públicas en este país y el Estado se encuentran en quiebra, la recaudación es insuficiente para poder llenar las ambiciones y los bolsillos de toda clase de personajes que pululan en los pasillos del poder y que se benefician a manos llenas con base en el presupuesto público.
Sin embargo, nada les causa pudor o vergüenza, hoy mismo podemos ver en algunos medios nacionales de información, las ofensivas cantidades de dinero que algunos políticos han depositado en paraísos fiscales en alguna parte del mundo a fin de no pagar impuestos y de maquillar su enriquecimiento, eso simplemente debería ser condenable y sancionable en este territorio donde las tres cuartas partes de la población enfrentan condiciones desafortunadas de pobreza.
Pero no los hace entender de ninguna manera, por eso vemos hoy un desánimo colectivo de cara a las elecciones del 7 de junio del presente año. A diferencia de otras ocasiones, el pueblo nada quiere saber de aquellos que hacen hasta lo imposible por caerles en gracia, a fin de convencerlos de que les den el voto.
Pero reiteramos, la peor carta de presentación es haber “servido” ya en algún cargo de representación o como funcionario público, porque a partir de ahí comienzan las dificultades, el ciudadano no olvida las humillaciones, falta de atención y desprecio con el que lo trataron cuando necesitó de algún trámite o ayuda.
Tampoco de la ocasión cuando se lo topó en la calle y ni por error lo volteó a ver, a pesar de que cuando fue necesario requirieron de su sufragio, todo eso se va acumulando y al final se llega a una enorme factura por cobrar y lo más recurrente ha sido que lo haga en las elecciones, no le queda de otra manera, es la única oportunidad de desquitarse.
Y de los que estamos aquí hablando, lo entienden muy bien algunos de los que ya andan en precampaña en las calles. Hay a quienes los han recibido a huevazos y por el oriente de Cuernavaca hasta con arma de fuego, de acuerdo a algunos testimonios que tenemos, es decir las cosas están muy feas, pero hay sobradas razones para el enojo.
Es por eso que de pronto hay cierta sorpresa por el ánimo con el que la gente viene recibiendo a Cuauhtémoc Blanco, en las pocas ocasiones en que se ha presentado como aspirante a la alcaldía de Cuernavaca, ya sea por su carisma, el futbolista tiene gracia, dijeran algunos, es banda de Tepito en el Distrito Federal o por la fama que logró como deportista. El caso es que es al único que no le chiflan, ni lo corren, por el contrario, se ve asediado porque todo mundo quiere su autógrafo.
Esa es la cosa, un empresario decía al reportero: “es algo poco entendible, yo en mi empresa hice una encuesta a 30 clientes de medio y alto nivel social, les pregunté por quién votarían en la contienda por la presidencia municipal de Cuernavaca, 26 dijeron que por Cuauhtémoc, cuatro se abstuvieron y explicaron que preferían que fuera él, a que los políticos de siempre siguieran robando”.
La pregunta es ¿hasta dónde vamos a llegar en esto de la corrupción política? A veces se piensa que no hay límite, porque cada vez son más sorprendentes las evidencias de cómo se llegan a enriquecer personajes de ese mundo en el ejercicio del poder, sin siquiera guardar las formas y sobre todo con total desprecio a quienes viven en el hambre y la marginación por la ausencia de oportunidades.
Comenzamos a intuir que habrá castigo del electorado y a la absoluta mayoría de los partidos, sobre todo porque no ven cuadros de calidad. Ya lo decíamos, si hacemos una revisión de aquellos que ya se sienten candidatos, encontraremos que más del 80% son rostros conocidos y no por su buen desempeño, políticos que ya han pasado por posiciones diversas y que llevan décadas viviendo del presupuesto.
E igual, ayer los vio contender por el PRI, luego se fueron al PAN y hoy a lo mejor en el PRD o algún otro instituto, porque si no les dan juego, se enojan, caso concreto el del diputado Manuel Agüero Tovar, dijo haber renunciado al tricolor para sumarse el PRD como posible candidato a la alcaldía de Jiutepec, que porque uno de los dirigentes de ese partido no lo saludó.
Sabemos que fue sólo una excusa, las razones fueron otras, pero están acostumbrados a mentir sin la mínima dificultad, lo único que les interesa es estar bien y seguir ganando dinero fácil, porque habría que preguntar ¿cómo políticos qué nos han dejado sujetos como Agüero? Nada en absoluto, pero continúan colgados de la ubre y si nos dejamos, ahí continuarán indefinidamente, así que usted tiene la palabra, en esta ocasión más vale que cotice su voto y analice, por lo menos hágalo por el menos peor.