Recordará que muchos grupos y liderazgos se inconformaron por la manera como, a nivel local, se habían asignado los espacios, violentando el procedimiento, razón por la que la dirigencia naciónal decidió abrogarse la facultad de hacerlo directamente, declarando acéfalas todas las candidaturas y desde luego, con el compromiso de acabar con las dudas de imposición.
Salvo dos o tres modificaciones, la lista se apega a la que ya se conocía, LO QUE para muchos militantes fue una especie de burla, porque no se hicieron los cambios reclamados, pero además, pareciera que en ciertos ayuntamientos y distritos se juega a perder.
Las reacciones se dieron sustancialmente porque se advertía que los grupos comandados por Maricela y Amado se habían despachado con la “cuchara grande”. Los espacios más importantes y seguros los reservaron para aquellos que comulgan con sus intereses, pero una mínima revisión de los datos a conocer por el CEN, revela que se mantuvieron tal cual.
Para acabar pronto, la dirigencia nacional avaló todo lo que se había dado y que mostraba un caciquismo aberrante en ese instituto político. Familiares de personajes incrustados en el tricolor fueron privilegiados con candidaturas que, a juicio de la militancia, se va a perder.
Bueno, en lo que corresponde a Cuernavaca, reiteramos aquí que las cosas no se modificarían, es decir, que la atracción del proceso de elección por parte del CEN no tocaría la capital, porque el acuerdo estaba muy consolidado entre los aspirantes a esa comuna, de ahí que Maricela Velázquez Sánchez siga al frente del proyecto electoral.
Aquí por lo menos se comienza a apreciar que los acuerdos evitaron rupturas y Matías Nazario Morales, que era el otro aspirante fuerte, ha dicho que trabajará con todo por alcanzar el triunfo, es decir, van en unidad y eso seguramente les da posibilidades.
Pero no se logra entender cómo es que en Temixco, la candidatura a la diputación local, que incluye al municipio de Emiliano Zapata, se la dieron a César Cruz Ortiz, quien fuera depuesto en el cargo de alcalde por el problema del etanol en el trienio 1994-1997. Aquí quien tenía el mayor capital electoral priista era el regidor Dante González Lagunas, que hasta donde sabemos, hizo un intenso trabajo territorial para ganarse ese espacio. Tenemos entendido y con justa razón, que se llevará sus activos a otras trincheras, muy seguramente, al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y bueno, por lo que toca a los amarillos, quien se perfila como el virtual candidato por ese distrito, es Miguel Ángel Tovar Martínez, también con mucho liderazgo, es decir, que se la llevaría de calle, porque no tiene enemigo enfrente, luego de que el PRI pareciera haber decidido entregarles la plaza.
Otra aberración la encontramos en Miacatlán, una alcaldía dominada desde hace décadas, por lo menos en lo que se refiere al priismo, por los Rivera y León y Vélez. El candidato a la alcaldía será otra vez Francisco León y Vélez, quien ya sido ya dos o tres veces edil y diputado local, igualmente con un enorme desprestigio a cuestas. Bueno, en este caso en particular, les pronosticamos que enfrenta un procedimiento legal que muy posiblemente lo saque de la jugada, porque la denuncia en su contra es suficientemente delicada y hasta donde nos quedamos, está sustentada, así que habrá que esperar.
De ahí nos podemos ir a Mazatepec, donde la candidata a la presidencia es la esposa del aspirante perdedor al gobierno estatal en la elección del 2012, Amado Orihuela Trejo y si le gusta, pasamos al distrito local de Cuautla norte, en donde la candidata del PRI a la diputación local, es Laura Viridiana del Valle, hija de Guillermo del Valle Reyes, delegado estatal del ISSSTE y pareja de Maricela Sánchez Cortés.
Pero ella también logró instalar como candidatos a sendos distritos locales a Javier Mújica Díaz en Jiutepec y Enoé Salgado Jaimes en Jojutla, así de fácil; claro, le anticipamos que -a menos que esos espacios ya estén negociados como sucedió en el 2012 con la presidencia municipal de Puente de Ixtla a favor de Julio Espín- por la vía del voto ciudadano difícilmente ganarán.
Se aprecia pues que en buena medida, el tricolor le viene apostando a perder la elección; estaría anticipadamente entregando cuatro o cinco distritos locales a favor del PRD, dando crédito a la hipótesis de que el gobernador Graco Ramírez Garrido logró pactar con la dirigencia nacional del PRI y con el mismo presidente Enrique Peña Nieto, a fin de que le facilitaran las cosas en dos vertientes: una, quedarse con la capital del estado, Cuernavaca a nivel de presidencia, y dos, tener fracción mayoritaria en el congreso local para enfrentar menos problemas hacia la entrega del mandato en el 2018.
Por donde quiera que se le quiera ver, hay sobradas razones para pensar que debió haber algo así, porque, sí hay cuadros competentes en la mayoría de los ayuntamientos y distritos, con posibilidades reales de triunfo, ¿por qué se optó por los menos viables?.
Esa es la inquietud hoy de aquellos que con desilusión tienen que volver a agachar la cabeza y seguir esperando otra oportunidad en el futuro o de plano, armarse de dignidad y pintar su raya, buscar refugio en otro lado donde su esfuerzo sí pueda ser más valorado. Claro, tampoco los otros partidos actúan distinto, pero eso no puede ser su consuelo, aunque todo esto no es nuevo, es la historia que se reproduce en cada proceso electoral.