Hay ciertas novedades visibles que permiten apreciaciones en torno a lo que viene ocurriendo al interior de las fuerzas partidistas, pero la insuficiente información lleva muchas veces a percepciones poco certeras frente a la realidad y en el caso nuestro, vivimos en una zona de la región centro del país donde políticamente las tendencias, en lo que se refiere a colores de partido, son diferentes al resto de lo que sucede en la mayoría de los estados.
Es decir, nuestro mundo nos lleva a consideraciones poco precisas en torno a posibles resultados electorales a nivel nacional, no debemos olvidar que Morelos se ha venido significando, desde 1988, por su tendencia hacia la izquierda, desde entonces el Partido Revolucionario Institucional a sufrido sendas derrotas en las elecciones presidenciales y si bien el tricolor mantuvo todavía el control del poder presidencial, en nuestra entidad sufría recurrentes derrotas.
Es decir, luego del cierre de esta etapa de precampañas, hay señales que muestran el comportamiento electoral en el país, encuestadoras como Parametría ofrecen algunos muestreos que nos confirman, que en efecto, nuestra percepción en lo local no empata mucho con la nacional.
Es decir, aquí y a pesar de razones sobradas a fin de que así no fuera, apreciamos a un Partido de la Revolución Democrática (PRD) competitivo y en algunos escenarios hasta con indicios de que podría llevarse la elección, en contraste, se aprecia un Acción Nacional (PAN) con serias dificultades, sobre todo estructurales como instituto y a un Revolucionario Institucional (PRI) con problemas internos, muy particularmente de unidad que podrían llevarlo a otra derrota en estas elecciones intermedias.
Sí notamos que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) va creciendo y a costa de llevarse militancia perredista, también parece haberle dado resultados al Partido Verde esa intensa campaña de promoción nacional -de la que Morelos no está exenta- a tal grado que anda con posicionamiento creciente.
Pero lo que las mediciones anteriormente expuestas nos señalan, es que el PAN, por ejemplo, sigue siendo en el contexto del país la segunda fuerza, de frente a lo que viene se estaría colocando sólo seis puntos porcentuales por debajo del tricolor, es decir 26 por 32 y un PRD francamente en picada con un pobre 13%.
La visión que se ofrece, puesto que igualmente se advierte que si hoy fuera la elección perderían su registro el Partido Humanista y el de Encuentro Social, es que luego del 7 de junio entrante, pudieran sobrevivir sólo cinco fuerzas: PRI, PAN, PRD, Morena y Partido Verde. Y es que tampoco Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo parecen estar ya en el ánimo de la mayoría de los electores, andan en torno al 2% de la intención del voto y con eso no la libran.
Pero ¿por qué el PRI, a pesar de las condiciones poco plausibles del desempeño gubernamental en este momento, sigue encabezando las tendencias? Entre otras razones, porque tiene una estructura territorial, mientras PRD y PAN suelen tener presencia regional, ellos están en todos los rincones y eso seguramente se debe a que por 71 años contaron con el manejo del poder casi total.
Aquí mismo en la entidad apreciamos ese fenómeno, los panistas, por ejemplo, se han significado por su ascendencia en Cuernavaca y el área conurbada, pero cuando nos adentramos al resto de los municipios vemos que pierden fuerza, bueno desaprovecharon los 12 años de gobierno en el Estado para lograr avanzar, hoy que ya están fuera del mando superior, se ven serios vacíos en la mayoría de las alcaldías.
En lo que se refiere al PRD, ya decíamos que desde 1988 crecieron de manera significativa, eso les ayudó a estar presentes en casi los 33 ayuntamientos y hoy como partido en el gobierno, se ve que sí lo están aprovechando. La administración pública viene dándoles recursos, sobre todo en aquellos espacios en los que le interesa sacar buenos resultados y por eso vemos a los amarillos con niveles de competencia.
En la justa electoral del 6 de julio de 1988 fue la figura de Cuauhtémoc Cárdenas la que les dio crecimiento inesperado, pero ya para las presidenciales del 2006 y 2012 las tendencias favorables se las deben a Andrés Manuel López Obrador y el solo hecho de que esté detrás de Morena, será factor que los llevará a niveles por lo menos medianos en la cosecha de sufragios y aquí AMLO va a pesar un poco.
Es decir, si bien en la entidad y por la influencia, muy particularmente financiera de parte de gobierno hacia el perredismo, pudiera ganar la mayoría de las alcaldías y diputaciones locales, en lo que respecta al país podría ser uno de los peores resultados de los más recientes tiempos, porque con el descontento que generó el dejar fuera de espacios a figuras relevantes como el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, podría haber todavía un descenso, o sea no debe descartarse que llegado el momento, Morena empate en tendencia de votos a los amarillos.
En concreto, respecto a Morelos, esa parte de la izquierda –porque también Morena se autocalifica como tal- conservará importantes espacios en el ejercicio del poder, pero a nivel federal padecerá un fuerte achicamiento, en contrario, los panistas podrían tener pobres números aquí, salvo en Cuernavaca, donde se prevé que cosecharán más o menos bien, pero en lo que toca a lo federal seguirán muy cerca del tricolor y cuidado con el Movimiento de Regeneración Nacional, a mediano plazo podría ir desplazando al PRD.