A diferencia de otros procesos electorales, es fácil percibir que en este momento la agitación popular es mínima, la pasión por los colores partidistas es apenas perceptible, los candidatos a cargos de elección popular se ven obligados a recurrir a cualquier estrategia para lograr sacar de sus hogares a los electores, que amenazan con abstenerse de ir a depositar su sufragio este siete de junio, por las amargas experiencias que tiene sobre la materia.
Desde su posición como ciudadano, no necesita estar muy documentado y enterado para considerar que los políticos le han quedado mal, basta ver su entorno cercano, donde los niveles de pobreza y abandono son cada vez más altos, los servicios públicos, por los que paga impuestos, inexistentes o de mala calidad, un desprecio total cuando necesita la gestión de alguno de sus “representantes” o de funcionarios, y una pérdida permanente del poder adquisitivo de sus ingresos ante la creciente carestía.
Con todo eso y más le basta para entender que es objeto de burla y de engaño por quienes cada tres o seis años recorren sus calles para prometerle un mundo mejor y acaban enriqueciéndose a costa de su esfuerzo. Por eso en esta ocasión lo siguen pensando mucho para decidir si vale o no la pena volver a confiar en alguien.
Y en medio de un escenario tan confuso, igualmente se aprecia que es el ámbito de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos el que conserva un buen índice de credibilidad y confianza colectiva, por eso será muy significativo el acuerdo que se tome en el coloquio “La universidad de cara a las elecciones”, a llevarse a cabo los días 11, 12 y 13 de mayo, y que es organizado por el Consejo Universitario de la UAEM.
Los temas a tratar son por demás trascendentes, a saber, crimen y elecciones; crisis de los partidos, lo que referíamos, democracia, legalidad o ilegitimidad, financiamiento electoral, por citar algunos, que seguramente llevarán a reflexiones interesantes.
Vale la pena estar atentos a las conclusiones, porque insistimos, los acuerdos a tomar con seguridad, se van a ver reflejados en lo que pase en el proceso electoral, no está descartado que pudieran inclinar la balanza en tal o cual sentido, los espacios universitarios han generado inercias en elecciones pasadas.
Todavía recordamos cómo la posición mayoritaria de la UNAM, hace ya algunos años, indujo tendencias bastante fuertes a favor de un movimiento de avanzada democrática en una justa presidencial. Bueno, en el proceso del 2012 sucedió algo parecido a partir de una visita del hoy presidente de la república, Enrique Peña Nieto, a un territorio universitario, de cuyo acto emergió un movimiento que impactó fuertemente a la zona centro del país en materia electoral. Por eso consideramos que la postura que en este coloquio se tome, pudiera modificar el comportamiento actual, incluso en las tendencias.
¿Del “bronco” al Cuah?
Y en otro tema, gran sorpresa está generando a nivel nacional el que un candidato independiente a la gubernatura de Nuevo León, de pronto encabece las preferencias y tendencias electorales y esté en la antesala de un triunfo que sentaría precedentes, pero que sería un duro mensaje para los partidos políticos, que llegan al límite de la incredulidad popular.
Sí, se trata de Jaime Rodríguez Calderón, “A” el “bronco”, un ex priísta que decidió contender por la vía de la candidatura independiente, pasó la prueba y hoy supera a su más cercano perseguidor del tricolor, con dos puntos porcentuales y lo que se pueda acumular.
Hay en torno a ello una serie de análisis y reflexiones, porque se considera que de llegar a ganar la gubernatura, independientemente de hacer historia, abriría la puerta para que en lo sucesivo, surgiera una progresiva transformación en el entorno político-electoral nacional.
Pero lo que se ha venido apreciando en Cuernavaca, en torno a la candidatura del futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo, ofrece ciertas similitudes con el caso Rodríguez Calderón. Podríamos decir que también se trata de una candidatura ciudadana, la realidad es que el Partido Socialdemócrata (PSD) tiene una presencia incipiente, reducida a la capital del estado y a algún municipio conurbado.
La competitividad de Blanco en la contienda por la alcaldía es absolutamente con base en su figura, es más y a diferencia de aquel, él sí encarna el perfil de cualquier otro ciudadano y no tiene carrera política alguna, aspecto que le genera toda esa rentabilidad electoral.
Pero el mensaje es el mismo, el electorado ha dejado de confiar en la clase-política, en su desesperación por acabar con la rapiña, el engaño y corrupción que a su juicio ha representado el ejercicio del poder en manos de políticos, opta ciegamente por salidas distintas.
Acá tampoco estamos lejos de un eventual triunfo de Cuauhtémoc, los partidos, sobre todo aquellos considerados como grandes, se resisten a aceptar el crecimiento electoral del futbolista, pero en las redes sociales y en la mayoría de las encuestas que se vienen haciendo, se coloca ya como segundo en las preferencias, pero estamos aún a mitad de las campañas y si alguien puede continuar escalando, es él.
Ya incluso algunos medios informativos nacionales empiezan a ponerle atención, bueno, al término del partido en Puebla, donde le hicieron un homenaje y anunció su retiro de las canchas como jugador profesional, los comentaristas recordaron que venía de lleno a Cuernavaca a buscar la alcaldía y desde luego anticiparon que ganaría y de calle. Igual y no es para tanto, pero más vale que sus adversarios no lo pierdan de vista, ¿no le parece?.