Pero en las dos últimas semanas remontó casi un punto porcentual cada día; aún así se decía que la ausencia de estructuras partidistas, su insuficiente financiamiento económico y un posible voto volátil no le permitirían ir más allá del segundo o tercer lugar, hoy vemos lo que está pasando, aunque aún no está definido, sin embargo, hay otra presidencia municipal igualmente interesante en lo que tiene que ver con su posible desenlace, la de Jiutepec.
Acá se llegó a pensar que el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) acabaría quedándose con la alcaldía, sobre todo, un poco antes de que iniciara el proceso, porque se apreció una cargada hacia las huestes de Andrés Manuel López Obrador, sólo que el desaseo con que se eligieron los candidatos, acabó con los sueños, perdieron la justa antes de comenzar.
Es penoso que no se acercaran para nada a las expectativas, sin embargo, el escenario se complicó entre los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rafael Reyes Reyes y el de la Revolución Democrática (PRD), Manuel Agüero Tovar, y el asunto es que se trató de una lucha desigual, el ex priísta -porque acordémonos que renunció al tricolor cuando le ofrecieron la candidatura amarilla-, llegó con las alforjas repletas de dinero y de prebendas a fin de “convencer” a los electores, mientras el otro sólo ofrecía un plan de gobierno honesto.
En estos momentos y de acuerdo a los conteos que se realizan en el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), el priísta lleva la delantera, le aventaja con unos 150 sufragios, que aunque sean pocos, muestran que ni con todo el oro, Tovar pudo lograr adelantar y eso lo deberá tener muy apenado, porque el derroche del que hizo gala no tiene nombre.
Claro, ya temeroso de lo que se venía, el pasado ocho de los corrientes intentó dar madruguete, en una rueda de prensa ofrecida en conocido restaurante de Cuernavaca, ofreció una rueda de prensa en la que sostuvo que iba arriba de su adversario con más de mil votos, la verdad es que no había tal, el conteo no miente, está perdiendo la elección y en una democracia, con un voto se debe ganar.
Es decir, viene haciendo hasta lo imposible por robarse la alcaldía, porque perder para nada estaba contemplado, fueron decenas de millones de pesos los que el gobierno estatal debió invertir como para que se tiren a la basura, sin embargo, pareciera estar contra la pared, porque ya el PRI se dio cuenta de que la tiene y anticipa que la peleará hasta con las uñas y no es para menos.
Y en el caso Cuernavaca ¿qué pasará?
Y en lo referente a la elección por la alcaldía capitalina, todavía pudieran haber más sorpresas, hay datos que muestran un completo desaseo en la contabilidad de votos, la advertencia se dio a partir de que descubrieron que la casilla en la que votó Maricela Velázquez Sánchez, apareció con cero sufragios para ellos.
Otro detalle que habrían apreciado es que, cuando en una boleta aparecían cruzados los emblemas del PRI, PVEM y PNA, en lugar de sumarlos, los anulaban. Más aún, que cuando desde la administración estatal entendieron que no había nada que hacer con su candidato, se decidió operar con todo a favor de Cuauhtémoc Blanco. Es decir, gobernar con él la capital en lugar de MVS. Por eso hay que esperar el conteo voto por voto.
Candidaturas inmorales, para atrás
Pero también ha sido muy plausible que el electorado le diera para atrás a candidaturas inmorales, “juanitas”, que aprovechando la paridad de género dictada en la nueva Ley electoral, se apoderaran de algunos espacios. Nos referimos por ejemplo a Karla Madueño, la esposa del alcalde de Xochitepec, que contendió por la diputación local en el VIII distrito que comprende a esa localidad y todo el corredor de la zona poniente de Morelos. Se quedó en el camino.
Pero también quien se quedó en el camino, es la esposa de quien fuera candidato del PRI al gobierno estatal, en el 2012, Amado Orihuela Trejo, se trata de Maximina Trinidad Pérez Coria. El aspirante del Partido Humanista la estaba venciendo hasta ayer, cuando se tenía cerca del 65 por ciento de sufragios contabilizados.
Por este tipo de componendas es que los partidos vienen siendo repudiados por la sociedad, los han convertido en bolsa de trabajo y plataforma de lanzamiento para buscar posiciones de representación o de gobierno para quienes tienen influencia y decisión.
El rechazo popular a darles entrada es evidente, sin embargo, es casi imposible que así lo entiendan, porque para esos grupúsculos mafiosos sólo cuentan sus intereses, finalmente hablamos de poder, de dinero y de placeres, mientras que el pueblo casi muere de hambre, ellos continúan llenando las alforjas y con todo descaro.