Uno de ellos es el que tiene que ver con el medio ambiente, la Secretaría de Desarrollo Sustentable tiene dos o tres asuntos pendientes, se quedó a medio camino del desalojo del Parque Ecológico del Texcal, no dio continuidad a los programas de saneamiento de ríos, barrancas y lagos, a pesar de declaraciones en el sentido de que se recuperaban algunas plantas tratadoras de agua, esto en lo que compete a la Comisión Estatal del Agua (CEA), que es otra dependencia en materia, la mayoría de ellas aparecen como “elefantes blancos”.
Incluso podría comenzar a perderse todo ese esfuerzo, inversión y tecnología, porque hay construcciones a las que no se les viene dando el mantenimiento necesario, por lo menos para conservar lo que ya se tiene. En Xochitepec, concretamente en la comunidad de Alpuyeca, hay una planta que quedó al 95% de su conclusión, ya que no se pagó el derecho de acceso y entonces nadie puede entrar y salir de ella.
Tampoco era una fortuna la que había que pagar, algo así como 60 mil pesos, pero se ha preferido dejarla en el abandono, a cubrir esos pasivos a fin de equiparla y ponerla a trabajar. Sin embargo tampoco se le ha dado seguimiento a la instalación de redes de colectores en este pueblo, porque quedaron a medio trecho. Este gobierno municipal no colocó un metro más de tuberías.
Qué decir de inversiones y trabajos que se venían desarrollando en relación a algunos caudales importantes del estado, como en el caso del río Apatlaco, que pasa por unos diez municipios; o el Cuautla, severamente contaminado por las mismas razones, falta de atención y descargas de aguas negras a su paso por las zonas intensamente pobladas.
Lo que decíamos, como que ya en este gobierno dejaron de ser prioridades, los recursos se orientaron hacia proyectos muy diferentes, como aquello de la Beca Salario universal o mujeres empresarias, ésta última acción con poco éxito, suponemos, porque no se advierte de una evolución sustancial al respecto.
Bueno, el asunto de la verificación vehicular es un programa más que está siendo abandonado, ya como que los dueños de autos entienden que eso es cosa del pasado, es decir que en Morelos no se verifica y los verificentros lucen abandonados, suponemos que muchos de ellos están en quiebra porque no se les para ni una mosca.
Hay señales inequívocas de que las unidades del sistema del transporte colectivo en las grandes ciudades del estado como Cuernavaca, Cuautla o Jojutla, dejaron de ser objeto de vigilancia, chequeo o verificación, a fin de evitar emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Más aún, aquello de que la ley en la materia condiciona que las unidades no rebasen modelos mayores a diez años, es sólo en el papel, vemos cada vez más rutas “chatarra” circulando por las calles, lanzando colas de humo como si fueran ferrocarriles, sin que alguien los llame a cuentas.
¿Y los operativos que se montaban para obligar a autos particulares y del transporte a verificar?, pues son cosa del pasado, porque parece pues, son responsabilidades que se están incumpliendo y en detrimento de la calidad del medio ambiente, prácticamente en todo el estado.
Los tiraderos de basura al aire libre son otro “foco rojo” en relación al tema que nos ocupa, no pasamos de declaraciones, aseveraciones en el sentido de que están en proceso de clausura. Y no puede ser de otra forma porque aquí tampoco se ha invertido mucho que digamos, la gran obra y que además nunca pudo funcionar cabalmente con resistencia de grupos sociales, fue la construcción del relleno sanitario en Lomas de Mejía, al poniente de Cuernavaca.
Aquello quedó en el abandono, ya nadie se acuerda a pesar de que fue bastante dinero lo que se canalizó a tal efecto, luego de ello, acaso acciones menores en el poniente del estado y en Cuautla, para medio maquillar los tiraderos que no acaban de convertirse en rellenos sanitarios.
Reiteramos, durante los primeros meses de esta administración se inició una campaña orientada a recuperar espacios invadidos por cientos de familias en la zona ecológica del Texcal, las incursiones con apoyo policiaco fueron muchas, se habló de decenas de hectáreas recuperadas, pero ya también hace mucho que el tema quedó en el pasado porque no se desarrollaron tareas de resguardo de lo que se había limpiado, el caso es que se dejó un trabajo a medias.
Sobre la Sierra Montenegro, la selva baja caducifolia al sur de la entidad, el resguardo de la zona boscosa del norte de Cuernavaca, no se tienen datos sobre acciones precisas, a pesar de que padecen cotidianamente agresiones y saqueos de sus recursos naturales.
La observación es entonces en el sentido de que todo lo que tiene que ver con el cuidado de los recursos naturales y riqueza ambiental, es objeto de descuido por parte de las autoridades “competentes”, cuando se trata de un rubro sumamente estratégico, ya que es uno de los atractivos en la oferta estatal en materia de turismo y prestación de servicios.
Hasta donde se sabe, ni siquiera se tiene ya un estricto control del número de automotores a nivel estatal, que el padrón no se ajusta a la actualidad y en Control Vehicular adolecen de información que es fundamental para poder aspirar a mantener el orden en distintos sentidos. Claro, en ello debe tener singular incidencia la improvisación de funcionarios que carecen de la experiencia y el conocimiento para el manejo de este tipo de problemas que exigen de entrega y compromiso. Nosotros nos quedamos todavía con un padrón de unas 320 mil unidades, pero hoy día deben ser muchas más.