Venían quejándose de que no les aceptaron los padrones de sindicatos agremiados a fin de participar en la convención en la que se nombraría al representante del sector laboral, ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje (TECA), además, de que la convocatoria no cumplía requisitos.
Mediante consignas e insultos a la titular actual del Trabajo, Gabriela Gómez Orihuela, buscaron presionar a fin de que les permitieran seguir manteniendo el monopolio de las representaciones, que por lo visto, les ha generado incalculables beneficios.
En ese momento consideramos que el fondo de la molestia era otra, parece que no nos equivocamos, sin embargo, no sabíamos que desde hace mucho tiempo y aún siendo funcionario en la secretaría del Trabajo, el J. J. viene siendo asesor de ese grupo familiar que en unos cuantos años se ha visto favorecido con toda clase de ventajas, desde el monopolio de contratos de obra pública para sus agremiados, hasta los espacios libres para formar sindicatos y agrupaciones de comerciantes, que sin permiso del ayuntamiento ni el cumplimiento de normas en la materia, han invadido casi toda la capital del estado, sobre todo el Centro histórico, causando daño a terceros y a la imagen pública de Cuernavaca.
En realmente inadmisible que algunos gobierno estatales los hayan solapado de la forma en que lo han hecho. El gran negocio del NGS de la familia Hernández Bringas lo iniciaron a partir del arribo de las administraciones panistas en el 2000. Todavía recordamos que fue Hernández Juárez, quien recomendó a Hugo Ayerdi para que colaborara con el entonces gobernador Sergio Estrada Cajigal en el terreno de los tribunales laborales.
Todavía la administración de Marco Adame Castillo le dio todo el espacio para que hiciera de las suyas, buscando equilibrar fuerzas entre el gremio laboral con la Federación de Trabajadores de Morelos, pero lo inédito fue que a su llegada, la izquierda mantuvo ese estatus y acuerdos con quienes, con esos apoyos y complacencia superiores, sometían a alcaldes y otras instancias gubernamentales a fin de que les dieran mano en el jugoso negocio de la obra pública y el sindicalismo.
Mal hace el ex secretario José de Jesús con mostrar un rostro que no le conocíamos, porque siempre lo consideramos imparcial en su desempeño como colaborador de Graco Ramírez Garrido, pero con lo que sucedió en esa manifestación, nos quedó claro que engañó a todos como a chinos.
Entre sus amenazas, advirtieron que van a emplazar a huelga en la mayor parte de los municipios, para obligar a los alcaldes a pagar laudos laborales pendientes, pero también aquí hay “gato encerrado”. El propósito del NGS es iniciar una estrategia pensada para que los nuevos ediles se sienten a negociar con ellos, para pedir precisamente que les otorguen los contratos de obra para su beneficio, ¿qué le parece? jugoso negocio, ¿no?
Hasta el pasado 25 de los corrientes, cuando tomó protesta el dirigente del sindicato de trabajadores de gobierno estatal como representante laboral ante los tribunales laborales, eran ellos los que controlaban esas posiciones y desde ahí desarrollaban tráfico de influencias, porque sus famosos “representantes” eran algo así como “orejas” de Hernández Juárez o al NGS. Lo mantenían informado de todo conflicto que surgía en algún municipio o dependencia, para que éste llegara de inmediato a ofrecer “ayuda” a los inconformes, proponiéndoles asesoría legal o formación de sindicatos, nada más y nada menos.
Ya se imaginará usted el berrinche que hicieron cuando se vieron desplazados de estos privilegios que mantuvieron tantos años con la complicidad de funcionarios y que para ellos era dinero contante y sonante. Y no crea que se trata de pesos o centavos, son millones. Bueno, un integrantes del NGS confió al reportero que “tengo un amigo que es líder de una organización de transporte público, el año pasado don Bulmaro le regaló un auto nuevo y otras cosas, como agradecimiento porque le acercó contratos y formalizó arreglos sindicales con él que le han dejado mucha ganancia”.
Durante la reciente campaña electoral, todavía el candidato oficial a la alcaldía capitalina, Jorge Messeguer Guillén, los utilizó para el acarreo de votantes el siete de junio, considerando que podían ser fundamentales para ganar. Debió darse cuenta al final del día que la fortaleza del NGS es una verdadera falacia, los resultados ahí están, no representaron nada. La derrota no sólo fue para el aspirante, también para esa agrupación, que además se evidenció con todo mundo.
Como le decíamos, sin duda van a intentar provocar huelgas en muchos municipios, para presionar a nuevos alcaldes, ojalá que los trabajadores no caigan en el engaño, ya lo dijimos, ellos van por otras cosas, lo que menos les interesa -hay casos que lo prueban- es defender los derechos de los empleados.
Y en lo que toca a José de Jesús Pérez, parece que el señor faltó al respeto en lo que tiene que ver con el código de ética, es decir, de acuerdo a ello, quien se desempeñó en tal o cual cargo a nivel de secretario de despacho, debe dejar pasar un año para poder participar en alguna acción que tenga que ver con el área donde estuvo. Si no nos equivocamos, fue sustituido en febrero, así que sólo han transcurrido cuatro meses, eso tampoco habla bien de él. En concreto, ya era hora que a esos movimientos que tanto dañó le han hecho a la ciudad se les ponga en su lugar, porque al paso del tiempo se transformaron en verdaderas mafias que hasta se dan el lujo de amenazar a funcionarios. De ese tamaño.