Hay una lucha muy dura entre ella y el dirigente sindical Gil Rabadán Salazar, quien ha denunciado hasta el cansancio toda serie de presuntas irregularidades sin que a nadie parezca importarle lo más mínimo.
Hace poco más de una organización puso el tema sobre la mesa y más o menos dio señales de por dónde ha venido cometiéndose todo este supuesto desvío de fondos en detrimento de las arcas públicas, pero sobre todo, de los morelenses, porque ello deriva en desabasto de medicamentos, mala calidad de los mismos, que igualmente es motivo de reacciones en diversas zonas, especialmente de la capital del estado.
¿Cuál es la respuesta a ello?, pues se intenta descargar en el Consejo de Administración todas las culpas e, incluso, en los médicos y enfermeras de lo que pasa. Porque no sólo es insuficiencia de medicinas o de mala procedencia, también se han comprado equipos y aparatos de pésima calidad que no han funcionado.
Alguien deberá intervenir, los señalamientos vienen muy respaldados, por lo menos lo suficiente como para que los órganos responsables de vigilar el correcto uso del presupuesto ya hubieran llamado a cuentas a la funcionaria, pero esto no ocurrirá porque la Secretaría de la Contraloría General de gobierno y la carabina de Ambrosio son la misma cosa. Esa instancia es más que un elefante blanco y le aseguramos que no va a proceder, pareciera que también le dan su mochada.
Pero aquí tenemos uno de los “focos rojos” de la actual administración, puede empezar a salirse de control y generar problemas de imagen al interior de gobierno, más vale un grito a tiempo que lagrimas después. Sin embargo, la señora ni sufre ni se acongoja, como que se siente muy segura, igual y sabe que ha beneficiado a muchos y que no hay manera de que la sometan al orden.
Y es cierto, el personal médico y de enfermería pueden hacer un esfuerzo profesional para ofrecer un buen servicio en las clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud, pero si no se cuenta con el apoyo instrumental ni de medicinas adecuado, poco pueden hacer. En la mayoría de los casos, cuando se acude a solicitar atención, se acaba entendiendo que ahí no se cura ni de un catarro y habrá que ir con los particulares.
CONCESIONES, BUENA JUGADA
En lo que toca a la intención de aprobar la concesión de la recolección y destino final de los desechos sólidos, así como del alumbrado público en los municipios, la actual legislatura en el Congreso local debió heredar la decisión a los legisladores que vienen.
Hasta donde sabemos, la bancada priista desarrolló todo un esfuerzo de convencimiento entre integrantes de otras bancadas a fin de que se generara un vacío y se evitara el consenso que buscaba afanosamente el PRD para sacar adelante ambos puntos, el objetivo se logró y no hubo más remedio que dejarlo para después.
Igual y en ambos temas lo más conveniente sea dejar en manos privadas la responsabilidad de ofrecer esos servicios al ciudadano, pero se nos hacía una grosería que quienes ya están terminando su mandato en los ayuntamientos y en la representación en la cámara local, determinaran algo que corresponde ya a quienes fueron electo en las elecciones pasadas.
Lo más correcto es que sean los diputados hoy electos y los ediles que tomarán protesta en primero de enero del 2016, los que decidan si se admite o no. Ya a toro pasado, los diputados mencionan que se logró generar una ausencia de 20 de los 30 que integran la legislatura, de tal manera que nunca se pudo alcanzar el número de sufragios para poder concretar el “negocio”, porque se menciona igualmente que detrás de los dos objetivos hay dinero y en buenas cantidades, que las empresas interesadas en obtener las concesiones soltaron el cuerpo y ofrecieron apoyos por todos lados, tanto, que se habla hasta de operadores externos y a nivel de algunos partidos políticos, por todo eso habría que valorar el esfuerzo que se hizo para evitarlo. Ya más de un personaje en el congreso se frotaba las manos por la bolsa que se llevaría con esos arreglos. Aunque se señala que los empresarios ya habían soltado una buena suma, igual y los dejaron colgados, porque no les resolvieron la tarea.
Y en lo que toca a los desechos sólidos, la estrategia en juego muestra que hay una incapacidad estatal y de los alcaldes para poder resolver el grave problema de contaminación por basura, pero en particular, para disponer de espacios de confinamiento que cumplan con las normas ecológicas, es decir, rellenos sanitarios.
Simplemente están bajando la guardia y de llegar a entregar esa responsabilidad a la cooperativa Cruz Azul que es la que buscan afanosamente los contratos, los ayuntamientos sólo se harán cargo del servicio de recolección en los pueblos y comunidades, entregando el contenido a la empresa, que lo someterá a procesamiento para el reciclaje, la elaboración de composta y la generación de energía, en menor porcentaje. Prometen acabar con los tiraderos a cielo abierto y el reguero de basura por todos lados, habría que ver hasta donde lo cumplen. Por cierto, si ello se logra, adiós a acuerdos como el de Cuernavaca con PASA.