Pero además, se apreció que la absoluta mayoría de los que aplicaron el paro de labores, más bien se tomaron el día, porque el movimiento fue apoyado con una marcha de protesta en Cuernavaca, a la que únicamente asistieron dos o tres mil mentores, cuando se supone que más de 15 mil habrían participado de esta acción que se desarrolló en otras entidades y con los mismos propósitos.
No es fácil para ellos tomar esas decisiones de rebeldía ante las autoridades educativas, las que han advertido sanciones en contra de quienes opten por la resistencia a impartir sus clases. Mínimamente recibirán descuento en sus percepciones, de acuerdo a los días que falten, independientemente de penas mayores, incluyendo la pérdida de su plaza en casos de reincidencia. De tal manera que tienen que pensarlo mucho, o en su caso, programarse con suspensiones escalonadas o por regiones, como lo venían haciendo antes de concluir el pasado periodo escolar.
Esta vez hablaron de 24 horas, es decir que para hoy martes la mayoría de planteles deberán estar funcionando cabalmente, aunque el posicionamiento sigue siendo de mantener la resistencia, en una lucha de fuerzas contra la Secretaría de Educación Pública (SEP), que ya está actuando con mano dura en casos más extremos, como en lo que pasa en Oaxaca.
Y mire lo que son las cosas, dijera el dicho, “las vueltas que da la vida”, quien hoy funge como una de las cabezas al frente del sistema educativo estatal Fernando Celerino Pacheco Godínez, director general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), hace ya algunos años fue una de las figuras centrales de la resistencia magisterial, cuando apenas se gestaba el movimiento de disidencia.
En 1982 se gestó una inconformidad más fuerte que la actual al interior del magisterio, a nivel nacional, Morelos no escapó a ello y participó decididamente. Un amigo nos envió una imagen de lo que ocurría en materia en aquellos ayeres, cuando los nacientes disidentes presionaron con todo, obligando a las instancias gubernamentales a permitirles erigirse como un movimiento alterno a lo que hoy es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En el caso de nuestro estado, se integró un comité como de lucha, y entre los que tomaron protesta se encuentra Pacheco Godínez, claro era un jovencito que seguramente hacía sus pininos en cuestiones de enseñanza, pero ya pintaba para opositor. Hoy es quien lucha afanosamente por convencer a sus correligionarios de que lo más sensato, es dejar la calle y cumplir con sus responsabilidades de docentes.
MÁS “FOCOS ROJOS” EN TRANSPORTE
El conflicto entre las Rutas 33 y 16, ocurrido el pasado fin de semana en Yecapixtla, con saldo de un muerto, algunos heridos y otros detenidos, debiera ser una advertencia a fin de que la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) se aplicara a fondo e intentara por lo menos resolver diversos “focos rojos”, los que pueden llevar a más hechos con desgracias.
A La Unión de Morelos le fueron entregados documentos, en los que se muestra cómo, al paso de algunos años, se han incrementado los conflictos de intereses por la incursión –no legal- de permisionarios que en su oportunidad estuvieron detrás del escritorio en esa misma dependencia que incluye a la Dirección General de Control Vehicular.
Los elementos provenientes de empleados de la misma secretaría y de algunos transportistas, mencionan por ejemplo el caso de Adrián Soto, quien fungiera como delegado del transporte y a la postre fuera secretario de seguridad pública con Jesús González Otero, de donde salió despedido por presuntos actos de corrupción y que aparece entre los principales concesionarios de la Ruta 16.
Se le ubica como parte de un grupo que sigue operando al interior del sistema del transporte y es encabezado por el ex secretario del ramo David Gómez Basilio. Se les acusa de ser quienes están vendiendo y regularizando permisos en la zona oriente de la entidad, “apadrinados por Noé Sandoval, director de control vehicular, órgano que depende de la SMT.
Es pues, a juicio de los quejosos, un conflicto de intereses entre funcionarios en activo y ex funcionarios que se han beneficiado a su paso por los cargos públicos relacionados con esta actividad gubernamental. La preocupación es porque la mayoría de los permisionarios de aquella región, no comulgan con sus intereses y se generaliza la inconformidad con el riesgo de que se repitan agresiones como las vividas el fin de semana.
El secretario Manuel Santiago Quijano tiene la obligación de comenzar a desmantelar esos grupos y monopolios de poder al interior de la dependencia a su cargo o las consecuencias se irán complicando cada vez más. En relación a lo que pasó en Yecapixtla, con meses de anticipación se advertía de lo que podía ocurrir, a la capital estatal llegaban grupos antagónicos que ya hablaban de lo álgido del conflicto, pero como que a nadie le preocupó, hasta que pasó la desgracia.
Insistimos, en ese importante servicio a la comunidad, hace falta aplicar cirugías mayores, hay una anarquía que raya en el exceso, no es posible permitir que las cosas sigan así, quienes están al frente de las instituciones deberán actuar de inmediato y proceder en contra de quien esté obrando incorrectamente y en el caso de Gómez Basilio, ya son demasiadas las evidencias que en efecto lo colocan en el ojo del huracán, logrando continuar beneficiándose con el tráfico de permisos, incluso por encima del actual representante Santiago Quijano.