Con esos fines se acaba de desarrollar una cumbre, a la que asistieron las naciones que mayor incidencia tienen en el fenómeno de la contaminación y desde luego, en lo que corresponde a nuestro país, a cada estado de la república se le han dado las indicaciones correspondientes a fin de aplicar políticas tendientes a la generación de energías limpias, llámense solares o eólicas.
Aquí en Morelos, hace algún rato venimos escuchando discursos y hasta atestiguado eventos en los que se habla de un “esfuerzo local sin precedentes”. En tal sentido, algo en lo que muchos se sienten sorprendidos, porque como simples mundanos no vemos por ningún lado las acciones tan destacadas, que se afirma, se vienen aplicando.
Para el lado que usted vea, se encontrará todo tipo de aberraciones y actos que sólo abundan en la degradación y depredación de nuestro entorno, ya sea a nivel de los vapuleados bosques de la parte norte del estado, el cada vez más complicado asunto de la emisión de contaminantes por flujo vehicular o la grave situación que enfrentan ríos, arroyos y barrancas, que son drenajes a cielo abiert.
¿En dónde están las grandes obras de contención de esa avanzada destructiva?, se nos antoja que sólo en la mente del secretario del ramo que con discursos redundantes, intenta hacernos creer que nos hemos sumado decididamente a la lucha emprendida por ese frente de naciones.
Ese sigue siendo el gran dilema en nuestro país. Acciones de escritorio que en nada resuelven un problema gigante que amenaza la propia existencia humana y que da fe de la demagogia persistente por parte de quienes se encuentran al frente de las instituciones locales.
Por el contrario, hoy más que nunca se ve un descuido casi total de nuestra riqueza natural en el corredor Ajusco-Chichinautzin, decretado reserva ecológica desde hace décadas, la tala inmisericorde no se detiene, las zonas arboladas van desapareciendo progresivamente.
En su oportunidad, al menos se desarrollaron operativos de vigilancia y de captura de gavillas de delincuentes y saqueadores de maderas frescas, de esa manera se lograron decomisos interesantes y aprehensión de los depredadores.
Se llegó a saber por ejemplo, que muchos de los que traficaban con el producto venían de empresas instaladas en el viaducto Tlalpan en la ciudad de México y más o menos se pudo bajar el índice de destrucción, pero se abandonó la tarea.
Ahora bien, más allá de declaraciones, no se ha dado un solo paso en la modernización del sistema estatal del transporte, que es el que más contamina el ambiente en ciudades como Cuernavaca, todo se basa en promesas y acciones no aterrizadas.
Y si bien se impulsan, en esa materia, proyectos como el Morebús, parecieran orientarse más a la búsqueda de negocios privados, que para resolver el delicado tema del eterno desorden que se padece en la prestación de tan importante servicio.
Donde más por experiencia de quien está al frente de la Comisión Estatal del Agua (Ceagua) que por inversión, se ven algunos resultados, es en materia del vital líquido, por lo menos se vienen echando a caminar las plantas de tratamiento construidas en la administración anterior y que quedaron a medias, pero todavía es mayor el volumen de aguas residuales y negras que no son tratadas y que van a contaminar los afluentes sanos, lo vemos en todos lados, no se diga en la zona conurbada de Cuernavaca.
En cuestión de residuos sólidos andamos todavía peor, Cuernavaca no cuenta con un relleno sanitario en el cual depositar cientos de toneladas de basura que diariamente produce y tiene que contratar espacios foráneos para medio salvar la situación, ¿dónde está el trabajo ejemplar en este aspecto?
Se insistió mucho en que con la apertura de nuevos proyectos sobre el caso, se cerrarían decenas de tiraderos a cielo abierto, que son focos de contaminación con graves consecuencias, pero no hay nada firme, sólo promesas ocasionales.
Bueno, se intentó llevar la solución a la contratación del servicio de una empresa privada, la Cooperativa Cruz Azul, que vendría a acabar con todos esos males, haciéndose cargo de la recolección, confinamiento y tratado de los desechos, luego de la firma de un contrato. Pero como hubo una cadena de reacciones en contra, se decidió hacer el tema a un lado y ahí nos encontramos.
Desde luego que no son problemas sencillos de resolver, se requiere de mucho presupuesto, independientemente de tener que buscar los espacios, en lo que corresponde a los rellenos, con las consecuencias protestas y resistencias sociales, pero de cualquier manera la obligación oficial es encontrar una salida correcta.
En lo que respecta a la generación de energías limpias para sustituir a los combustibles fósiles, que son más dañinos al entorno ecológico, la realidad es que nos encontramos en pañales, sólo los observamos en exposiciones de congresos, pero en la práctica no existen.
Mucho se ha dicho en convertir el bagazo de la caña de azúcar en un energético, como ocurre en países como Brasil, es una propuesta también de escritorio y acaso se dan intentos por otras vías en lo que corresponde a compromisos con el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en lo que respecta al parque tecnológico ubicado en el municipio de Xochitepec.
Nos tocó asistir a un evento en el que se firmaron acuerdos en la materia, además de otras ramas de la investigación tecnológica, pero eso fue hace unos dos años. ¿Qué ha pasado en lo sucesivo?, porque no vemos tampoco nada claro, por eso decimos que no hay tal.