Algunos grupos, como el de Acción Nacional (PAN), habían ya decidido apoyar la demanda de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC), que fue la que les ha hecho llegar elementos que a su juicio, son merecedores de un proceso de tales magnitudes.

Los demás, seguían manteniendo en discreción sus puntos de vista. Sin embargo, el clima que se apreciaba no era precisamente de tormenta, porque como que la absoluta mayoría de los legisladores venían desestimando el peso de las pruebas, en una clara tendencia a desechar la petición con argumentos meramente políticos.

De todas maneras, el dictamen que emitan será motivo de sendas reacciones, que finalmente, causarán mayor desgaste, ya sea al Poder Legislativo o al Ejecutivo y, a decir verdad, ambas partes están profundamente dañadas en su imagen, lo que garantiza una mancha más al tigre.

A nivel de comentarios y discusiones en la calle y en los cafés, se advierte de dos factores que orientarían la posición de los diputados locales, que por la tarde habían pospuesto por noventa días hábiles su decisión:  por un lado, una especie de sometimiento temprano ante el Ejecutivo, que se evidenció, el mismo día en que se constituyeron como nueva legislatura, por el otro, acuerdos políticos del gobernador en turno con el centro.

Como quiera que sea, si el Congreso desecha la exigencia, estará cargando con la mayor parte de las culpas, desde el punto de vista del ciudadano ..

Y  desde el Poder Ejecutivo como que ni importancia le vienen dando al conflicto. Algunos funcionarios de primer nivel aseguran que no pasará nada, porque existen acuerdos y compromisos recíprocos que no tienen nada que ver con el reclamo y sentir de los morelenses.

Sin embargo, hoy debería haber sido la fecha fatal, el día en que, con el posicionamiento de cada grupo parlamentario, dejarán ver claramente cuál es el papel que juegan en el recinto y aunque suene grosero, cuando llegue el momento observaremos nuevamente a diputados que se olvidaron de los compromisos de campaña y que una vez en el ejercicio de su representación, se inclinaron a favor de los beneficios que su posición les da.

Claro, en primera instancia, unos 11 legisladores, de los 30 que integran la legislatura serán los que elaboren el dictamen, pero en caso de que viniera positivo, habrá que llevarlo al pleno y ahí, se requiere de una mayoría absoluta, es decir, 20 votos como mínimo y es donde inician los problemas, pero reiteramos, ni a esa etapa llegará, ojalá nos equivoquemos.

Este tipo de temas son los que llevan a un distanciamiento cada vez mayor entre los poderes públicos y los gobernados, buena parte de las acciones gubernamentales o legislativas no tienen nada que ver con la búsqueda de soluciones a tanta necesidad del pueblo. Por el contrario, Legislativo y Ejecutivo van construyendo un entramado de tal manera que es prácticamente imposible romper las barreras de protección ante las amenazas externas.

Por eso partidos y políticos están tan desacreditados, aunque en medio de sus intereses, parece que poco o nada les interesa la opinión de las mayorías; ellos ejercen poder, derrochan recursos, la sociedad vive en medio del abandono y la miseria.

Quienes prometieron estar atentos, son los de la Coordinadora.

No obstante, electoralmente se acumulan facturas, ya muy tempranamente se viene insistiendo en que no se ve manera de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) pudiera siquiera pensar en mantener el poder más allá de las elecciones del 2018, anticipadamente se sienten derrotados y todo tiene que ver con un resultado extremadamente pobre de este sexenio a más de tres años de mandato.

Ya el elector cobró factura en las elecciones de junio del año pasado, pero por lo visto, para el proceso que viene será mucho más fuerte y todo tiene que ver también con las componendas visibles entre los poderes públicos.

                                                        DISCAPACITADOS SE QUEJAN DE DESATENCIÓN

En un asunto diferente, ayer hacíamos referencia del problema creciente de los niños de la calle, de la necesidad de que alguna institución pública, como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), hiciera un mayor esfuerzo por buscar alguna solución al tema y otro sector que se muestra descontento porque se siente desatendido, es el de las personas con discapacidad.

Hace unos días, en el Congreso local se premió el esfuerzo de algunos de ellos que participaron en un concurso de fotografía, relacionada con sus propios problemas, vivencias y necesidades y ahí, se dijo que al gobierno estatal no le interesaba nada que tuviera que con ellos.

Por las cifras que se dieron a conocer, en Morelos hay más de 150 mil personas con capacidades diferentes, que necesitan de condiciones especiales a fin de tratar de llevar una vida  normal, más allá de apoyos de carácter material para su propia movilidad, pero por lo que se pudo apreciar, los programas asistenciales en ese sentido son pocos y un tanto selectivos, no atienden a la mayoría de quienes lo requieren.

Aquí igualmente debería ser el DIF la instancia que tendría la responsabilidad de ampliar la capacidad de sus programas para un mayor número de personas con discapacidad y hace buen rato que no hay acciones significativas en ese sentido. Ya lo decíamos, salvo algunos eventos protocolarios de bajo significado, particularmente este año ha comenzado con un bajo ritmo de trabajo y las inconformidades de grupos como el referido, dan fe de la ausencia de acciones eficientes.