Las cosas siguen revueltas en esta localidad, la presidencia sigue en manos del síndico Gerardo Hurtado, pero de todas maneras las estructuras no operan al 100 por ciento, porque nadie se quiere hacer cargo de las áreas de Ingresos y Egresos, por tratarse de acciones muy delicadas.

Aquello para nada está resuelto, pero como que a río revuelto hay quienes buscan sacar ventajas y echarle más leña al fuego, en lugar de abonar en la comprensión, los acuerdos y la estabilidad, porque al final de todo es el pueblo temixquense el que tendrá que pagar los costos de un proyecto truncado por los delincuentes, llámense organizados o de cuello blanco.

Los que defienden el proyecto de Mota Ocampo van hoy en marcha a la Ciudad de México para hacerse escuchar y tratar de influir en la decisión que al respecto, está por dar a conocer la sala regional en la materia, a fin de definir el rumbo en lo que toca a la restructuración del Cabildo.

Y mientras en el terreno político la batalla continúa, también en materia legal siguen las pesquisas. El pasado 26 de los corrientes, cerca de una decena de patrullas del Ejército, Policía Federal y estatal, apoyados con un helicóptero, anduvieron casi todo el día persiguiendo a alguien en la comunidad de Alpuyeca, es decir cumpliendo con otra orden de aprehensión contra alguno de los que coparticiparon en el crimen.

Se habló de unos ocho criminales en el hecho, de los cuales murieron dos, atraparon a tres más, pero quedan mínimamente tres en libertad, detrás de ellos andan, así que el tema viene siendo atendido a través de esas dos vertientes, política y legal, pero en ambos casos no hay una solución definitiva.

Pero como decíamos, el aspirante priista que participó de la contienda y perdió, no está conforme y también abona en la disputa, sin tomar en consideración que todo eso va en detrimento de un Ayuntamiento que históricamente ha sido conflictivo y eso lo mantiene en condiciones de escasa paz y tranquilidad, por eso el enorme rezago que en infraestructura de servicios padece, independientemente de grandes cinturones de pobreza en la periferia, sobre todo.

Aquí el conflicto atañe únicamente a dos partes, la corriente que colaboró en el triunfo de Gisela Mota Ocampo y que por ese esfuerzo deberá ser tomada en cuenta y la que ahora encabeza la suplente Irma Camacho García, que legalmente tiene derechos, aunque en efecto, no aportó prácticamente nada a la campaña electoral, pero venía en la suplencia y eso es todo.

UAEM: EXIGE SUS 100 MILLONES

Y en materia de más conflictos, se aprecia que la administración pública estatal muestra algunas dificultades de carácter financiero. El magisterio amenazaba con salirse a la calle para hacer valer el pago de la prestación que se le adeuda a más de tres mil de sus compañeros jubilados y que la Secretaría de Educación se resistía a cubrir.

Finalmente y a reserva de que se cumpla, la advertencia de guerra dio resultados, el gobierno se comprometió a pagar el adeudo este 19**??’ de los corrientes, con ello desactivó la bomba que amenazaba con una mega marcha también para el fin de semana.

Sólo que ahora es la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), la que viene exigiendo la entrega de 100 millones de pesos gestionados por el rector Alejandro Vera Jiménez con el secretario de Hacienda federal Luis Videgaray  Caso, y que a la máxima casa de estudios no le han llegado. Los fondos debieron ser entregados a través del gobierno del estado, que a su vez, tenía que haberlos transferido de inmediato y por lo que sostiene Sicilia no ocurrió.

Sobre el caso, el escritor y poeta Javier Sicilia fue bastante rudo, acusó incluso al régimen estatal de estar intentando desestabilizar a la universidad, buscando el estallamiento de la huelga, a fin de poder acusar a Vera de incapacidad para conducirla.

Bueno, incluso llegó a expresiones tales como “es estúpido lo que se pretende hacer”, insistiendo en que no hay ningún derecho para que el dinero siga siendo retenido, mientras el campus universitario requiere de recursos para continuar con algunas obras.

Mencionó que “le traen un odio a la UAEM porque viene apoyando algunos movimientos sociales que no son bien vistos desde el gobierno y a las víctimas de hechos criminales, y buscan venganza, sin embargo es imperdonable lo que pretenden”.

Y si esto es así, ¿dónde quedaron esos dineros?, lo único real es que se aprecia un nuevo problema entre el estado y el sector universitario. La relación entre ambos no se logra recuperar desde el asesinato del catedrático Alejandro Chao y su esposa, hace ya más de dos años.

En aquella ocasión, lo que molestó a las principales figuras de la administración pública estatal, es que el mismo rector Vera Jiménez decidiera encabezar una marcha de protesta para demandar el esclarecimiento del suceso. Ello lo enfrentó con el entonces secretario de gobierno Jorge Messeguer Guillén, quien lo amenazó, pretendiendo hacerlo desistir.

A partir de aquellos tiempos, los choques continuaron siendo constantes, sobre todo porque desde Palacio, se le ubica como un personaje que busca generarse condiciones a fin de participar como aspirante a la gubernatura estatal en las elecciones del 2018.

O sea, lo ven con preocupación y es un elemento más de distanciamiento, de ninguna manera lo quieren ver en las boletas. Más aún que se ha llegado a decir que tiene platicas y acercamiento con el líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, y podría jugarla por ahí. De todos modos, se tendrá que dar una explicación respecto a los 100 millones o todo esto crecerá de tono.