Cuando me pregunto qué haría para tener un ambiente natural, económico y social más seguro, solamente tengo una sencilla, pero muy complicada, respuesta: propiciar que las necesidades primarias de mis vecinos estén satisfechas. Digo que es sencilla porque es algo que se puede replicar por cualquier persona y que todos podríamos impulsar una misma instrucción independientemente de nuestras condiciones particulares. Sin embargo, es muy complicada ya que lograr que las necesidades primarias estén satisfechas involucra muchísimos factores que caen en los ambientes globales y no permiten que acciones locales sencillas tengan resultados eficaces en el corto plazo.
Entre las acciones que considero muy importantes, está propiciar la generación de conocimiento de y para nuestro entorno: natural, sociológico, tecnológico, económico, etc. La acción consiste en que la sociedad misma conozca su entorno, como he mencionado: la sociedad amalgame el conocimiento tradicional con el conocimiento de punta que genera la ciencia para propiciar el desarrollo sustentable.
En este sentido, la generación de información útil es de vital importancia. En la actualidad, tenemos al INEGI que está generando datos sobre nuestro entorno. Con estos datos podemos realizar análisis de problemas y proponer acciones para aumentar los satisfactores de todos nosotros.
De los datos del Censo de Población y Vivienda 2010 sabemos que en México hay más de dos millones de desempleados; en Morelos son casi 35 mil. De estos últimos más de 17 mil tienen edades entre los 20 y los 40 años. Este número visto rápidamente no parece grave para el Estado, pero si lo asociamos a que en Morelos vive un total de 1.7 millones de personas y que la familia promedio está compuesta por cuatro miembros, nos indica que del orden del 4% de las familias sus proveedores del sustento no tienen trabajo. Otro dato interesante para Morelos es que la población con algún grado superior a bachiller es mayor de 400 mil personas y de éstas más de la mitad son mujeres. En mi opinión, este último dato es esperanzador: el que las mujeres tengan acceso a mayor escolaridad indica que ellas serán las detonadoras de una verdadera sociedad del conocimiento. Lo grave es que de esas 400 mil personas con grado mayor a bachiller, más del 5% (23 mil) está desocupado. Es importante mencionar que este número elevado de personas capacitadas es una característica que tenemos que aprovechar, como sociedad, y crear los mecanismos para que los egresados de las universidades puedan desarrollar sus capacidades empresariales, intelectuales, científicas, artísticas y comerciales. De estos mismos datos vemos que la distribución de edades de la población va a cambiar y que necesitamos preparar a nuestros actuales niños para que en el futuro lideren una sociedad mayoritariamente de adultos mayores.
En estas líneas he mencionado varias veces que la formación científica es importante; por esta razón, me da esperanza que existan espacios de diversión infantil privados que desarrollen actividades en colaboración con científicos (por ejemplo El Espacio de Max). En Morelos tenemos también la ventaja de tener entre nosotros un sector científico pujante que está dispuesto a colaborar en los proyectos estatales. Espero que la CEAMA no desoiga la oferta de las Academias de Ciencias, Ciencias Sociales e Ingeniería de colaborar con ideas y crítica en la modificación anunciada del Parque Chapultepec en Cuernavaca. Esta ciudad, al igual que cualquier otra, merece lugares de esparcimiento que ilustren su privilegiado entorno natural y su fortaleza en aspectos científicos y de organización social.
La colaboración de todos genera soluciones de largo plazo. Luchemos; no desesperemos.