El evento fue organizado por el Conacyt con el apoyo logístico de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). En este evento se invitaron a los jóvenes que participaron en el verano científico, donde fueron seleccionados los dos mejores trabajos de cada área, dando un total de aproximadamente 200 jóvenes de 20 estados de la república y de 60 instituciones de educación superior.
En mi opinión, me pareció una buena estrategia del Conacyt, reunir a estos jóvenes talentosos para incentivarlos a continuar una carrera como investigadores, un aspecto que es necesario seguir potenciando en nuestro país, ya que esto ayudará en buena medida al desarrollo en todos los sectores, como se ha demostrado en diferentes países, siendo un ejemplo destacado Corea. Adicionalmente, destaca el hecho que la reunión se haya realizado en Guerrero, un estado con muchos rezagos, que se han puesto más de manifiesto en los últimos meses. Observé el interés de los jóvenes al atender de una forma muy seria la ponencia y sobre todo en la parte de las preguntas, la mayoría muy bien planteadas y críticas. En lo personal, me sentí satisfecho de haber hecho mi mejor esfuerzo y que mi mensaje haya sido acogido con entusiasmo.
Además, estar en mi tierra, con buenos amigos y colegas de la UAG que no veía durante varios años. Esto hizo que la jornada fuera redonda, muy gratificante para mí al recordar los años de estudiante de preparatoria y licenciatura; que me hubiese gustado haber participado y recibir información de esta índole, que me habría ayudado mucho en mi formación académica en esa época.
A pesar de estar en mi lugar de origen y poder dar una visita rápida a mi madre, la agenda fue muy apretada, y más aún cuando se mencionaba por los medios de comunicación de posibles bloqueos, quema de autos del gobierno, etcétera, en protesta por los acontecimientos acaecidos en Iguala en septiembre del 2014. Debido a eso, decidí emprender el regreso lo más pronto posible a mi lugar de residencia en Morelos; además, era viernes y siempre el tráfico en las carreteras se incrementa por el fin de semana.
El panorama de jóvenes entusiastas y deseosos de superarse cambió con el contraste de encontrarme con otros jóvenes que habían tomado la caseta del maxitúnel y de Palo Blanco, cubiertos del rostro con improvisados aditamentos y pedían cooperación, supuestamente en apoyo a los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Me pregunté ¿realmente lo hacían por esta causa? o ¿era para obtener recursos de provecho personal? o ¿para no tener clases? Eso sólo ellos lo podían saber y quedaba en la conciencia de cada joven. Sobre todo, reflexioné en que seguramente sus padres habían hecho sacrificios para enviarlos a la escuela a aprender, quitándose hasta el pan de la boca, y ellos no lo estaban usando para ese fin.
Sin embargo, pienso que la mejor manera de mostrar los puntos de vista, ya sea a favor o en total desacuerdo, es a través del trabajo, de prepararse cada vez mejor en las aulas, de tener pensamiento crítico y con puntos de vista analíticos, no andar destruyendo o dañando los bienes públicos o privados, sobre todo afectando a personas que estamos en las mismas circunstancias que ellos, en un país lleno de contrastes.
Prepararse y demostrar que los mexicanos podemos hacer bien las cosas y más aún que los guerrerenses podemos tener talento para hacer cosas positivas y de alto nivel, que nos llevarán a un cambio por las mejores vías, que impactará de forma importante a nuestra sociedad.
Queremos un Guerrero con jóvenes talentosos en las aulas, que posteriormente apoyen al desarrollo social, económico y político de la entidad; jóvenes bien preparados, y no improvisados que participan en el gobierno, sin formación académica ni pensamiento crítico, que sólo se dedican a hacer uso inadecuado e indebido del poder y las finanzas públicas.
En Guerrero y en otros estados de la república hay guerrerenses bien preparados, que nunca han sido invitados a participar para apoyar iniciativas académicas y de investigación científica. Tal vez, involucrar a estas personas de alto nivel académico ayude a que esos contrastes de los jóvenes en Guerrero disminuyan.