Un grupo de trabajadores de confianza del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) envió al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador una misiva pública para denunciar actos de hostigamiento laboral, de corrupción y nepotismo avalados por la todavía magistrada presidenta Carmen Cuevas López.
La carta fue difundida por un grupo de trabajadores que pidió el anonimato, ante la posibilidad de sufrir alguna represalia de la magistrada, quien en 21 días culmina su periodo como representante del Poder Judicial.
En el extenso documento enviado a los medios de comunicación, los trabajadores aseguraron que desde el inicio de la administración de Cuevas López los trabajadores fueron asediados laboralmente, no porque hicieran mal su trabajo, sino porque ella buscaba vacantes para colocar a sus amigos, familiares y miembros de su congregación religiosa, y para preservar la lealtad de varios magistrados y magistradas, otorgándoles espacios laborales para sus familiares, creando así una extensa red de nepotismo en el tribunal.
Detallaron con nombres qué magistrados han sido favorecidos por Cuevas López y, de acuerdo con el documento, una de las más beneficiadas es la magistrada Carmen Aquino Celis, cuyos hijos Juan Manuel y Juan Carlos Isaac Jiménez Aquino están en la nómina del TSJ están como juez y proyectista.
Además figuran sus sobrinos Zacarías Bahena Aquino y José Herrera Aquino, como actuario y juez visitador; sus sobrinas Yoviznah y Anahí Aquino Díaz como secretaria de acuerdos y oficial judicial, así como sus nueras Leslie Martínez y Andrea Coronel, como actuaria y secretaria de acuerdos.
La misma magistrada presidente es mencionada como la principal promotora de la red de nepotismo en el TSJ al tener en nómina a sus sobrinos Edwin Jassen y Brian López Viázcan como cajero del Fondo Auxiliar y oficial judicial.
Su jefe de seguridad, Arturo Castillo Rodríguez, es cuñado de Israel Cuevas Castillo, sobrino de la magistrada. Su secretaria particular, Leticia Pliego Ordoñez, es cuñada de su hermano Alejandro Cuevas López.
También manifestaron que, a diferencia del centenar de decretos pensionarios impugnados ante la SCJN, Cuevas López, en un acto discriminatorio, trato desigual y en pleno abuso de poder, nunca impugnó los decretos de pensión por viudez ni el decreto de jubilación de su madre y su hermana.
Los trabajadores señalaron que también se suma el maltrato constante a los empleados del TSJ, los descuentos injustificados a los salarios y el aguinaldo, así como los cambios de plaza para disminuirles su paga.
Por ello, solicitaron al Ejecutivo federal y a las autoridades del estado de Morelos que tomen cartas en el asunto, ya que la situación que se vive dentro del TSJ es insostenible para los trabajadores y pidieron que se realice una revisión al Poder Judicial local, con lo cual se podrá comprobar la denuncia que decidieron hacer pública.