La intención de voto de los magistrados, una incógnita.

Al menos tres magistrados permanecen indecisos sobre a quién darán su voto durante la sesión de Pleno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que, tentativamente, sería convocada la tarde de este miércoles para reelegir o designar a un nuevo representante del Poder Judicial para el periodo 2022-2024.

Aunque las apuestas al interior y exterior del tribunal son a que Rubén Jasso Díaz logrará su reelección por un segundo periodo, permanecen las dudas sobre su elegibilidad en un pequeño grupo de magistrados, debido a que el todavía presidente del TSJ concluye su periodo como magistrado en julio de 2023 y dejaría trunco su segundo periodo al frente del Poder Judicial.

De acuerdo con estimaciones del bloque que apoya a Jasso Díaz, este tendría asegurados diez votos – incluido el suyo- de un total de 18 votos, con lo cual lograría su reelección con un margen mínimo.
Respecto a la postulación de los otros dos candidatos, los magistrados Jorge Gamboa Olea y Francisco Hurtado, hasta ayer mantenían el debate sobre quién de ellos debería hacer frente a la postulación de Jasso Díaz.

Hasta el cierre de edición no había una definición ni tampoco se había hecho oficial la convocatoria por parte de la presidencia del TSJ para llevar a cabo la sesión el día de hoy.
Según el compromiso asumido por Rubén Jasso con todos los magistrados y las magistradas, fue que la convocatoria para realizar la elección se haría con un tiempo razonable de anticipación y, de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial, podría ser emitida hasta con dos horas anticipación.

El bloque que apoya la renovación en la Presidencia del TSJ estimó que la votación estaba dividida y que la indecisión de al menos tres magistradas y magistrados mantuvo en vilo quién podrá asumir la representación del Poder Judicial por los siguientes dos años.

Los juzgadores indecisos, que pidieron no mencionar sus nombres, informaron que analizan si efectivamente Rubén Jasso Díaz sería o no inelegible, ya que le queda un año en la magistratura, mientras que el periodo para ejercer la presidencia es de dos años.

Por la tarde noche continuaba la efervescencia y el suspenso, particularmente al interior del TSJ, en virtud de que ni el bloque de magistrados que apoyan la relección de Jasso Díaz ni el bloque de los magistrados tenían la certeza de una mayoría para ganar la reelección.