Se ordena la reintegración inmediata de la niña lactante a su madre.
Al juzgar con perspectiva de género e intercultural, una juez del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ordenó la reintegración inmediata de una niña lactante a su madre, quien fue lesionada gravemente por su pareja con un machete y sustrajo a la menor.
El pasado 23 de marzo, David “N” atacó con un machete a la mujer, de origen indígena, quien fue hospitalizada, mientras que el agresor huyó con la menor.
Tras recuperarse de las lesiones y ser dada de alta del hospital, la mujer de inmediato acudió a los juzgados familiares para recuperar a su hija.
Ante Vanessa Carmona Viveros, titular del Juzgado Octavo Familiar, la víctima narró, con apoyo de un asesor jurídico y con la presencia de una perito, cómo su pareja la violentaba física y verbalmente desde que iniciaron su relación y cómo el pasado 23 de marzo la atacó con un machete.
Detalló que, producto de las lesiones, convulsionó y fue cuando su pareja aprovechó para sustraer a la hija de ambos, que tiene un año y medio edad y todavía es lactante.
Al evaluar el contexto, las circunstancias y el origen indígena de la víctima, cuya lengua materna es el mixteco, la jueza atendió el caso con perspectiva intercultural y de género y dispuso que se le designara un intérprete para garantizarle la adecuada comunicación y comprensión del proceso legal en curso, lo que le permitió tener inmediatamente la guarda y custodia de la niña y recuperar a la menor en menos de 24 horas.
Ante la resolución de la jueza, con apoyo de la fuerza pública se ubicó al padre, quien mantuvo a la niña durante días a la intemperie y sobre una carretilla en un paraje de la colonia Lomas del Ajonjolinar en Cuernavaca.
Así, el personal del juzgado rescató y entregó a la niña a su madre y ambas fueron resguardadas de inmediato por la Policía de Género.
Adicionalmente, la jueza Vanessa Carmona Viveros emitió órdenes de protección para garantizar los alimentos de la menor y salvaguardar la integridad de la madre, por lo que determinó que el agresor no podrá acercarse a menos de dos kilómetros de ambas víctimas, y realizó la solicitud formal para que la mujer reciba una pulsera de pánico, para que en caso de que el agresor intente acercarse ella pueda alertar a la policía y existe una pronta intervención.