Sus ingresos diarios son de 250 pesos.
Manuel Escobedo Bustos, quien trabaja como chofer de taxi desde hace 16 años, asegura que por la pandemia del covid-19, aunque quisiera negar el servicio a personas que no usan cubrebocas no puede hacerlo, porque la situación económica está difícil y hay días que el dinero apenas le alcanza para la alimentación de su familia.
Refiere que en los últimos meses sus ingresos económicos bajaron en más del 50 por ciento y aunque trabaja desde las siete de la mañana hay días que obtiene 250 pesos de los cuales 150 son para la cuenta y lo demás para el combustible.
Agradece que tiene el apoyo de su esposa y juntos cubren los gastos del hogar, porque de lo contrario se vería en la necesidad de solicitar préstamos.
Manuel hace base de taxi en el primer andén del mercado Adolfo López Mateos (ALM) sin embargo, tiene que salir a buscar pasaje en la calle porque en este sitio pasa hasta cuatro infructuosas horas esperando clientes.
Dice que, por ejemplo, el miércoles solo pudo realizar tres servicios en el mercado, por lo que a las dos de la tarde decidió recorrer las calles de Cuernavaca y pudo agarrar otros tres viajes.
“El fin de semana hay más trabajo, porque entre semana está muerto. Estamos aquí desde la siete de la mañana y pasamos hasta cuatro horas esperando clientes. Por eso después de las dos de la tarde mejor me salgo a dar vueltas y a ver qué agarro, porque está muy difícil y hay mucha competencia”.
De su trabajo como taxista señala que ha realizado viajes con personas que no usan el tapabocas porque lo que hace falta es el dinero, pero también les ha pedido hacer uso de este equipo de protección para evitar ser infraccionado y también para disminuir los contagios por covid-19.