Hace mes y medio, una mujer alertó a Martín González -operador de un vehículo de la Ruta 13- sobre un hombre que iba en la unidad y se cambiaba de asiento para asaltar a los pasajeros. Afortunadamente, dijo el chofer, en ese momento pasó una patrulla, la alcanzó y le pidió auxilio, aunque el policía respondió “chin… vengo solo”.

Por la respuesta que dio el oficial, el chofer de la ruta le cuestionó: ¿para qué capacitan a los policías?, regresó a su unidad y junto con los pasajeros enfrentaron al asaltante, quien ya había quitado sus pertenencias a unas seis personas.

“Dos pasajeros se pararon de su asiento y entre varios lo enfrentamos porque el policía llegó y le dijo ‘hágame el favor de bajarse de la unidad’. Por eso creo que no saben cómo actuar ante estos hechos, no están capacitados”, dijo Martín. 

Del asalto, contó que el delincuente abordó la unidad en Buena Vista y se armó de valor porque llevaba un picahielo con el cual amenazó a seis pasajeros a los que les robó sus pertenencias como teléfonos celulares y dinero en efectivo.

A decir del entrevistado en lo que va del año los operadores de la Ruta 13 han sido asaltados en unas diez ocasiones.

Por lo anterior, consideró que los anuncios con consejos de seguridad que coloca la Policía dentro de las unidades del transporte público son sugerencias absurdas, porque los delincuentes buscan otras maneras de asaltar a los pasajeros.

Además, el trabajador del volante señaló que la mayoría de las calles está oscura, por lo que se prestan para que los delincuentes suban a las unidades y cometan los asaltos.

“Hay paradas de las rutas que nunca han tenido iluminación, como en El Vergel, La Selva y unos tramos de la avenida Plan de Ayala (donde) no hay alumbrado público y donde hay luz es por los negocios, pero estos cierran temprano”.