¿Si un genio de la lámpara te concediera vivir la vida de alguien más, de quién sería? Sin dudarlo, yo elegiría la vida de Beryl Markham. Una mujer aventurera que nació en Nairobi en 1902. Se crió con chicos de la tribu Murani. Fue entrenadora de caballos y aviadora y logró ser la primera mujer en cruzar el Océano Atlántico de este a oeste. Y también fue escritora.  

Hay quienes podrían desear la vida de un genio matemático como Issac Newton, o la de un multimillonario como Jeff Bezos. Lo comprendo, porque ¿quién no desearía esa inteligencia para la ciencia y los negocios? ¿pero y si se tratara de una elección basada en la pasión de vivir multisensiorialmente a quién escogerías?

Yo elijo a Beryl porque en su libro, Al oeste con la noche, narra varias de sus aventuras y al parecer se divirtió mucho con sus experiencias. Porque vivió fuera de su tiempo. Porque incluso en la ruina supo cómo salir adelante. Porque hizo un montón de cosas que para mí son geniales. Sé que no sólo se trata de pasarla bien cuando de ser intrépido se habla, de hecho, implica muchos riesgos. Pero sin lugar a dudas esta mujer le sacó un perfecto beneficio a su vida y no me refiero al aspecto económico sino a experiencias extremas.

Los humanos somos diversos y creo que a cada quien se nos pueden ocurrir varias vidas para esta pregunta. Han existido en el mundo personas fuera de serie con existencias super interesantes e intensas; criaturas que van más allá de los límites.

Pienso que no existe actividad más enriquecedora para el ser humano que ser un viajero explorador. En la actualidad ser alguien así no implica descubrimientos de primeras veces en el universo. Ya hay información de todo en todos lados, aunque acepto que es diferente leerlo, verlo o escucharlo por los medios a vivirlo de manera directa, eso es indiscutible.

Pero también creo que los retos para un viajero en estos tiempos son de otra naturaleza o sólo tal vez sea que me gusta el halo de romanticismo de épocas pasadas y de cosas como duelos de honor y retos físicos en la naturaleza. Aunque es inminente que los peligros de hoy son inmediatos y sin misterio, casi sin ninguna garantía de poder hacerles frente y salir bien librado. Hablo de peligros inusitados y letales, por ejemplo, un asalto a mano armada, mencionando lo más obvio. La verdad es que algunas cosas son más fáciles ahora, pero otras abismalmente difíciles en comparación. En pocas palabras hoy tenemos menos escondites y barreras contra la muerte violenta.

En fin, si me dejo llevar por el romanticismo y la ignorancia de muchos detalles que no sabemos de la trayectoria y vida íntima de tales personalidades tengo entre mis opciones otros aventureros para ser tomados en cuenta: Mary Kingsley, exploradora y naturalista; Alexandra David-Neel, exploradora de la India y aprendiz del Dalai Lama; James Cook, explorador del Océano Pacifico; Alí Bey, viajero, militar y espía; Alexander Humboldt, naturalista, explorador, geógrafo, astrónomo. Y como olvidar a David y Mary Livingstone explorador de África. Aun así, me faltan muchos y muchas por mencionar, esto sólo es una probadita de mis dioses aventureros.

Para ser sincera no existe mejor época para ser mujer que la actual. Así que hablando de manera realista (dentro de lo que cabe en un supuesto deseo) si de vivir la vida de otra mujer se trata tendría que ser la de una contemporánea o por lo menos de finales del siglo anterior. Les dejaré una lista de mujeres intrépidas que son dignas de admirarse y lo mejor de todo es que las podemos seguir en este instante en sus redes sociales.

No sé ustedes, pero cuando la vida de alguien del pasado se me hace emocionante lo investigo y me adentro en la información a tal grado que puedo llegar a soñarme en sus zapatos, o en alguna relación amorosa o de amistad (depende) o en su defecto teniendo alguna simple y llana conversación con ella o él. Eso es algo muy divertido, además me sirve para inspirarme y buscar alternativas para hacer de mi propia vida algo cada día más apasionante.

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