Sus ingresos disminuyeron a raíz de la pandemia
“Antes de la pandemia cuando terminaba de checar me iba a descansar, y ahora aprovecho para vender dulces y otras frituras en las rutas. También lo hago por la mañana porque mis ingresos disminuyeron mucho”, expresó Roberto Lara quien trabaja como checador de rutas desde hace 30 años.
Todos los días -dijo- vende dulces en las rutas y a las dos de la tarde se va para la avenida Morelos donde se encarga de checar el tiempo de diferencia que hay entre un operador y otro de diferentes organizaciones del transporte público.
Su segundo empleo lo realiza desde hace varios años, pero a consecuencia de la crisis económica que ha dejado la pandemia de covid-19 tuvo que dedicar más horas a la venta de dulces.
“La afectación que dejó la pandemia es grave, porque ahora las rutas -que pasaban cada dos minutos- ahora salen cada catorce y otras cada 25 minutos, y aunque a todos les damos a conocer el tiempo de diferencia que llevan, no todos nos dan propinas”.
Además, a decir del entrevistado, otra de las afectaciones a la que se están enfrentado es que muchas unidades ya cuentan con localización satelital, por lo que los presidentes de las organizaciones despidieron a sus checadores.
Por esa situación y por la emergencia sanitaria, en una jornada de ocho horas con mucho esfuerzo logra juntar entre 120 y 140 pesos. Sin embargo, cuando hay cierres de calles en el centro de la ciudad la afectación económica es todavía mayor porque desvían el tránsito vehicular.