Genaro agradece que su esposa lo apoya con los gastos de su casa
“Los checadores voluntarios vivimos de las propinas” afirma Genaro Guadarrama, y refiere que por eso la pandemia de covid-19 afectó mucho en su economía.
Comentó que en los primeros meses de contingencia sanitaria circulaban muy pocas unidades, y aunque trabaja todo el día a veces no juntaba ni 80 pesos, por lo que se vio obligado a solicitar un préstamo.
“Ahorita el dinero ya no alcanza ni para ahorrar y menos para salir de viaje. Nosotros vivimos de la propina que nos da el chofer, pero a veces no nos dan ni 50 centavos porque la mayoría trabajan con el sistema de barras”.
Actualmente -señaló- reúne entre 100 y 130 pesos diarios porque cada día hay mayor movilidad de personas en las calles. Sin embargo, dice, es una cantidad mínima que no alcanza para sobrevivir y agradece que su esposa lo apoya con los gastos de su casa.
De acuerdo con el entrevistado su jornada laboral es de ocho horas y ha observado que varios operadores se niegan a subir a los adultos mayores para no aplicar los descuentos del 50 por ciento.
“Es un gran problema porque no levantan a los adultos mayores, sobre todo los que trabajan a barras. Son los que más obligados se ven a no subirlos porque los patrones no lo toman en cuenta y el pasaje lo paga el chofer”, dijo.
Genaro trabaja desde hace doce años como checador de rutas y contó que por la crisis económica de la pandemia pensó en buscar un empleo formal, pero ha sido difícil encontrarlo porque tiene una lesión en la columna que no le permite desempeñar cualquier actividad.