Hace cuatro años se retiró y ahora es permisionario
Francisco Garduño Guzmán dejó el volante hace cuatro años, tras dedicar más de 30 años a esta actividad. Ahora es permisionario en la Ruta 4, donde también tiene un puesto de dulces y refrescos.
“Estaba por cumplir 60 años y ya me sentía cansado, así que mejor lo dejé y la directiva me dio permiso para vender unos dulces y además soy permisionario, pero yo creo que algún día regreso al volante por unas horas”.
Antes de trabajar en la ruta, dijo, laboró cinco años como taxista (1981 a 1986) cuando el taxi era negocio, pero con el paso de los años los ingresos disminuyeron, así como la demanda del servicio.
De su labor en la ruta señaló que, si bien, vivió momentos agradables también se vio involucrado en seis accidentes viales y el que más recuerda ocurrió sobre avenida Vicente Guerrero. Ese día el camión se quedó sin frenos, lo que ocasionó que se llevara a tres automovilistas que esperaban el color del semáforo para poder avanzar.
Afortunadamente, refirió, en ninguno de los casos hubo personas heridas, sólo daños materiales.
“De ese día me acuerdo muy bien porque se me reventó la manguera de los frenos. No me asusté porque antes de la ruta trabajé en carretera con camiones grandes y en otras ocasiones igual me había quedado sin frenos o se me apagaba el carro, pero nunca hubo heridos en los percances”.
En esos casos -explicó- lo que hace es tratar de detener el vehículo y prefiere estamparse contra un árbol o un poste a fin de no provocar daños a terceros.