Quiere estudiar porque sus ingresos como taxista disminuyeron.

Luego de 16 años como taxista, Alan considera que ante la disminución en la demanda del servicio debe estudiar una carrera universitaria para buscar otra fuente de ingresos.

Sus ingresos económicos han disminuido tanto que hace unos años se registró como conductor en las aplicaciones que prestan el servicio de transporte privado y solo así logra realizar más de 20 viajes en una jornada de diez horas.

Contó que hace unos meses terminó el bachillerato y ahora ha pensado en estudiar psicología o rehabilitación física, porque desde adolescente, cuando jugaba futbol descubrió que le gusta dar masajes, para lo cual se ha preparado al cursar diplomados en medicina alternativa.

“Ya estoy estudiando porque me cansé del taxi. Es un oficio muy noble, pero es muy cansado. Apenas terminé la prepa y voy a seguir en la universidad estoy entre psicología y rehabilitación física porque me gusta la masoterapia”.

Dijo que quiere estudiar psicología porque en su trabajo como taxista ha conocido a varias personas que tienen diferentes problemas y se desahogan con él. Incluso algunos lloran durante el trayecto y otros simplemente viajan callados.

Señaló que cuando uno de sus clientes inicia la plática él responde de manera respetuosa.  De lo contrario conduce sin decir una sola palabra, pues en ocasiones hablar con los pasajeros se puede malinterpretar, como -afirmó- le ocurrió hace un tiempo con una joven que se negó a pagar el servicio y lo amenazó con acusarlo de acoso si exigía el pago.

“En una ocasión me tocó hacer un servicio a una mujer que cuando llegamos a su destino no me quería pagar, eran 70 pesos y me dijo ‘no te voy a pagar y ahorita grito que me estás acosando’ y uno tiene que ceder para evitar problemas”.