Hay un prejuicio generalizado acerca de que los artistas mexicanos son pobres, que batallan para pagar la renta, que no llegan fácil a fin de mes. Es un prejuicio que tiene algo de cierto. México no es un país propicio para la artisteada, es decir, se puede hacer mucho, pero a pesar de las circunstancias, no gracias a ellas. Se entiende como un oficio más de necedad que de oportunidad.
Hay artistas autosuficientes y hasta opulentos, pero, si nos fijáramos bien, sin prejuicios adicionales ni rencor de clase, la mayoría de ellos nacieron ricos y supieron aprovechar las oportunidades que su entorno pudiente o corrupto les ofreció. Basta con revisar los apellidos famosos, sus carreras y su árbol genealógico. Eso no lo explica todo, pero sirve para sacar algunas conclusiones. No estoy diciendo nada, pero sugiriendo mucho.
Volvamos a los pobres artistas: en nuestro país nadie quiere que su hijo estudie literatura (pintura, música, danza), porque se dice que es una profesión que no deja dinero, a comparación de otras, como ingeniería, administración de empresas o contabilidad, que tampoco dejan dinero, pero que en la fantasía mexicana permitirían tener un trabajo seguro (risas ahogadas) y un futuro digno (carcajadas).
¿Por qué digo que la pobreza del escritor es un prejuicio? La gente hace chistes de eso, bastante desagradables, por cierto, como este: “Van dos poetas y dos narradores en una camioneta, ¿quién conduce? Un policía”. O este que no es chiste, que dice: “—¿Te vas a dedicar a escribir? —No, gracias, a mí sí me gusta comer tres veces al día”. Y no se diga de los memes que pueblan las redes sociales con figuras de artistas tipo homeless o como maestros empobrecidos (pobresores de literatura, por ejemplo).
Podría decirse que la comunidad no ayuda mucho; con solo mirar a muchos escritores de… bueno, no diré que de Cuernavaca, sino de cualquier provincia pequeña, se comprueba que, en efecto, muchos (quizás la mayoría) viven de forma precaria, con trabajos inestables y pocos satisfactores, sin cubrir adecuadamente sus necesidades (ni pensar en lujos). Claro que eso no les quita la excentricidad ni la petulancia propia de nuestro gremio, obvio.
¿Los escritores viven en la pobreza? Sí, la mayoría, entre la pobreza extrema y la medianía insuperable de ciertas horas de clases o el salario gubernamental menos las cuotas sindicales. ¿Por qué es así? No lo sé de cierto, aunque creo que eso tiene que ver con la mala salud mental de mis colegas y con su negación a la terapia, pero esto solo es una interpretación salvaje. Pregúntele sobre el tema a su escritor más cercano.
Sí he conocido escritores que merecieron la abundancia, por lo general por tres razones: a) nacieron ricos, b) su familia los mantiene o c) sus amigos les otorgan becas u otros apoyos (no tengo pruebas, pero tampoco dudas). Conocí casos extremos en que autores ya maduritos vivían en la casa materna atendiendo los asuntos domésticos, lo que les dejaba poco tiempo para escribir. Toda una desgracia.
¿Los escritores deben ser pobres? No. Y mi postura personal es la siguiente: renuncio a las clases sociales, no creo en ellas, es más, no existen. Son una teoría que, bien aplicada, produce grandes prejuicios y discriminación, además de rencor social y lucha de clases (asco).
Desde un punto de vista convencional, claro que no soy pobre, aunque tampoco he alcanzado la riqueza, pero más allá de eso, creo que lo escritores podemos mejorar nuestros ingresos de alguna forma, siempre creativa, con lo que enalteceremos nuestra cotidianidad y podremos inspirar con nuestro trabajo a más personas. Debemos ganar más y mejor por nuestro trabajo, aunque eso depende absolutamente de la inteligencia y el esfuerzo que le pongamos, pues nadie hará nada para que cambie nuestra realidad.
Soy afortunado por dedicarme a esto dos décadas, pero quiero más, tengo derecho a la ambición de bienes, merezco abundancia, aunque desprecie el estatus que eso aporta.
Última reflexión: ¿y si en vez de dividirnos en clases sociales, lo hiciéramos en clases culturales? ¿Dónde quedarían los escritores y por qué en la clase alta? ¿Tú en qué clase cultural te ubicarías? En fin, simples reflexiones, ya veré cómo hacer más dinero con mi arte y mi vocación. Gracias.
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