Muchos de ustedes han escuchado el término anteproyecto, este término es muy usado en el medio de la construcción, aunque también se usa en otras profesiones, ya que el término se emplea para desarrollar una primera etapa de algún programa, proyecto o norma, pero esa es otra historia.
El anteproyecto, como lo vimos anteriormente, es el desarrollo de la primera etapa del proyecto. En criterios constructivos y arquitectónicos, es el proceso creativo en sus inicios. Por lo regular, el anteproyecto se asocia a la elaboración de las primeras ideas implementadas por el arquitecto. El proceso no tiene una metodología exacta, cada arquitecto tiene su forma de proyectar, sin embargo, todo comienza con un pequeño trazo, aunque podríamos decir que el primer paso del anteproyecto es la visita al terreno en conjunto con el cliente. Esta visita se asocia más a identificar pros y contras del terreno, también para tener una investigación más precisa del contexto en donde se va a emplazar la arquitectura.
Así como una casa necesita cimientos sólidos, un proyecto de construcción precisa de un anteproyecto que garantice su éxito.
Su objetivo es ofrecer una visión general del proyecto que se quiere llevar a cabo, incluyendo una estimación inicial del presupuesto necesario para su implementación.
La función principal del anteproyecto sirve como herramienta de comunicación entre el proyectista y el cliente; define y cumple los principales requerimientos del cliente, interpretando sus ideas. El anteproyecto facilita la toma de decisiones que en el futuro puede ser indispensable al momento de la ejecución de obra; por ejemplo, la valuación del presupuesto de obra. Un buen anteproyecto justifica las necesidades, de diseño, espaciales y económicas.
Los principales elementos que conforman un anteproyecto en arquitectura son los siguientes:
- Conceptualización.
- Plantas arquitectónicas.
- Alzados o fachadas.
- Planta de azoteas.
- Planta de cimentación y drenaje.
- Detalles constructivos.
Avance de presupuesto y estimación global del costo