En el primer caso que tuvo gran cobertura mediática, los padres promovieron un juicio civil para exigir la reparación del daño y el pago de una indemnización, cuyo monto pagado por el IEBEM fue reservado. En el segundo, no hubo reclamación de los padres y el caso ni siquiera trascendió en los medios de comunicación.
En una tarjeta informativa al IEBEM, los directivos del plantel que narraron que la pequeña tetelcinga caminaba por el área de juegos a la hora del receso, cuando accidentalmente un columpio golpeó su cabeza. La menor fue hospitalizada en el nosocomio de la Secretaría de Salud, pero entró en coma, se complicó su estado de salud y fue traslada a la Ciudad de México, donde llegó el triste desenlace.
De acuerdo con la solicitud de información realizada al IEBEM en noviembre de 2010 y contestada nueve meses después tras la resolución del IMIPE del recurso de inconformidad RII/0552011-11, la autoridad educativa dio a conocer el número de accidentes reportados dentro de los planteles de nivel básico, el número de muertes o pérdida orgánica.
Las cifras oficiales del IEBEM indican que en el periodo 2005-2010 se registraron: en educación elemental, ningún accidente y sólo un deceso, en preescolar 131 accidentes, en primaria 89 accidentes, en secundarias generales 97 accidentes, en secundarias técnicas 258 accidentes y un deceso; y en telesecundarias 26 accidentes. Los accidentes sufridos por los docentes, principalmente por caídas, no rebasa los 30 casos.
Respecto de los alumnos, la mayoría requirió sólo curación de las heridas por raspaduras o cortaduras leves, aunque en los casos de mayor gravedad, como fracturas o lesiones incapacitantes, los escolares tuvieron que dejar de asistir a la escuela hasta por un mes.
Existen otros casos como el de Carlos, quien perdió la falange de un dedo, luego de que su mano fue aplastada accidentalmente por una puerta mientras asistía al Jardín de Niños Arnold Gesell.
Algunos accidentes son atribuidos a la inconsciencia de los alumnos al ponerse ellos mismos en riesgo, otros al mal estado en que se encuentran los planteles y algunos más simplemente al descuido, omisión o negligencia de la autoridad educativa.
En Morelos poco más de 389 mil alumnos asisten 2 mil 919 escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria que son atendidos por cerca de 17 mil docentes. Hasta el momento no existe un diagnóstico certero sobre el número de accidentes ocurridos en escuelas públicas de nivel básico, ya que la información oficial contrasta con la cuantificada por la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPFEM), que calcula que en promedio diariamente ocurren 30 accidentes (aproximadamente 6 mil durante cada ciclo escolar) dentro de los planteles de educación básica.
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