Resulta que Sputnik publicó en su cuenta de Twitter que pronto los turistas podrían viajar a Rusia y aplicarse la vacuna, al tiempo que visitan dicho país. No era la primera vez que leía algo similar, y es que Cuba también había informado que estaban produciendo muchas más dosis de su vacuna Soberana 02 de las que requieren para cubrir a la población de la isla. Esto con la intención de vacunar a los viajeros que lleguen a la isla y también de proveer de vacunas a algunos países como Vietnam, India o Venezuela.

Mientras eso ocurre en el mundo, en México la vacunación fluye lentamente y las personas más jóvenes seguimos con la incertidumbre de cuándo podremos recibir la inmunización para empezar a recuperar un poco de normalidad en nuestras vidas.

Son muy pocos países los que realmente han logrado llevar a cabo sus campañas de vacunación con una velocidad suficiente para que gran parte de sus ciudadanos hayan podido acceder a la inmunización. 

La frustración es el principal caldo de cultivo para esta nueva modalidad de turismo de salud que ha generado mucha polémica pues, estos viajes para vacunarse contra el COVID-19 no tendrán un costo accesible para todos.

Algunos medios alemanes, por ejemplo, hablaron del tema de la oferta cubana como una oportunidad de acceder a "Playas, cócteles, vacunas". Dicha vacuna está ahora en su tercera fase de experimentación y en esta se ha abierto la oferta a turistas que se animen a visitar la isla.

Este anuncio es oficial pues fue el mismo director del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba, Vicente Vérez, quien anunció en enero pasado que "los turistas tendrán la opción, si lo quieren, de vacunarse en Cuba". Del mismo modo, detalló que Cuba trabaja en crear capacidades para producir 100 millones de dosis de su vacuna para satisfacer las necesidades internas y de otros países. 

El gobierno cubano ha dicho que esta iniciativa tiene un sentido humanitario, pero que también busca favorecer el sector turístico del país. Y es que si algo es importante para la economía de la isla es, sin lugar a dudas, el turismo. En lo personal esta es la única opción de turismo de vacunación que me ha resultado atractiva.

Cuba aparte de la Soberana 02 (foto) adelanta otras tres vacunas: Soberana 01, hecha también por Finlay; y Mambisa y Abdala, producida por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.

Aunque ha generado polémica porque evidentemente hay países y agencias de viajes que sí pretenden lucrar con esta oferta turística, lo cierto es que el turismo médico no es algo nuevo. De hecho, Cuba tiene mucha experiencia con el turismo sanitario; tradicionalmente, muchos extranjeros han acudido a la isla para someterse a tratamientos de retina o citas con el dentista. Esto no solo por el costo accesible de los tratamientos, también por la excelente calidad de los servicios médicos en la isla. 

Otro país latinoamericano que busca subirse a esta ola es Costa Rica, nación centroamericana para la que el turismo también es fundamental. La estrategia es promover este destino como libre de COVID y para ello, ofrecer de manera privada el acceso a vacunación para turistas extranjeros.

Y no solo está apunando a vacacionistas ocasionales, Costa Rica apuesta por los nómadas digitales, esos profesionistas europeos, asiáticos o norteamericanos que buscan destinos de naturaleza, para estancias largas a fin de trabajar a distancia.

El turismo médico no es nada nuevo ni para Costa Rica, ni para México, sin embargo, no parece que el gobierno actual piense en promover alguna iniciativa similar, al menos en el corto plazo. Recordemos que no solo ha centralizado la vacunación, sino que ha bloqueado la posibilidad de que la iniciativa privada tenga acceso a las vacunas.

Costa Rica no tendrá fácil la implementación del turismo médico, sobre todo porque ese país de momento solo ha aprobado el uso de las vacunas de Pfizer/BioNTech y AstraZeneca. Y esos laboratorios, hasta ahora, solo están negociando vacunas con la Seguridad Social a nivel mundial. Sin embargo, el gobierno costarricense no descarta la posibilidad de que mas adelante, cuando se haya vacunado a la totalidad de su población, haya disponibilidad de acceder a vacunas en el sector privado, y ofrecerlas a los viajeros.

En eso claro que nos llevarán ventaja pues su población es mucho menor que la nuestra. En México el proceso será lento simplemente porque somos un país con muchísima gente.

Lo que ha generado polémica son casos como los de Florida, donde sin haber garantizado la vacunación a la población local, comenzaron a llegar celebridades o turistas extranjeros a vacunarse. Ese estado norteamericano ya frenó esa vacunación para privilegiados para evitar que se salten la fila.

Otro caso polémico es el de los Emiratos Árabes Unidos, pues se dice que hay clubes VIP y agencias de viajes de lujo que ofrecen a los millonarios del mundo, viajes a Dubai que incluyen las dos dosis de vacuna, pero a precios exorbitantes. 

A medida que los casos de "turismo de vacuna" empiezan a proliferar en el mundo, el rechazo a esta modalidad se ha unido al repudio de los casos de corrupción y fraude que se han presentado en la distribución de las vacunas. 

Todos queremos vacunarnos, pero no a costa de la salud de otras personas, eso al menos para mí está muy claro. ¿Ustedes qué harían? ¿Esperar su turno o apostar por alguna alternativa de esta nueva tendencia viajera?