Todos estamos hartos del encierro y el estrés, antes de la pandemia todos teníamos claro que las escapadas para veranear eran ese respiro que el cuerpo y la mente piden a gritos cada año, sin embargo, hoy el dilema es ¿debemos viajar? ¿ya es seguro? ¿cómo hacerlo sin riesgo?
Siento confesarles que no tengo respuesta para esas preguntas. Yo misma me siento en un gran dilema porque, por un lado, siento un cansancio casi crónico, derivado de un año y medio casi en confinamiento total o parcial, del trabajo remoto, de horas y horas de reuniones por zoom, de la escasa actividad física y sobre todo de casi nulo contacto social.
Por el otro lado, es claro que estamos ya en una tercera ola del COVID-19. Los contagios aumentan y, si bien la vacunación ha ayudado a reducir las hospitalizaciones, ahora se ve un despunte en la gente más joven, justo la que no tiene ni si quiera una primera dosis de vacuna hasta hoy.
Yo tengo dos hijos, un adulto joven y uno adolescente que no han recibido vacuna, y a mí todavía me falta la segunda dosis. Teníamos la esperanza de que para este mes pudiéramos hacer algún plan vacacional pero seguimos en la incertidumbre.
El descanso y la relajación son componentes importantes para el bienestar general. No en vano las vacaciones son un derecho laboral, porque el estrés afecta nuestra productividad y nuestra salud emocional también, el problema es, ¿cómo hacerlo sin arriesgarnos a contagios ni arriesgar a otros?
Los Centros para el Control de Enfermedades en Estados Unidos, por ejemplo, continúan recomendando quedarse en casa, en vez de viajar. Y es que viajar incrementa el riesgo de contraer y propagar el COVID-19. Pero si aún estás dispuesto a viajar, considera estos cuatro consejos al momento de hacerlo que nos da un reconocido hospital de Houston.
Elige bien tu destino
Antes de decidir el destino para tus vacaciones de verano, pregúntate lo siguiente: ¿Se está propagando el virus donde vivo?, ¿se está propagando el virus en donde quiero ir? Si vives en un área donde el virus se está propagando, como es el caso de la Ciudad de México, sé muy cauteloso en las semanas previas a tus vacaciones. Esto puede ayudar a reducir tus posibilidades de enfermarte y propagar inadvertidamente el COVID-19 durante tu viaje. Incluso podrías considerar posponer las vacaciones hasta que los casos disminuyan en la zona donde vives.
Si el virus se está propagando en el área a que piensas visitar, escoge mejor otro destino. Esto aplica muy seriamente para la zona de Riviera Maya, donde los casos siguen al alza. Piénsalo bien y en todo caso, mejor busca un destino al que puedas llegar en tu auto, quizá una estancia corta acampando en la naturaleza, pero evita los lugares muy concurridos y los espacios cerrados. Una vez que decidas tu destino, es importante tener en cuenta las reglas específicas a cumplir durante tu viaje.
Planea bien tus actividades
Sea cual sea tu destino para vacacionar en verano, deberás asegurarte de evitar las conglomeraciones y mantenerte a dos metros de distancia de los demás, siempre que sea posible. Por ejemplo, mantener la distancia es mucho más difícil en un centro urbano, con restaurantes y aceras siempre llenas, a diferencia de una ciudad con una expansión geográfica extendida, donde puedas conducir fácilmente de un lugar a otro.
La forma más fácil y segura de garantizar el distanciamiento social en tus vacaciones es elegir un destino que ofrezca muchos espacios y actividades al aire libre, que incluyan caminatas en un parque o área natural, pasar el rato en playas no muy visitadas, pescar en un lago, río o hasta en el océano y hasta navegar en los rápidos de un rio.
No olvides que los lugares populares al aire libre probablemente atraerán multitudes aún más grandes este verano, ya que muchas personas preferirán mantenerse en ambientes amplios y despejados, para vacacionar de manera segura durante la pandemia. Por ello también planifica tus horarios, quizá ir a la playa muy temprano es mejor que hacerlo a la hora del almuerzo, por ejemplo. Para evitar aglomeraciones en restaurantes, puedes considerar alquilar una casa con cocina o al menos con horno para calentar comida que puedas pedir a domicilio.
Para incrementar las posibilidades de mantenerte saludable en estas esperadas vacaciones investiga con anticipación. Esto puede ayudarte a evitar las horas pico en lugares concurridos que estén al aire libre, también te será útil para encontrar otros lugares y actividades que estén mucho menos llenos. Inclusive podrías tener planes alternativos, si investigas con antelación a tu viaje. Así podrás ir a la siguiente playa de tu lista, en caso de que tu primera opción este saturada de gente.
Viaja en auto privado
Los viajes más aconsejables son en auto. Esto para no tener que depender del transporte público ni acudir a aeropuertos o terminales saturadas.
Si lo comparamos con estar sentado cerca de otras personas en un avión, conducir definitivamente parece ser más seguro al momento de viajar. Pero, un viaje por carretera no es completamente seguro tampoco. Es importante que tomes precauciones adicionales al detenerte en estaciones de gasolina y paradas de descanso. Esto se suma al cuidado que de por sí en un país como México hay que tener, como el no manejar de noche en algunas carreteras o incluso evitar algunas zonas donde el crimen organizado opera impunemente.
En tu auto, ten a la mano lo esencial. Lleva contigo gel antibacterial para manos, y toallitas desinfectantes a base de alcohol, y no olvides llevar varios cubrebocas para toda la familia.
Mantente a dos metros de distancia de los demás. Durante las paradas de descanso usa tu cubrebocas, al igual que cuando vayas a una tienda de conveniencia. En ésta última, evita las filas y mantén la distancia.
Desinfecta tus manos. Considera tener una botella gel antibacterial para manos para cada viajero en tu grupo. Llévala en el bolsillo cuando no estés en tu automóvil. Desinfecta tus manos antes y después de usar el baño, y al salir de la tienda de conveniencia.
De hecho, si puedes, omite las tiendas de conveniencia por completo. Para limitar la cantidad de paradas mientras viajas, lleva tus propios bocadillos. Usa una hielera para llevar sándwiches y bebidas. Si necesitas detenerte para comer, considera ir a un restaurante con autoservicio, para evitar entrar.
En algunos casos, llegar a tu destino final en auto no será posible, por lo que probablemente debas estar en un aeropuerto y subirte a un avión. Ten en cuenta que el transporte aéreo te pone en contacto cercano con muchas otras personas, así como con una variedad de superficies que se tocan con frecuencia. Además, renunciarás al distanciamiento social durante un período prolongado mientras estés en el avión.
Para hacer más seguro el vuelo, toma decisiones inteligentes al reservar. El riesgo disminuye con las decisiones que tomas durante la planeación de tus reservas. Evita vuelos con escalas y conexiones, escoge un destino con un vuelo relativamente corto y opta por un asiento junto a la ventana.
Espárcete en la terminal aérea. Mientras esperas para abordar el avión, mantén una distancia de dos metros con los demás, el mayor tiempo posible.
Desinfecta tus manos. Lleva tu propio desinfectante para manos a base de alcohol, en presentación menor a 100 ml, y úsalo después de tocar las manijas de las puertas, pantallas táctiles de los mostradores, contenedores al pasar seguridad en el aeropuerto, barandillas de escaleras mecánicas y otras superficies y artículos que se tocan con frecuencia. Como siempre, lávate bien las manos después de usar el baño.
Elige bien dónde hospedarte
Las dos opciones típicas de alojamiento durante las vacaciones son hoteles y casas en renta. Durante la pandemia del COVID-19, puede que te preguntes cuál es más segura. En realidad, hay pros y contras para cada una.
Las ventajas de alojarse en un hotel durante el COVID-19 son que la mayoría de los hoteles de cadenas reconocidas, suelen tener estándares y protocolos estrictos de limpieza. Y muchos han mejorado aún más sus medidas preventivas durante la pandemia. Esto significa que probablemente no deberás preocuparte por las superficies potencialmente contaminadas en tu habitación. Pero también hay desventajas pues en los hoteles suele haber espacios comunes, con muchas personas. Durante tu estadía, asegúrate de mantenerte distante de las demás personas en los pasillos, elevadores y espacios comunes.
Por otro lado, alquilar una casa privada puede ser una buena manera de limitar la cantidad de personas con las que entras en contacto durante el viaje. Además, te brinda la capacidad de cocinar tus propias comidas, evitando así que dependas en gran medida de los restaurantes durante las vacaciones.
Sin embargo, el alquiler de una casa no necesariamente te garantiza el estándar de limpieza que podrías esperar de un hotel con buena reputación. Antes de reservar, pregunta acerca de las medidas que garanticen la completa limpieza durante la estancia de los huéspedes. Y, al llegar a tu casa de alquiler, te aconsejamos usar toallitas desinfectantes para limpiar las superficies comúnmente tocadas, donde los gérmenes tienden a esconderse.
Ya lo sabes, la pandemia del COVID-19 hace que la planificación de unas vacaciones de verano seguras sea un desafío. Hay muchas opciones que tomar, y algunas opciones son más seguras que otras. Sin embargo, se trata de tus vacaciones, algo que te mereces sin lugar a dudas. Dependerá de ti sopesar los riesgos y las recompensas del viaje; siempre tomando decisiones inteligentes y seguras en la medida posible durante el viaje.