La semana pasada cumplí 47 años y normalmente los habría festejado con algún viaje, sin embargo, como todos bien sabemos, la pandemia nos tiene mucho menos movidos que de costumbre. Así que, aunque me moría de ganas por irme a festejar a algún sitio, la idea de hacerlo con un montón de restricciones, protocolos y reglas me hizo desistir.
En lugar de eso, decidí hacerme un regalo que hacía tiempo deseaba: tener una hamaca en mi habitación. Sí, porque uno está acostumbrado a que la gente compre hamacas para descansar en la playa, en el jardín y hasta en un día de campo, pero ¿en tu cuarto? Ahí tienes tu cama, tu sillón favorito de lectura, ¿para qué quieres una hamaca? Bueno, pues solo porque me gusta el vaivén y lo que representa una hamaca en nuestro imaginario colectivo.
Aceptémoslo, si uno piensa en el caribe y en los países tropicales de América Latina es muy probable que le venga a la cabeza una hamaca colorida. Este preciado objeto para el descanso y la relajación se asocia, también, a otros enclaves como la península del Yucatán —y sus antiguos pobladores mayas— pero, también a algunos países de Sudamérica como Paraguay e, incluso, Europa. Lo cierto es que es difícil determinar cuál fue su lugar exacto de origen, ya que esta tiene una antigüedad de ¡Más de mil años! Así como también es difícil saber en qué momento exacto surgió.
Pero vamos por partes. Primero hablemos del origen del nombre de esta deliciosa cama colgante. Existen varias explicaciones con respecto al origen de la palabra hamaca. La hamaca, origen de la palabra y etimología se relaciona por un lado con el taíno. El taíno era una lengua indígena de la familia arawak que se hablaba por todo el territorio de las Antillas, antes de la Conquista de América por parte de los europeos. Aunque actualmente este idioma está extinto, se sabe que el significado de la hamaca en esta lengua es “red para pescado”. Algo que suena muy lógico pues, una buena hamaca siempre nos va a recordar a una red de pesca.
En otras fuentes se dice que, la hamaca, origen de la palabra y su significado está relacionado con la lengua oficial de Haití —conocida como criollo o creole haitiano—. El significado de la hamaca en esta lengua es “árbol”. Este concepto está muy relacionado también con una de las teorías sobre su origen y usos primeros.
Hay una última teoría sobre el origen del nombre, que lo relaciona con la corteza del árbol Hamack.
Pero a este artefacto del descanso tropical no solo se le llama hamaca, hay sitios donde le llaman “chinchorro”, por ejemplo en Venezuela. Justo el chinchorro es una red de pesca, que suele utilizarse para descansar también.
La hamaca es conocida, en otros lugares como hamaca paraguaya o cama paraguaya —como en el caso de Argentina y Uruguay—.
Pero sin importar tanto el nombre, hablemos de su origen. Aunque no está del todo claro puesto que lo mismo se asocia a Norteamérica, como también a Centroamérica, Sudamérica, el Caribe e, incluso, a Europa. Aunque usted no lo crea.
En muchos lugares se habla de que el origen de la hamaca tuvo lugar en Norteamérica, concretamente en nuestra mexicana península de Yucatán debido a la popularidad de este objeto en la región y a su uso desde hace cientos de años. Además de que, no podemos negarlo, las hamacas yucatecas son las más cómodas, durables y bonitas de todo el país.
Sin embargo, también se cree que hace unos mil años, aproximadamente, la hamaca fue inventada por parte de los indios mayas de Centroamérica. Se dice que la hamaca, historia y origen, concuerdan con la fabricación de las primeras hamacas mediante la corteza del árbol Hamack —mencionado arriba—. Al parecer, este material fue sustituido por la planta de sisal debido a su abundancia y a sus fibras vegetales, mucho más confortables.
La teoría sostiene que, debido a las abundantes rutas comerciales entre los antiguos mayas hacia las regiones del centro y del sur de América, la hamaca se fue extendiendo y popularizando por todos los poblados indígenas.
En otras fuentes, el origen de la hamaca ha sido vinculado a Sudamérica. Concretamente a Colombia. En este caso, se habla de que la hamaca fue inventada por los indígenas del lugar quienes utilizaron la hamaca para dormir, descansar y transportar a los caciques enfermos o heridos, entre otras.
Pero la teoría que asegura que la hamaca nació en el Caribe es quizá esta es una de las más populares. Según esta versión, al parecer, las hamacas no habrían formado parte de los antiguos mayas, sino que se habrían originado en el Caribe, en países como Haití, desde donde se expandieron al resto de las regiones de Centroamérica y Sudamérica, así como a la península de Yucatán, donde estas son un utilizadas en prácticamente todos los hogares. De hecho, se dice que estas llegaron a Yucatán unos dos siglos antes de la llegada de los españoles a las américas.
Esta teoría se respalda, así mismo, con los escritos oficiales de Cristóbal Colón. Tras la Conquista de América por parte de los españoles, y la llegada de militar a las Bahamas, él escribió en sus diarios que fueron publicados a partir de 1493 lo siguiente: “Y las gentes dormían en redes entre los árboles”. Un indicio claro de lo que hoy se conoce como las hamacas.
Pero para sorpresa de muchos, también hay quienes afirman que la hamaca ya existía en Europa, antes de que los conquistadores descubrieran América. Al parecer, una de las ilustraciones representadas en el Salterio de Luttrell en Inglaterra probaría la existencia de estos objetos antes del Descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492. Este manuscrito data del año 1330 al 1340, aproximadamente.
Lo que sí se sabe es que, tras el descubrimiento de las Américas, muchos de los marineros europeos —concretamente los británicos y los franceses— comenzaron a utilizar este objeto debido a su comodidad y a que el balanceo de estas se ajustaba perfectamente al movimiento del barco.
Actualmente casi no podemos imaginar unas vacaciones tropicales sin tendernos en una hamaca a mecernos al ritmo de las olas. Recientemente se ha popularizado su uso en interiores, sobre todo en espacios abiertos, tipo loft, donde le dan un aire de relajación. También, con la nueva tendencia de contar con espacios de trabajo más amables para propiciar la creatividad, incluso podemos encontrarlas en oficinas y lugares de coworking.
El uso de las hamacas en la actualidad es muy popular. Las podemos encontrar en una gran cantidad de hogares por todo el mundo y hechas en distintos materiales, como la tela, el algodón y la cuerda. La que yo compré es de algodón, lo que la hace cómoda y suave. Es una hamaca creada para uso interior, con un tejido cerrado y además la compré de color amarillo, exactamente igual que mi sillón de lectura.
¿Por qué me regalé una hamaca precisamente este 2021? Bueno pues porque, como a mucha gente, desde que estoy trabajando en casa me cuesta mucho encontrar espacios de relajación. Mi computadora me acompaña a todos lados y, aunque tengo mi escritorio montado en mi estudio, cuando el sol pega mucho ahí, me muevo y con la mesa auxiliar voy de la sala a mi recámara según el clima y la inspiración. Así, ya todos mis espacios se vinculaban al trabajo y muy poco al descanso. Mi nueva hamaca es una manera de regalarme ese descanso mental que tanta falta me hace. Y ustedes ¿cómo se regalan descanso aún cuando no pueden viajar?