Hace ya ocho años que nació Andanzas en Femenino y quizá ustedes, queridas y queridos lectores recuerden que el origen de este espacio fue brindar herramientas y consejos principalmente enfocados a aquellas mujeres que tuvieran el sueño de viajar solas. En lo personal, los viajes me han permitido crecer como persona, como profesional, como ser humano, y mis mejores recorridos los he hecho en solitario. Por ello es que quise crear este espacio para inspirar a otras compañeras a perder el miedo.
Pero perder el miedo no es nada fácil, sobre todo porque vivimos en un país de alta peligrosidad para nosotras las mujeres. Por ello, y en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, quiero refrescar algunos consejos prácticos para aquellas que quieran tomar una maleta e irse a recorrer el mundo.
Ser nómada digital hoy es posible para casi todas las personas. Conseguir un empleo remoto, una computadora y trabajar desde cualquier lugar ya no es un sueño lejano y se lo debemos, en gran parte, a la pandemia. Millones de empresas están más abiertas al trabajo a distancia y eso beneficia a todas las que tenemos espíritu viajero.
Tanto hombres como mujeres quieren animarse a vivir nuevas aventuras y explorar todas las posibilidades que hay en nuestro planeta.
Sin embargo, vivimos en un mundo el que no existen las mismas oportunidades para los hombres y para las mujeres. Ellos pueden viajar de una forma libre y más autónoma mientras que, ellas, tienen que informarse mejor para conocer la situación de las mujeres en los países que quieren visitar.
El primer paso por eso, es vencer el miedo y tomar la decisión de dejarlo todo para vivir una aventura inolvidable. Para ello no necesitas absolutamente nada más que tus ganas de viajar y tu determinación. Con eso, ya tienes todo lo necesario para poder recorrer el mundo y empaparte de su belleza y de las diferentes culturas.
Sin embargo, es preferible escuchar algunos consejos para poder viajar sola siendo mujer. Son aspectos relacionados con la seguridad, el equipaje y aspectos burocráticos que tienes que saber para disfrutar de un viaje inolvidable.
El miedo se marchará justo en el momento en el que empieces a conocer y moverte tú sola por el mundo. No te dejes llevar por las opiniones negativas, seguramente si eres muy joven, tus padres los padres pondrán el grito en el cielo y tratarán de persuadirte para buscar algún acompañante (sí, masculino).
En parte, es normal que sientan algo de temor por esta aventura, pero no conviertas sus miedos en los tuyos. Encuentra el momento y la forma adecuada para darles la noticia, no olvides que ya eres una persona adulta y que tu vida, es solo tuya.
Antes de comunicarlo a tus padres, visualiza tu viaje, infórmate y, entonces, ya nada ni nadie podrán hacerte cambiar de opinión. Déjate aconsejar, sí, pero no te dejes influenciar por los miedos de otras personas.
Un consejo importante es que en tu maleta lleves productos de higiene femenina básica, recuerda que, en algunos destinos lejanos, suelen escasear. Lo mejor es que uses una copa menstrual porque además eso hará tu viaje (y tu vida) mucho más sustentable. Pero antes de viajar acostúmbrate a ella, aprende a colocarla bien y a limpiarla imaginando situaciones no tan cómodas como las que tienes en casa, porque te juro que no querrás intentar vaciarla en el diminuto baño de un avión, mientras pasas por una zona de turbulencias.
Y hablando de aviones, no olvides que no se permiten subir más de 100 ml en el equipaje de mano, por tanto, tenlo en cuenta a la hora de preparar tu maleta. Compra presentaciones pequeñas de tus productos de belleza favoritos.
Otra clave para viajar sola es la actitud. Debes ser muy respetuosa y tolerante, tener claro que no te va a pasar nada por ser mujer viajera. Solamente tienes que conocer el país que vas a visitar y procurar que tu manera de vivir y de vestir no se considere irrespetuosa. En México tenemos este sabio dicho popular que reza: a la tierra que fueres, haz lo que vieres. Así que, por ejemplo, si te gusta la arquitectura y quieres visitar muchas iglesias o edificios religiosos, considera que, para las personas locales, esos espacios no son solo edificios, son lugares de culto y tienen códigos de vestimenta y comportamiento acorde a las distintas religiones.
De igual forma que cuando entramos a una iglesia católica en Roma tenemos que llevar los hombros cubiertos, puede ser que en algunos países o ciudades debas adoptar ciertas actitudes de cortesía y algunas serán distintas para hombres que para mujeres.
Está claro que hay momentos en un viaje en los que puedes vivir un poco de inseguridad. Pero, lo cierto, es que en tu ciudad también hay calles, barrios o zonas por las que mejor no pasar a ciertas horas de la noche. Lo mejor que puedes hacer es informarte bien sobre ello y, además, dejarte guiar por tus sensaciones. Si una persona no te da buena espina, no te arriesgues.
Otro consejo vinculado a la actitud de la mujer viajera es ¡sonríe! Pues de verdad es un gesto que rompe barreras idiomáticas, es un idioma amable en sí mismo. En lo personal yo tengo una sonrisa muy amplia y eso siempre me ha hecho tener experiencias gratas en mis viajes. Si viajas con esta actitud tan tolerante y abierta al mundo conseguirás desprender buenas energías y que todo fluya a tu alrededor.
La ropa es también importante a la hora de viajar para una mujer sola. Y es que, nos guste o no, dependiendo del país al que vayas, puede ser que no sea del todo apropiado ir con un escotazo o con una minifalda. Aquí volvemos al tema anterior acerca de la tolerancia y el respeto. El consejo es que, dependiendo del país en el que estés, te adaptes más a su cultura.
Otra cosa con la que tenemos que lidiar las mujeres que viajamos solas es que llamamos la atención. Si estás en una población pequeña, por ejemplo, pronto sabrá todo el pueblo que viajas sola. Es probable que muchas mujeres te pregunten dónde está tu esposo, dónde están tus hijos. Nos guste o no, en muchas culturas hay roles tradicionales de género que se respetan, aunque a nosotras nos puedan parecer cosa del pasado. Prepara una respuesta amable donde expliques que no todas las mujeres tenemos el mismo estilo de vida o las mismas costumbres, pero respetando a tus anfitrionas.
Una mujer viajando sola por el mundo es algo que puede causar impacto y extrañeza en países menos desarrollados. Por eso, puede ser que se acerquen a ti, te pregunten e intenten conocerte mejor. Les causarás interés y curiosidad, por eso, te costará pasar inadvertida.
En general, tienes que saber que no existe ningún problema para viajar una mujer sola. Sin embargo, dependiendo del país que se quiera visitar, es posible que exista un choque cultural. Por ello, teniendo en cuenta los consejos que te hemos indicado conseguirás disfrutar de una experiencia segura e increíble.
Las reglas básicas que te recomiendo seguir para disfrutar tus andanzas sola son que, si quieres salir de noche, lo hagas por zonas que ya conoces o que intentes que te acompañe alguna persona confiable que hayas conocido durante tu viaje y conozca bien el lugar. Se tienen que evitar zonas demasiado oscuras o que puedan ser peligrosas para ahorrarnos algún susto.
El acoso es una realidad y lamentablemente tenemos que aprender a lidiar con ello. Dependiendo del país en el que te encuentres, puede ser que un hombre empiece a incomodarte al seguirte o al tomar actitudes que te incomodan. Si es así, no le sigas la corriente ni le ignores, es mejor que le dejes claro que te está incomodando y, por vergüenza, dejará de hacerlo. Ten identificadas cuando llegues a un lugar, las figuras de autoridad o a quien podrías pedirle ayuda en caso de una situación así.
Intenta no ir sola por zonas con poco tráfico de gente o que están muy despobladas, sobre todo durante las horas de la noche. Evidentemente, esta es una medida de precaución para evitar cualquier susto que puedan darte. Si estás sola, mejor ir por zonas más transitadas que por calles solitarias. En caso de que estés viviendo una situación que te esté atemorizando o que estés pasando miedo, la solución es gritar. Si gritas, la gente acudirá en tu ayuda de inmediato.
En cuanto a la vestimenta: aunque sabemos que debemos vestir como nos dé la gana, también es cierto que en algunos países la vestimenta puede ser objeto de miradas o de un acoso verbal. Por tanto, es mucho mejor que vayas con ropa modesta e informal para evitar situaciones que te incomoden. No hace falta que vayas en burka pero tampoco hace falta que vayas en bikini. Los términos medios siempre son lo mejor.
Carga el teléfono móvil: para evitar cualquier situación imprevista, lo mejor es que siempre lleves tu móvil cargado. Por eso, antes de salir del hotel asegúrate de tener suficiente batería en tu teléfono y, así, ante cualquier imprevisto podrás ponerte en contacto con quien necesites.
También es recomendable que procures tomar un vuelo que llegue a tu destino de día. De esta forma, con la luz del día te dará menos impresión el primer contacto con el nuevo país en el que pasarás tus vacaciones. De día tenemos menos temores y miedos, por ello, es mejor que intentes cogerte un vuelo que te asegure que, al llegar, será de día. A mí ya me pasó, llegué a París cerca de la media noche, tuve que correr para alcanzar tren a la ciudad y en el elevador un taxista ofreció llevarme, pero claro, a cambio de algunos favores sexuales. Tuve mucho miedo pues la propuesta la hizo dentro de un elevador. Pero lo miré y le dije que se equivocaba conmigo y que me estaba insultando. Solo esto bastó para que me dejara en paz y se disculpara. Evidentemente, en Europa hay muchos prejuicios en torno a las mujeres latinas que llegan solas, porque lamentablemente muchas son inmigrantes que, en efecto, recurren al trabajo sexual para lograr quedarse en aquellos territorios. Debemos aprender a lidiar con ello sin perder el control para marcar límites claros.
Como puedes comprobar, todos estos consejos no dejan de ser medidas de precaución. Que viajes sola no tiene por qué significar que vaya a ocurrirte algo, pero sí que se recomienda ir con más ojos para evitar cualquier experiencia desagradable.
Estoy segura de que el viaje será una experiencia inolvidable en tu vida y, por ello, es mejor tener una serie de precauciones para que no te ocurra nada. Tenemos derecho a viajar solas, a disfrutar las experiencias viajeras igual que lo hacen los hombres, tenemos derecho a vivir sin miedo ¡Disfruta tus viajes!