A veces, por distintas circunstancias, tenemos la oportunidad de volver varias veces a un mismo destino. Ya sea porque tenemos familia ahí, o amistades, o porque hacemos viajes de negocios con frecuencia a los mismos lugares. Para no aburrirnos y sentir que esos viajes “no cuentan”, una solución puede ser diversificar las experiencias y pensar en diseñar viajes de concepto.
Pero, ¿qué es un viaje de concepto? Se trata de una experiencia vinculada a un solo aspecto del destino, quizá por ejemplo un viaje exclusivamente para apreciar su gastronomía, o un viaje enfocado en la vida nocturna o tal vez en los sitios icónicos que hemos visto en series o películas. Por eso, en esta entrega de andanzas en femenino te voy a contar algunos de los viajes conceptuales que yo he hecho y cuáles quiero hacer:
Viaje gastronómico y artesanal por Oaxaca
En mi último viaje a la ciudad de Oaxaca, un destino donde he estado varias veces, decidí enfocarme en solo dos aspectos: vivir experiencias gastronómicas y culturales pero fuera del centro de la ciudad. Así pude conocer algunos de los pueblos de los alrededores y sobre todo, tomar talleres para aprender con los mejores artesanos sobre sus procesos. Puede moldear y hornear barro negro, pintar alebrijes y textiles, pero también visitar algunos mercados y aprender más sobre los ingredientes de la famosa gastronomía oaxaqueña.
Un viaje homenaje
En mi reciente viaje a Acapulco, me enfoqué en rendirle un homenaje a la memoria de mi padre. Para ello primero revisité algunas fotos viejas de los álbumes familiares e hice un itinerario por todos los lugares que de niña visitaba con mi padre. Algunos ya cambiaron radicalmente, otros se volvieron peligrosos y los saqué del plan ya estando allá, pero sin duda, viajar pensando en alguien que ya no está es una gran experiencia sanadora.
Un paseo con Amelie
He tenido la fortuna de visitar París varias veces, pero en 2014 decidí que ese viaje se enfocaría en recorrer la mayor cantidad posible de lugares que hayan aparecido en mi película francesa favorita: Amelie. Me hospedé en el distrito 18, muy cerca de Montmartre y de la Basílica del Sagrado Corazón. También visité el Canal de St. Martin, y aventé piedritas desde uno de sus puentes, así como la estación de trenes en la que Amelie abordaba para ir a visitar a su padre.
Un viaje para bailar
Este es un viaje que todavía no hago, pero lo tengo planeado. La pandemia me robó esta oportunidad. Quiero ir a Colombia pero en un viaje que me conecte con su música y sus bailes. Quiero visitar Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena para conocer este hermoso país a través de sus ritmos diversos.
Siguiendo los pasos de Carrie Bradshaw
Este es otro viaje que tengo pendiente: visitar Nueva York para seguir los pasos de la protagonista de la serie Sex and the City, sentarme en las icónicas escalinatas de su viejo departamento, visitar la iglesia a donde entró queriendo pasar desapercibida para espiar a Big con su madre, comprar un pretzel y comerlo mientras camino por algún mercado de productores locales, levantarme temprano y correr en Central Park, caminar por el puente de Brooklyn y llegar al punto donde Steve y Miranda se abrazaron para reconciliarse en la película. ¿No se les antoja?
Como pueden ver, opciones hay muchas, también puedes recordar el viaje que hicieron los protagonistas de Y tu mamá también visitando las costas oaxaqueñas, hacer un homenaje a Julia Roberts comiendo en Roma, rezando en la India o enamorándote en Bali. ¿Se te antoja? ¡Felices viajes!