Antes que otra cosa, gracias por los comentarios enviados a este servidor. Efectivamente, las noticias falsas inundan las redes y nos inundan a nosotros, no solamente al creerlas, sino al propagarlas. Un gran amigo de toda la vida me envió un mensaje felicitándome por el artículo y ofreciendo algunas recomendaciones, lo cual acepté con agradecimiento, pero también comenté que él mismo comparte noticias falsas sin investigar la certeza de dicha información. Obviamente esto no lo hace con dolo, simplemente envía cosas que le llegan y cree conveniente compartir. Y si no lo creen, solamente analicen todo lo que se ha publicado con el tema de la pandemia y se darán cuenta. Remedios, curas milagrosas, la no existencia de la enfermedad, la teoría conspiratoria, los extraterrestres nos envían esto para dominarnos, la enfermedad no existe… es infinita la cantidad de cosas publicadas. Pero es necesario ser estrictos y analizar las mismas para no enviar a diestra y siniestra noticias que nos confundan, que nos mal informen y que nos hagan actuar indiscriminadamente. Y agrego: que no nos hagan enfrentarnos entre nosotros mismos.
Se dice, en el estudio del MIT, que “la falsedad se difunde significativamente más lejos, más rápido, más profunda y más ampliamente que la verdad en todas las categorías de información, y los efectos fueron más pronunciados para noticias políticas falsas que para noticias falsas sobre terrorismo, desastres naturales, ciencia, leyendas urbanas o información financiera". El mismo estudio ha confirmado que son los humanos, y no los bots (programa informático que puede simular el comportamiento dentro de internet realizando tareas repetitivas como enviar mensajes, emails o “postear” en las redes sociales que para un humano podrían ser tediosas) los responsables de la difusión de noticias engañosas.
Marc Amorós García, autor del libro “Fake News, la verdad de las noticias falsas”, publicado en el 2018, afirma que las noticias falsas tienen una función desestabilizadora. Va contra la reputación de una empresa, de una institución, y hasta del prestigio personal. Esto es importante, pues como dice el autor, “las noticias son de mentira, pero las consecuencias que tienen son reales.
Las noticias falsas han existido desde el principio de los tiempos. La mentira, antítesis de la verdad es parte del ser humano. Sin embargo, antes, con su difusión, sólo algunos cuantos se enteraban, sin embargo, en esta época de la llamada aldea global y con todas las redes sociales a las que todo mundo tiene acceso, esto se vuelve cada día más peligroso porque su propagación es exponencial y puede tener consecuencias realmente devastadoras.
Pondré sólo tres ejemplos de las consecuencias que las noticias falsas pueden traer como consecuencia: En el Siglo XX, la propaganda nazi incorporó las técnicas de comunicación de masas más avanzadas de su tiempo, como la radio, para distribuir sus mensajes atrayendo amplias capas sociales. Algunos medios de prensa escrita afirmaban que los enemigos políticos del régimen, especialmente los judíos, eran responsables del malestar en el país. Analicen ustedes las consecuencias que esto originó en su tiempo.
En el caso actual, con la pandemia que estamos viviendo, como lo mencioné antes, una información desmesurada que provoca caos en la sociedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) acuñó la expresión "infodemia" para referirse a la sobreabundancia y multiplicación de información falsa en relación con el brote epidémico, lo que podría resultar en un factor de riesgo adicional para la efectiva contención de la epidemia. Vean y analicen lo que está sucediendo ahora mismo en Morelos.
Y, por último, atraigo su atención al caso sucedido en Acatlán, Puebla en 2018, lugar en que, a consecuencia de noticias falsas divulgadas en las redes sociales sobre secuestradores en la zona, lincharon a dos personas. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46178633
Las noticias falsas nos hacen daño como personas, y más como sociedad. Una persona puede discernir, pensar, analizar y tomar decisiones sobre un hecho determinado. Pero la masa no piensa. La turba se deja llevar de manera absurda e inconsciente. Y estas son las consecuencias que podemos tener como sociedad si seguimos permitiendo que las noticias falsas invadan nuestras vidas. No nos enfrentemos entre nosotros mismos.
En una entrevista concedida en el 2016 al semanario católico belga “Tertio” (por si te interesa: https://www.lapresse.ca/international/europe/201612/07/01-5049058-le-pape-compare-la-presse-a-scandale-a-la-coprophilie.php), el Papa Francisco alertó afirmando que “los medios de comunicación y los periodistas que difunden fake news (noticias falsas) corren el riesgo de caer presos de la coprofilia (interés anormal por los excrementos) y corren el riesgo de la coprofagia (placer por alimentarse de heces)”. ¿Estamos dispuestos a seguir viviendo en la mentira o estamos listos para seguir en la búsqueda de la verdad como única fuente de una vida sana y que nos lleve a una cultura de paz?
Por ello es importante legislar sobre el tema. Alemania y Francia ya tienen muchos avances sobre el mismo. Angela Merkel impulsó una ley que aplica altas multas a las plataformas que no eliminen en un plazo de 24 horas mensajes de odio, xenofobia o noticias falsas.
Yo opto por la verdad por sobre todas las cosas. Aristóteles, en relación a la ruptura con Platón, quien fuera su maestro, decía, y lo suscribo: Soy amigo de mis amigos, pero soy más amigo de la verdad.