"El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo
y la inteligencia ganan campeonatos.”
Michael Jordan
La sociedad como entidad global debe ser entendida también como una organización en la que el trabajo colaborativo sea la parte medular para lograr la excelencia, para mejorar la calidad de vida, para cubrir las necesidades de la comunidad, para lograr las metas propuestas para convivir mejor. El trabajo colaborativo, decía Henry Ford, se traduce en lo siguiente: Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos es el progreso. Trabajar juntos es el éxito.
No hay otra manera para que una sociedad salga adelante. Todas las voces cuentan. Todas las opiniones valen. Y si analizamos con cuidado, estas reflexiones son el fundamento de la democracia participativa. Un gobierno no puede solo con todas las necesidades de la comunidad.
Pero regresando al tema del trabajo colaborativo, debemos aprender a trabajar de manera conjunta considerando el punto de vista de los demás. ¿Pero, cómo aprenderlo si toda la vida nos han enseñado a competir? Toda la vida nos han enseñado a que debemos ganarles a todos a los que nos enfrentamos. Por lo tanto, siempre debe haber un ganador y un perdedor. Y, tenemos dichos que son verdaderamente lacerantes que se aplican hasta para las peores cosas: De que lloren en mi casa a que lloren en la tuya, mejor que lloren en la tuya.
Trabajar de forma colaborativa implica que los miembros del grupo cooperen, que cada cual asuma un rol y que todos colaboren para alcanzar objetivos comunes. De este modo, se pretende obtener mejores resultados finales. Esto es lo que necesitamos en todas las áreas de la actividad humana: en la familia, en la escuela, en la factoría, en las actividades profesionales, y obviamente, en las actividades gubernamentales.
En la mediación -como he explicado en varias ocasiones- no hay un juez que diga quién tiene la razón, quién gana y quién pierde. Al contrario, en la mediación se da un trabajo colaborativo en el que las opiniones, puntos de vista, intereses, historias, deseos y demás intenciones se toman en cuenta para lograr un esquema ganar-ganar. Ambas partes son ganadoras porque se llega a un acuerdo por medio del trabajo colaborativo.
En el ámbito cibernético, el término de “trabajo colaborativo” fue acuñado por Yochai Benkler, quien lo describe como "el sistema de producción, distribución y consumo de bienes de información que se caracteriza por acciones individuales descentralizadas, ejecutadas a través de medios ampliamente distribuidos y ajenos al mercado y a sus estrategias”.
Está basado en los principios filosóficos del bien común y del altruismo y en unos cuantos principios operativos, con enfoque por resultados, que guían al proyecto, y que comparten quienes toman parte en él, generalmente voluntarios, que son expertos o al menos conocedores de la información que ponen de manera abierta, es decir a disposición de quien la quiera.
Si analizamos esta definición podremos notar que, en esencia, los mismos principios se pueden usar en el desarrollo de estrategias para mejorar nuestras comunidades, sean éstas educativas, familiares, laborales, sociales y gubernamentales, entre otras.
En los grupos sociales debemos poner énfasis en el trabajo colaborativo, haciendo ver en nuestros pares, los ciudadanos como tú y como yo, la importancia de participar activamente para forjar una mejor comunidad, y en el caso gubernamental, también tienen que hacer una tarea interna para lograr el trabajo colaborativo entre todos los funcionarios y funcionarias, agregando también un nuevo paradigma “el de la continuidad en lo que vale la pena”, porque siempre vemos que cada trienio o sexenio que cada gobierno que llega quiere hacer las cosas a su manera, desechando todo lo que el gobierno anterior realizó. Y en muchos de los casos, las cosas buenas que se venían realizando quedan inconclusas. Tenemos que entender que no se trata de una competencia, sino que el objetivo es lograr mejores comunidades.
Para finalizar, el trabajo colaborativo no es el nuevo paradigma. Es algo muy viejo que, incluso, siempre ha existido en las culturas antiguas. El pueblo etíope tiene este refrán: Cuando las arañas tejen juntas, pueden atar a un león; y el pueblo swahili tiene este otro sobre el mismo tema del trabajo colaborativo: Un bote no va hacia delante si cada uno rema a su propia manera.
Así que, es hora de poner nuestro mejor empeño para comenzar a trabajar en equipo en todos los ámbitos de nuestro quehacer social.
Solos nunca podremos.