Educación financiera y cultura de paz.
"Quienes no administran su dinero
siempre trabajarán para quienes sí lo hacen.”
Dave Ramsey
Como algunos o algunas de ustedes, yo vengo de un grupo social en el que la pobreza en muchos sentidos es parte de mi educación. Estar siempre con “el Jesús en la boca” porque no había dinero para comer, porque había que esperar para comprar unos zapatos, o porque simplemente había que esperar para tener dinero, era parte de mi día a día. Y, además, debo agregar los defectos destructivos de mi padre y la sumisión de mi madre.
Con esto no quiero hacerme la víctima ni causar lástima. Simplemente, ahora lo entiendo, debo reconocer de dónde vengo para saber quién soy y por qué soy lo que soy.
Siempre me dije que la vida era algo más hermoso que lo que vivía en mi infancia. Y como lo comenté en otra ocasión, mi subconsciente inventaba cosas para imaginarme que el mundo era increíblemente maravilloso.
La carencia era terrible. Pero también fue un acicate maravilloso para buscar un destino diferente. Estoy seguro que si no hubiera sido por ella, no sería lo que soy y no pensaría como pienso ahora. Todo se encuentra en nuestra mente. Absolutamente todo. Y como siempre sostengo en mis conferencias y charlas, si dices que puedes, estás en lo correcto. Y si dices que no puedes, también estás en lo correcto, frase muy conocida de Henry Ford.
En mi búsqueda adolescente, encontré un libro que me ayudó a ver el dinero de una manera diferente, y siempre lo recomiendo para aquellas personas interesadas en el tema. Su nombre: “el hombre más rico de Babilonia” de George S. Clason. Hay dos editoriales que la publican, tal vez ahora haya más, una es de Ediciones Castillo, mi favorita, porque está escrito en español latino, y la otra es de Ediciones Obelisco, que cuando lo leí, me parecía que estaba leyendo el Quijote, es decir en español de España.
Decía, ese libro me enseñó a mirar el dinero de otra manera. Frases como “el dinero es abundante para aquellos que entienden las reglas simples de su adquisición” o “una parte de lo que gano es mía para ahorrar”, o esta otra: “no hay placer más grande en la vida de un hombre que descansar bajo la sombra de su propio árbol”.
Cuando me fui adentrando en las páginas del libro, no son más de cien, más caía en la cuenta que no importaba lo que ganara una persona, porque siempre es posible guardar, aunque sea una pequeña parte, pues una parte de lo que gano es mía para ahorrar.
Cada uno de nosotros ve la vida y actúa en ella como fue aprendiendo desde pequeño. En mi caso, “ahorrar” significaba dinero que debía guardar para comprar algo. Voy a ahorrar para comprar un libro, voy a ahorrar para comprar un pantalón, voy a ahorrar para comprar un coche…
Sin embargo, el ahorro tiene un significado más profundo que fui comprendiendo mientras más leía ese libro.
La educación financiera no era tema de mis tiempos, no existían dichos consejos y conceptos. Y si existían, nunca estuvieron al alcance de mis manos.
Ahora, ya no hay excusas para aprender, adquirir y aplicar estos conocimientos. Todo está en internet y en las redes.
En mi búsqueda actual, investigo en diferentes sitios, diferentes redes sociales, y hay muchísimo material al respecto. El libro en mención, por ejemplo, lo pueden bajar de manera gratuita para leerlo de manera inmediata. Aunque a veces, eso no me parece lo adecuado porque el autor de una obra determinada, a quien le costó sangre, sudor y lágrimas escribir lo que escribió, no reciba lo que le corresponde por derechos de autor. Pero dejando eso a un lado, por el momento, el material, y otros también de importancia, ya son accesibles en las redes.
También pueden entrar al sitio de la CONDUSEF (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros):
https://webappsos.condusef.gob.mx/EducaTuCartera/index.html.
Ahí encontrarás consejos muy buenos para que comiences a aprender temas sobre educación financiera.
Y agrego algo más. Cuando hablamos de éxito económico, no necesariamente hablamos de millonarios, claro que también se puede, pero me refiero más al hecho de la buena administración de tus ingresos que te permita una vida tranquila, con menos preocupaciones. Y por ello, transcribo cuatro frases que me parecen interesantes sobre el tema. Epicteto, filósofo de la antigüedad decía que ¨la riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocas necesidades”, Norman Vincent Peale, padre del pensamiento positivo afirmaba que “los bolsillos vacíos nunca detuvieron a nadie. Solo las cabezas vacías y los corazones vacíos pueden hacer eso”, y estoy de acuerdo, puedo no tener dinero, pero tengo muchos conocimientos para obtenerlo. Y finalmente, Robert Kiyosaki, reconocido gurú del mundo de las finanzas, afirma: “No se trata de cuánto dinero ganas, sino cuánto te queda, qué tan duro trabaja para ti y por cuántas generaciones te quedará”.
La buena administración de tu dinero te da tranquilidad y menos preocupaciones. Debemos trabajar en aras de ser un país próspero. Y es aquí donde presento la última frase. La que más me llegó del autor del libro en comento: “nuestra prosperidad como nación depende de la prosperidad financiera de cada uno de nosotros como individuos”.